La revista “Zona Hospitalaria” llega a la cota de 100 números tras 17 años de andadura. Yo no soy experta en comunicación, pero desde siempre he dado mucha importancia a esta vertiente en relación con la salud. Tanto desde mi trabajo como médica de familia y comunitaria como luego en mis distintos compromisos en sociedades científicas y, ahora, como consejera.
En “Zona Hospitalaria” bien saben que en su momento colaboré con varios artículos de recomendaciones etc… Los tiempos y los roles han cambiado pero en este número especial en cuyas páginas se me ha invitado a participar no puedo menos que reconocer el trabajo de esta publicación, una puesta en valor extensible a otras cabeceras con menos trayectoria pero con un mismo objetivo de informar sobre salud y desde la salud. Temas que no muchas veces encuentran el enfoque y el espacio adecuado en medios más generalistas donde compiten con muchas noticias y que en este tipo de publicaciones sectoriales, sí que tienen un tratamiento más extenso y especializado. Y en las que normalmente se suele dar voz directa a los y las profesionales sanitarios para que expongan sus artículos, visibilicen sus trabajos asistenciales o de investigación y aporten sus puntos de vista. De hecho desde Atención Primaria se está trabajando en la próxima edición de una publicación propia para la red de centros de salud completando el ecosistema informativo de la comunidad en este ámbito sanitario.
Pero hoy el protagonismo es de “Zona Hospitalaria” que alcanza su centenar de números. La pandemia también lo ha cambiado todo en este ámbito. Y ya que estamos de aniversarios recordar que el departamento de Salud también ha editado recientemente un número especial la revista científica “Anales” es un número especial por dos motivos: el cumplimiento de su 25 aniversario y la dedicación de forma monográfica de su último número a la pandemia.
Las dos palabras clave de esta legislatura son pandemia y sanidad. Quizá los libros de historia la recuerden como la “legislatura de la Covid 19”, pero, sin desmerecer a otros departamentos y temas, yo creo que ha sido la legislatura de la salud. Y de la salud en sentido amplio. Solo el disponer de un sistema sanitario integral y potente como el navarro –con una buena coordinación entre redes y niveles asistenciales- nos permitió como sociedad superar y gestionar una pandemia histórica. Y solo entendiendo que la principal “lección aprendida” de este trance sanitario -pero también social, económico y político- es reforzar y fortalecer el ecosistema sanitario de Navarra desde el liderazgo de la sanidad pública, podremos garantizar la cohesión, equidad y sostenibilidad de nuestra sociedad en el futuro. Y eso se hace, se está haciendo, con diferentes actuaciones en cuatro ejes claves: apuesta por los y las profesionales del sistema sanitario tanto en su vertiente laboral como organizativa; Refuerzo de la Atención Primaria, como eje vertebrador de todo sistema sanitario; modernización de la red hospitalaria, para dar un salto cualitativo el Hospital del siglo XXI; e incremento sostenido en la inversión sanitaria.
Esta legislatura –convulsa y difícil- ha sido algo más que pandemia aunque la pandemia ya fue “mucho”, un reto de primer nivel. Pero además, ha sido también la legislatura de las obras en centros de salud y hospitales, de la tecnología y medicina personalizada, de ley de eutanasia, de la empresa pública de transporte sanitario, del nuevo calendario de vacunación, de la ampliación de programas de cribado en cáncer, de la innovación en inteligencia artificial, del refuerzo de la investigación, de la asunción de la sanidad penitenciaria, del liderazgo en transplantes, de la prevención y promoción de la salud en clave comunitaria. Porque creo que la palabra “salud” cobra sentido unida al concepto de común. Un “bien común” que hay que defender, sostener y mejorar para las siguientes generaciones. Y para eso todas la partes de este ecosistema sanitario navarro, red púbica y red concertada, profesionales sanitarios y expertos en comunicación, centros de salud y hospitales, institutos de investigación y de salud pública… suman como en un gran ejemplo de coordinación y respuesta colectiva se dio en la pandemia. Y por ello la importancia de que los distintos medios de comunicación sigan colaborando tanto en la visibilización del trabajo sanitario como en la transmisión de contenidos de sobre un uso adecuado de los recursos sanitarios hacia la población cada vez más soberana y ávida de saber, de entender para cuidarse, autocuidarse y relacionarse con sus profesionales sanitarios.