Una persona poco o mal informada no será dueña de sus decisiones: la información es la condición fundamental para el ejercicio de la autonomía personal.
¿Creemos que utilizamos el Sistema Sanitario de forma eficaz y adecuada?
En numerosa bibliografía y en la práctica diaria está descrito que la relación médico-paciente-familia es el pilar fundamental donde se apoya la práctica de la medicina asistencial. El paciente necesita de visitas con los profesionales sanitarios que le ayuden a recuperar y mantener la salud.
La preparación de la visita ayudará al paciente a definir qué quiere saber, qué quiere contar, cómo hacerlo y qué preguntar.
Por el contrario, la falta de comunicación y las diferencias culturales originan una disminución de la capacidad diagnóstica, de la adherencia al tratamiento y de la satisfacción del personal sanitario, del paciente y de su familia, provocando desinformación, insatisfacción y ansiedad.
Derechos y deberes de los pacientes
Los derechos y deberes de los pacientes tienen una gran relevancia en el marco de las relaciones clínico-asistenciales. Así se han puesto de manifiesto desde hace tiempo normas significativas en la legislación tanto en el ámbito internacional (Declaración universal de los Derechos Humanos 1948, convenio para la Protección de los Derechos y Libertades Fundamentales de 1950) como nacional (Artículo 43 de la Constitución: Derecho a la protección de la salud, Ley 41/2002, Básica de Autonomía del paciente y mediante actuaciones del sistema sanitario: principio de dignidad de la persona, intimidad, no discriminación y respeto a la autonomía de la voluntad de los pacientes)
Según los datos del informe del consenso de Toronto la mitad de las quejas y de las preocupaciones de los pacientes no son detectadas, y pasan inadvertidos más del 50% de los problemas psicosociales. En la mitad de las entrevistas el paciente y el médico no están de acuerdo sobre la naturaleza del problema y se les interrumpe a los 18 segundos de su exposición.
Preparación de la consulta
Una buena planificación y actuación antes, durante y después de la consulta, van a hacer que aproveche más la visita y obtenga beneficios que repercutirán directamente en su salud.
• Antes de la consulta.
• Confirmar lugar, fecha y hora y acudir acompañado si así lo desea.
• Elegir ropa cómoda que sea fácil de poner y quitar.
• Llevar una carpeta con los informes sanitarios relevantes de otros centros si existen y Anotaciones relacionadas con síntomas, alergias conocidas, listado actual de medicación, vitaminas, hierbas, suplementos dietéticos u otros tratamientos alternativos, preguntas y/o dudas.
• En la sala de espera.
La sala de espera es un buen momento para utilizar elementos de distracción: música, libros, pasatiempos
y puede aprovechar el tiempo de espera de la consulta para repasar junto a su acompañante sus anotaciones.
• Durante la consulta el paciente:
• Informará sobre cualquier cambio en su estado de salud. Es importante para poder determinar mejor cuál es el problema, hacer el diagnóstico y empezar el régimen de tratamiento.
• Escuchará atentamente lo que el profesional sanitario le expone.
• Tomará notas de todo aquello que le parezca relevante
No debe dudar en hacer cualquier pregunta asegurándose que entiende las respuestas.
• Repetirá y resumirá la información recibida y el plan de actuación.
• Deberá asegurarse de conocer la forma de contactar si le surge cualquier duda.
Los pacientes deben ser educados para solicitar la información y expresar sus preferencias, y nosotros, los profesionales sanitarios, debemos reconocer la necesidad de adquirir una adecuada comunicación para atender mejor, difundir la información de manera sensible y responder a los pacientes firmemente.