Come bien, duerme mejor


Mary Miguel Berges. Dietista-Nutricionista. Nº Colegiado de Aragón 129

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Cada vez más estamos quitando peso a las actividades de descanso y en concreto a dormir unas horas determinadas como si el sueño fuese algo superfluo, innecesario en nuestra rutina y vida cotidiana. Lograr el equilibrio físico, psicológico y social se ha convertido en una necesidad vital para logar una mejor calidad de vida.

Según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología, más de 4 millones de adultos españoles sufren insomnio crónico, y entre un 25-35% de la población adulta lo padece transitorio.

Insomnio

El insomnio se define como una dificultad persistente para iniciar o mantener el sueño o un informe de sueño no reparador, acompañado por una discapacidad relacionada durante el día. Existe el insomnio inicial que es la dificultad para conciliar el sueño y el insomnio terminal que es característico por despertarse varias veces durante la noche, o levantarse más pronto de la hora prevista.
Dormir insuficientemente se ha relacionado con efectos perjudícales para la salud así como pérdida de productividad y el aumento de accidentes y lesiones.
Entre las causas principales encontramos el estrés, la ansiedad, los malos hábitos dietéticos y el excesivo consumo de sustancias excitantes como el té, café y alcohol.

Alimentación y sueño

Hay alimentos que por su particular composición nutritiva y según la cantidad ingerida afectan al sistema nervioso y tienen una acción directa sobre el sueño.
El triptófano (presente en leche, los plátanos, los huevos, el pollo, pavo y el pescado.) es un aminoácido esencial necesario para la formación de melatonina y serotonina. Ambos neurotransmisores participan en el ciclo del sueño.
Las vitaminas del grupo B y en concreto la vitamina B1 y B6 presentes en los cereales, huevos, frutos secos, legumbres, avena entre otros tienen un papel relevante en el funcionamiento del sistema nervioso en su conjunto. Comer muchos alimentos azucarados reduce la acción de la vitamina B1 en el sistema nervioso. Por ello, conviene evitar estos alimentos a la hora de irse a la cama. El calcio y el magnesio presentes en los productos lácteos y frutos secos pueden ayudarnos a conciliar el sueño.
Es importante mantener unos horarios de sueño regulares y constantes a lo largo de la semana así como evitar las cenas abundantes. El ejercicio físico practicado de 3 a 4 horas antes irte a la cama te ayudará a liberar tensión y estrés y por ende a conciliar el sueño.
Las recomendaciones según la Organización Mundial de la Salud van desde las 10 horas en niños en edad escolar, de 9 a 10 horas para los adolescentes y en adultos las recomendaciones están establecidas en 7 horas.
En resumen, el entorno en el que nos movemos juntos a unos malos hábitos dietéticos está siendo asociado con una mala calidad así como cantidad de horas de sueño en la población española. El Dietista-Nutricionista es el profesional que te puede ayudar a modificar los hábitos dietéticos en tu día a día y conseguir así una mejor calidad del sueño como de vida.