El verano es una época del año en la que el riesgo de deshidratación aumenta debido a las altas temperaturas y la mayor exposición al sol. Mantenerse hidratado es crucial para la salud y el bienestar, y aquí te presentamos algunas estrategias para evitar la deshidratación durante los calurosos meses de verano.
1. Beber suficiente agua
El agua es el recurso más importante para mantenerse hidratado. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, y más si se realiza actividad física o se pasa mucho tiempo al aire libre. Llevar una botella de agua contigo y tomar pequeños sorbos a lo largo del día puede ayudar a alcanzar esta meta.
2. Consumir alimentos ricos en agua
Los alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, pueden ser una gran ayuda para mantener la hidratación. Sandía, melón, pepino, naranjas y fresas son excelentes opciones que además aportan vitaminas y minerales esenciales.
3. Evitar bebidas alcohólicas y con cafeína
El alcohol y la cafeína tienen un efecto diurético que puede aumentar la pérdida de líquidos en el cuerpo. Limitar el consumo de estas bebidas y optar por alternativas más saludables, como jugos naturales y aguas de frutas, es recomendable.
4. Usar ropa adecuada
Vestirse con ropa ligera y de colores claros puede ayudar a mantener el cuerpo fresco y reducir la transpiración excesiva. Además, usar sombrero y gafas de sol protege contra la radiación solar directa.
5. Tomar descansos a la sombra
Si estás al aire libre, especialmente durante las horas de mayor calor, busca lugares sombreados para descansar y evitar la exposición directa al sol. Esto puede reducir el riesgo de insolación y deshidratación.
6. Monitorear los signos de deshidratación
Es importante estar atento a los signos de deshidratación, que incluyen boca seca, piel fría y húmeda, fatiga, mareos y orina oscura. Si experimentas alguno de estos síntomas, es crucial beber agua inmediatamente y buscar atención médica si los síntomas persisten.
7. Mantener una rutina de hidratación
Establecer una rutina de hidratación puede ser útil para asegurar que se ingiere suficiente líquido durante el día. Programar recordatorios en tu teléfono para beber agua regularmente puede ser una buena estrategia.
8. Consumir electrolitos
Los electrolitos, como el sodio, el potasio y el magnesio, son esenciales para la hidratación celular. Consumir bebidas deportivas o soluciones de electrolitos puede ser beneficioso, especialmente después de realizar actividades físicas intensas.
9. Evitar actividades extenuantes en horas de más calor
Intenta realizar actividades físicas al aire libre durante las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas. Esto ayudará a minimizar la pérdida de líquidos y el riesgo de deshidratación.
10. Mantener un ambiente fresco
En interiores, utilizar ventiladores o aire acondicionado puede ayudar a mantener una temperatura confortable y reducir la transpiración. También es útil mantener las ventanas cerradas durante las horas más calurosas del día para evitar el ingreso de aire caliente.
En resumen, la prevención de la deshidratación en verano requiere una combinación de prácticas saludables que aseguren una adecuada ingesta de líquidos, así como la adopción de hábitos que protejan contra la pérdida excesiva de agua. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar del verano mientras te mantienes hidratado y saludable.
AUTORAS:
Ana Lydia Sánchez Aso. Hospital General de la Defensa (HGDZ), Zaragoza.
Emma Alfaro Sierra. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.


