¿Cómo cuidar adecuadamente una sonda urinaria? Guía para pacientes y cuidadores


Carlos Hugo Mora Cevallos, Wendy Valeria González Sacoto, Andrea Palacios García, Jaime Antón Pernaute, Elena Román Martínez, Claudia Galdeano Armero, Guillermo Tirado Rodríguez, Victoria Capapé Poves, Carlos Blanco Chamorro y Benjamín Blasco Beltrán

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La sonda urinaria es un dispositivo médico utilizado para drenar la orina desde la vejiga cuando una persona no puede hacerlo por sí misma. Para evitar complicaciones como infecciones o bloqueos, es fundamental saber cómo cuidar correctamente la sonda. Este artículo está diseñado para pacientes y cuidadores que buscan orientación sobre cómo realizar estos cuidados de manera adecuada.
  1. ¿Qué es una sonda urinaria y por qué es importante su cuidado?

Una sonda urinaria es un tubo que se inserta en la vejiga a través de la uretra o directamente a través del abdomen (sonda suprapúbica) para permitir el drenaje de la orina. Su uso puede ser temporal, como en el caso de pacientes que han sido sometidos a una cirugía, o a largo plazo, para personas con condiciones crónicas que impiden la micción normal. Cuidar adecuadamente la sonda es esencial para prevenir infecciones del tracto urinario (ITU), obstrucciones y lesiones en la piel.

El mal cuidado de una sonda puede derivar en infecciones graves, incomodidad y visitas innecesarias al hospital. Por lo tanto, tanto el paciente como el cuidador deben estar familiarizados con las prácticas de higiene y mantenimiento adecuadas.

  1. ¿Cómo debo limpiar la zona alrededor de la sonda?

Mantener la zona alrededor de la sonda limpia es fundamental para evitar infecciones. Para limpiar correctamente el área:

  1. Lávate bien las manos antes de tocar la sonda o la zona genital.
  2. Utiliza agua tibia y jabón suave para lavar la piel que rodea la uretra o el sitio de inserción si es una sonda suprapúbica.
  3. Seca suavemente la piel con una toalla limpia.
  4. Evita el uso de productos que puedan irritar la piel, como cremas perfumadas, talcos o lociones en la zona cercana a la sonda.

Esta limpieza debe realizarse al menos una vez al día y después de cada evacuación intestinal para reducir el riesgo de infecciones.

  1. ¿Cómo puedo evitar que la sonda se bloquee?

Uno de los problemas más comunes con las sondas urinarias es el bloqueo del tubo. Para evitar este problema:

  • Hidratación: Asegúrate de que el paciente beba suficiente agua durante el día, a menos que el médico indique lo contrario. Una buena hidratación ayuda a mantener la orina clara y fluida, lo que reduce el riesgo de obstrucciones.
  • Revisar el flujo: Observa regularmente el flujo de orina a través de la sonda. La orina debe drenar constantemente en la bolsa colectora. Si notas que el flujo disminuye o se detiene, verifica que la sonda no esté torcida o doblada.
  • Cambios de posición: A veces, un cambio de posición puede mejorar el flujo de orina si la sonda está bloqueada temporalmente.

Si persisten los problemas de bloqueo, es importante contactar a un profesional de la salud, ya que podría ser necesario cambiar la sonda.

  1. ¿Cómo debo manejar la bolsa de recolección de orina?

La bolsa colectora es donde se almacena la orina drenada de la vejiga. Para evitar infecciones y fugas, es crucial seguir estos pasos:

  • Vaciar la bolsa regularmente: Vacía la bolsa cuando esté entre un tercio y la mitad de su capacidad. Si la bolsa se llena por completo, puede ejercer presión sobre la vejiga, lo que podría causar fugas o molestias.
  • Mantén la bolsa por debajo del nivel de la vejiga: Siempre asegúrate de que la bolsa de recolección esté por debajo del nivel de la vejiga para evitar el reflujo de la orina, lo que podría provocar infecciones.
  • Desinfecta el tubo de drenaje: Después de vaciar la bolsa, limpia el puerto de drenaje con una toallita con alcohol o un desinfectante suave antes de cerrarlo.

La bolsa debe cambiarse según las indicaciones del médico o enfermero, generalmente cada 5 a 7 días.

  1. ¿Cómo prevenir tirones de la sonda urinaria?

Es esencial evitar que la sonda se someta a tirones, ya que esto puede causar irritación, dolor o incluso desplazar el tubo de su posición correcta. Aquí algunas recomendaciones:

  • Sujeción adecuada: Asegúrate de que la sonda esté bien sujeta al muslo o al abdomen con cinta adhesiva médica o un dispositivo de sujeción para evitar que se mueva demasiado.
  • Evita la tensión hacia abajo: La sonda no debe estar tirando constantemente hacia abajo. Mantén suficiente holgura en el tubo para permitir el movimiento sin que la sonda jale la piel o la vejiga.
  • Revisión frecuente: Verifica de manera regular que la sonda esté bien colocada y no esté expuesta a tensión accidental, como al cambiar de posición en la cama o al moverse.

El cuidado en este aspecto no solo reduce el riesgo de complicaciones, sino que también mejora la comodidad del paciente.

  1. ¿Qué señales de alerta debo observar?

Es fundamental que tanto los pacientes como los cuidadores conozcan las señales de advertencia que indican posibles complicaciones con la sonda urinaria. Estas señales incluyen:

  • Fiebre: Una fiebre repentina puede ser signo de una infección del tracto urinario.
  • Orina turbia, con mal olor o con sangre: Estos son signos comunes de una infección.
  • Dolor o malestar alrededor de la sonda: Si la sonda provoca dolor, irritación o hinchazón, esto podría indicar una infección o mal posicionamiento.
  • Flujo de orina disminuido o ausente: Si la orina no fluye como debería, la sonda podría estar bloqueada.

Si observas alguna de estas señales, contacta inmediatamente a un médico o enfermero.

  1. ¿Cuándo debo cambiar la sonda urinaria?

El momento adecuado para cambiar la sonda urinaria dependerá del tipo de material del que esté hecha. Existen diferentes tipos de sondas, como las de látex o las de silicona, y cada material tiene un tiempo de vida útil distinto.

  • Sondas de látex: Generalmente tienen una vida útil más corta, y el médico puede recomendar su cambio cada 4 a 6 semanas.
  • Sondas de silicona: Son más duraderas y, en muchos casos, pueden cambiarse cada 8 a 12 semanas.

El médico suele indicar la frecuencia exacta de cambio en función de las necesidades del paciente, el tipo de sonda y el estado de salud general. Es crucial seguir estas indicaciones y que solo un profesional capacitado realice el cambio de la sonda para evitar lesiones o infecciones.

  1. ¿Qué puedo hacer para prevenir infecciones relacionadas con la sonda?

Prevenir infecciones es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de la sonda. Aquí algunos consejos clave:

  • Higiene constante: Lávate siempre las manos antes y después de manipular la sonda o la bolsa de recolección.
  • No desconectar la sonda innecesariamente: Evita desconectar la sonda de la bolsa colectora, ya que esto aumenta el riesgo de que bacterias entren en el sistema.
  • Cambios regulares de la bolsa y la sonda: Siguiendo las indicaciones del profesional de la salud, asegúrate de cambiar tanto la sonda como la bolsa colectora en los intervalos recomendados.

Conclusión

El cuidado adecuado de una sonda urinaria es esencial para evitar complicaciones, mejorar la calidad de vida del paciente y reducir las visitas hospitalarias. Con una rutina diaria de higiene, atención a las señales de alerta, evitando tirones de la sonda y siguiendo las indicaciones del médico respecto a los cambios de la misma, es posible mantener la sonda en buen estado y prevenir infecciones o bloqueos.

 

AUTORES

Carlos Hugo Mora Cevallos, Wendy Valeria González Sacoto, Andrea Palacios García, Jaime Antón Pernaute, Elena Román Martínez, Claudia Galdeano Armero, Guillermo Tirado Rodríguez. Médicos Internos Residentes.

Victoria Capapé Poves, Carlos Blanco Chamorro, Médicos Adjuntos.

Benjamín Blasco Beltrán. Jefe de Servicio.

Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa, Zaragoza, España