Colitis


Dra. Daime Pérez Feito. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. SEMERGEN NAVARRA. Berta Torrero Bonel. DUE C. Zona Básica Valtierra Cadreita

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No es lo mismo colitis que diarreas. Es muy común confundirla porque puede presentarse con ella, pero la diferencia radica en que la colitis es una enfermedad, mientras que la diarrea es sólo un síntoma. Este síntoma puede ser más o menos grave dependiendo de la causa o agente que la produce, así como de su intensidad y de su duración.

¿Cuáles son las causas de la diarrea?

Puede deberse a infecciones virales, bacterianas o a otros agentes irritantes como laxantes, medicamentos o la alteración de la flora intestinal.
Es importante saber distinguir una colitis de la diarrea porque ni las dolencias ni el tratamiento van a ser el mismo.

¿Qué es la Colitis?

La colitis es una enfermedad inflamatoria del intestino, que se produce cuando el revestimiento del intestino grueso (colon), y el recto se inflaman. Dicha inflamación lo que produce son pequeñas úlceras en la pared interior del colon, que producen secreción de moco, pus o pueden llegar incluso al sangrado .
Generalmente la inflamación suele comenzar en el recto y extenderse hacia arriba, aunque no llega a afectar al intestino delgado.
No hay diferencias en cuanto a su afectación ni por sexos ni por edades e insistimos en que aunque en muchos casos se hable de “Colitis” en sustitución de “diarreas” no se trata de lo mismo.
La colitis puede ser de distintos tipos, dependiendo de su origen:
• Colitis ulcerosa. Es una enfermedad crónica, autoinmune caracterizada como su nombre indica por inflamación y ulceración del colon. Puede afectar total o parcialmente el colon. Cursa como síntomas típicos con diarrea (a veces con sangre) y dolor abdominal.
• Colitis tóxica (Megacolon tóxico). Es una afección grave donde aparece dilatación del colon con daño de la pared intestinal y hay riesgo de rotura del intestino. La inflamación puede ser parcial o total. Generalmente aparece como complicación de colitis ulcerosa, aunque también puede tener un origen infeccioso.
• Colitis pseudomembranosa o asociada al uso de antibióticos. Aparece por sobrecrecimiento bacteriano (Clostridium difficile) en aquellos casos de uso de antibióticos. Los antibióticos en ocasiones eliminan todas las bacterias de nuestros intestinos y se produce un desequilibrio, persisten las más resistentes que al estar “solas” crecen de manera incontrolada. Otras situaciones como la isquemia, la quimioterapia, y los antiinflamatorios no esteroideos pueden también generar irritación en la mucosa del colon y por lo tanto, su inflamación.
• Colitis hemorrágica. Es ocasionada mayormente por la bacteria Escherichia Coli, que infecta el intestino grueso y producen toxinas que causarán tanto diarrea con sangre como un fuerte dolor abdominal.
• Colitis nerviosa. Puede aparecer cuando se viven situaciones estresantes, ansiedad y nerviosismo con frecuencia.
• Colitis granulomatosa. Se debe a un raro padecimiento autoinmune (cuando el sistema de defensas del organismo ataca a sus propios tejidos) conocido como enfermedad de Crohn o enteritis regional.

Síntomas de la Colitis

Estos pueden variar en cuanto a gravedad y pueden aparecer de forma gradual o de manera brusca según la causa que los origine.
Los síntomas principales son:
• Dolor abdominal, cólicos, gases intestinales abundantes.
• Diarrea, sangre y pus en las heces.
• Fiebre.
• Dolor rectal.
• Pérdida de peso, anemia.
• Deshidratación.

En algunos casos lo síntomas desaparecen tras el primer ataque, mientras que en otros muchos casos, esos síntomas son persistentes.

¿Cómo se trata la Colitis?

Su tratamiento dependerá de la causa que lo origine, aunque existen medidas que de manera general podemos utilizar para todos los casos.

Si la Diarrea es el síntoma principal :
• Debe ingerirse gran cantidad de líquidos para reponer los que se han perdido, así como mantener dieta blanda basada en puré de verdura, patata, sémola, arroz, zumos y carnes blancas. Si persiste la diarrea solicitar asistencia médica.
• Evitar vegetales crudos, legumbres o alimentos con mucha grasa, salsas picantes, condimentos, bebidas alcohólicas, café, chocolate y lácteos.
• En caso de Diagnóstico de enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerosa/ enfermedad de Crohn),siga los consejos indicados por su médico según la gravedad del brote. Acuda a Urgencias si empeora o no hay mejoría de los síntomas.
• Si existe sospecha de infección parasitaria o bacteriana solicite aistencia médica para tratamiento específico en cada caso. NO SE AUTOMEDIQUE.
• No olvide comentarle a su médico si ha estado de viaje en otros países o sitios endémicos de cierto tipo de enfermedades o parásitos intestinales.
• Si la colitis puede estar en relación con el uso de antibióticos, contacte con el médico prescriptor para valorar la posibilidad de interrumpir su administración.

La colitis nerviosa mejora notablemente cuando el individuo aprende a manejar adecuadamente estrés y ansiedad. Puede ser útil la ayuda de un psicoterapeuta.
Puede ser recomendable el uso de medicamentos (probióticos) que restauren el equilibrio de las bacterias que habitan el sistema digestivo (flora intestinal).
Vigile siempre posibles signos de gravedad o complicaciones ante episodios de colitis (dolor que no mejora, diarreas con sangre, fiebre, mal estado general) y acuda en busca de valoración médica.

¿Existe alguna medida de prevención?

Más que propiamente medidas preventivas os daremos varios consejos generales para el adecuado funcionamiento de nuestro aparato digestivo, garantizando un tránsito intestinal regular.
Se recomienda incrementar la ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, hortalizas ya que mantienen en buenas condiciones al aparato digestivo.
Moderar el consumo de grasas, productos derivados de la leche e irritantes del aparato digestivo, como café, cigarro, picante y bebidas gaseosas.
Beber al menos 8 vasos de agua al día (2 litros).
Reducir los niveles de ansiedad y estrés evita la aparición de colitis nerviosa, por lo que las personas aprehensivas pueden recurrir a técnicas de autorrelajación, la práctica deportiva constante y el uso de tranquilizantes naturales e infusiones relax contribuyen a mejorar el estado de bienestar.
No ingerir alimentos en lugares con higiene deficiente, a fin de evitar el contagio de bacterias y parásitos perjudiciales.