En cualquier momento o lugar podemos tener una situación en la que alguien cercano a nosotros puede sufrir un atragantamiento o un infarto, puede también que seamos testigos de un incidente semejante en un lugar público como puede ser un restaurante, la piscina o en el patio del colegio de nuestros hijos. Por eso saber como practicar la reanimación cardiopulmonar (RCP) o la maniobra de Heimlich frente a un atragantamiento puede ayudar a salvar vidas.
La reanimación cardiopulmonar son el conjunto de técnicas o maniobras básicas que se realizan inicialmente a las personas que han sufrido una parada cardiorrespiratoria, por eso el conocer estas técnicas es esencial para la recuperación de dichos pacientes. Es mejor hacer algo que no hacer nada. Estas técnicas incluyen maniobras de abertura de la vía aérea y las comprensiones de pecho que sustituyen la función del corazón y la respiración.
La reanimación cardiopulmonar
Cuando el corazón se detiene, la falta de sangre oxigenada puede causar daño cerebral en solo unos minutos. Una persona puede morir en 8 o 10 minutos, por eso es importante iniciar las tareas de reanimación lo más rápido posible para asegurarnos las mínimas secuelas posibles.
Antes de comenzar la reanimación cardiopulmonar hay que comprobar varias cuestiones:
1. Asegura el lugar de los hechos. Elimina los peligros que amenacen tu seguridad, la del paciente o la de las personas que ahí se encuentren.
2. Comprueba el estado de consciencia de la víctima. Arrodíllate a la altura de sus hombros y sacúdelos con suavidad.
Acércate a su cara y pregúntale en voz alta si se encuentra bien.
Si responde: deja a la víctima en la posición en que se encuentra y pasa a realizar una valoración secundaria.
Si no responde: pide ayuda sin abandonar a la víctima y colócale en posición de reanimación. Boca arriba con brazos y piernas alineados sobre una superficie rígida.
3. Abre la vía aérea. Coloca una mano sobre la frente y con la otra tira del mentón hacia arriba, para evitar que la lengua impida el paso del aire a los pulmones.
4. Comprueba si la víctima respira normalmente manteniendo la vía aérea abierta (ver, oír, sentir durante no más de 10 seg.)
Si la víctima respira normalmente:
• Colócala en posición lateral de seguridad (PLS).
• Llama al 112 o busca ayuda.
• Comprueba periódicamente que sigue respirando.
Si la víctima no respira normalmente:
• Pide ayuda, llama al 112 o pide a alguien que lo haga e inicia 30 compresiones torácicas en el centro del pecho.
5. Realiza 2 insuflaciones con la vía aérea abierta (frente-mentón) y la nariz tapada. Si el aire no pasa en la primera insuflación, asegúrate de estar haciendo bien la maniobra frente-mentón y realiza la segunda insuflación, entre o no entre aire.
6. Alterna compresiones – insuflaciones en una secuencia 30:2 (30 compresiones y 2 insuflaciones) a un ritmo de 100 compresiones por minuto.
7. Continuar hasta que la víctima inicie respiración espontánea, te agotes o llegue ayuda especializada.
El atragantamiento y la maniobra de Heimlich
El atragantamiento es bastante común, el conocer como solventar ese problema puede ayudar a salvar más de una vida. Para ello hay que utilizar una técnica muy sencilla, la maniobra de Heimlich.
Dicha maniobra es un procedimiento que se usa para ayudar a una persona que se está asfixiando y es incapaz de hablar, lo que hace es provocar tos a la persona atragantada lo que hace que la fuerza de la tos pueda sacar el objeto alojado en las vías respiratorias.
Para realizar la maniobra hay que seguir los siguientes pasos:
• Poner los brazos alrededor de la cintura de la persona atragantada e inclinarlo un poco hacia delante.
• Con una de nuestras manos hacemos un puño y colocamos el dedo pulgar entre el ombligo y la parte baja de sus costillas.
• Colocamos la otra mano sobre el puño y presionamos contra el abdomen con una comprensión hacia adentro y hacia arriba. Hay que repetir la operación hasta que el objeto salga.
• Si el objeto sigue atascado a pesar de realizar la maniobra de Heimlich, dale a la víctima unas cinco palmadas en la espalda con el talón de la mano. Hazlo en la zona ubicada entre los omóplatos.