Cómo mantener rutinas durante el curso escolar


Gala Velázquez (Psicóloga General Sanitaria) y Dra. Raquel Calvo (Psiquiatra). Equipo Infanto-Juvenil de Fundación Argibide

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El paso de las vacaciones al curso escolar puede ser muy emocionante para muchos niños, sobre todo si el año anterior ha sido bueno, pero para otros, enfrentarse de nuevo a compañeros y responsabilidades puede ser muy estresante.

Tanto si vuestros hijos son de los primeros como si son de los segundos, nuestro papel como adultos es fundamental para guiarles en este proceso y que la vuelta a la rutina les resulte menos tediosa. Eso sí, lo importante será mantener los hábitos que se adquieran durante todo el curso escolar y no ir desgastándonos a medida que pase el año.

Rutinas y horarios

Levantarse más temprano: el objetivo es tener un poco más tiempo por la mañana para poder prepararse y desayunar sin prisas. Si vuestros hijos son de los que alargan el tiempo sistemáticamente y siempre llegáis tarde, podéis adelantar la hora de salida de casa 10 minutos para que pese a que os retraséis, tengáis un margen y lleguéis puntuales al colegio sin enfadaros.
Es importante tratar de identificar qué situaciones estáis repitiendo una y otra vez y que siempre terminan en conflicto con vuestros hijos, de este modo podréis tratar de anticiparlas y ponerles remedio. Aunque parece algo sencillo y de sentido común en muchas ocasiones nos encontramos repitiendo dinámicas ineficaces sin encontrarles solución. Enfadarse porque siempre tardan en prepararse más de lo que consideramos necesario, porque se les olvida meter el almuerzo en la mochila o porque no la tienen preparada antes de salir, son algunos ejemplos de este tipo de situaciones que se pueden evitar.
Cuando ya dispongáis del horario de clases, elaborar un calendario de manera conjunta con las asignaturas que tienen cada día y colocarlo en el lugar de estudio puede ser de gran ayuda. De este modo, podréis facilitarles el preparar la mochila y sacar la ropa cada noche (así sabrán por ejemplo si tienen educación física) y ahorraréis prisas por la mañana.
Otra área fundamental es descansar las horas necesarias de sueño en función de la edad: 3-5 años (10-13 horas), 6-13 años (9-11horas), 14-17 años (8-10 horas). Es recomendable acabar el día con una actividad relajante que les facilite el irse a dormir a la hora indicada sin dificultad para conciliar el sueño.

Tareas y estudios

Involucraos e interesaos por sus clases. Saber escuchar a los niños con atención y empatía, alegrarse de sus éxitos y comprender sus pequeñas dificultades puede ayudar a que la rutina escolar se les haga más llevadera.
Ayudadles a crear un hábito de estudio. Es importante crear un espacio dedicado al estudio. Aseguraos que antes de empezar tengan todo lo necesario encima de la mesa y sin otros objetos de distracción como revistas o juegos. Tratad de desarrollar con ellos técnicas de estudio que les faciliten adquirir lo aprendido. Los esquemas, resúmenes o mapas conceptuales son estrategias de gran ayuda.
Dadle importancia a las actividades extraescolares y al tiempo libre, no todo es estudiar, y tan importante es el hábito de estudio como disfrutar de los amigos y aprender a desenvolverse en diferentes áreas.

Manejad la ansiedad

Para muchos niños la rutina escolar genera cierta ansiedad. La actitud es fundamental. En ocasiones cuando se muestran nerviosos puede ser una consecuencia del modo de actuar de los padres. Fomentad hábitos sanos que favorezcan la relajación: actividad física, descanso, alimentación saludable…
Dadle importancia a sus sentimientos, no subestiméis lo que les pasa aunque como adultos pueda parecernos a veces de poca importancia. Debéis intentar poneros en su lugar, escucharles y entenderles.
Los horarios sobrecargados, las altas expectativas, la presión por los resultados… pueden estar haciendo que los niños se muestren más inquietos. Tratad de localizar el núcleo que está generando estos sentimientos y actuad sobre ellos.
En definitiva, el verano ya ha dado paso a la vuelta al cole y con ello un nuevo comienzo cargado de nuevas oportunidades de mejora. Aprovechar estas oportunidades para motivar a vuestros hijos con cariño y comprensión será la mejor manera de afrontar este nuevo curso escolar.