Podríamos definir la diabetes mellitus como un conjunto de trastornos que llevan a una elevación del nivel de glucosa en sangre. Puede ser debido a un defecto en la secreción de insulina por el páncreas, o un defecto en su acción, o a una combinación de ambos.
Es importante porque una elevación continuada del nivel de glucosa puede llevar a una afectación de vasos sanguíneos de pequeño o de mayor calibre, así como alteración de la transmisión nerviosa a distintos niveles del organismo.
¿Cuántos tipos de diabetes hay?
La nomenclatura y clasificación de la diabetes ha ido cambiando a lo largo del tiempo.
En la actualidad se acepta la clasificación establecida por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en 2014 y vigente en la actualidad:
• Diabetes tipo 1: consecuencia de la destrucción de las células beta productoras de insulina, que conlleva una deficiencia absoluta de insulina. La mayoría es de causa autoinmune. Supone el 6-10% de todos los pacientes con diabetes .
• Diabetes tipo 2: provocada por pérdida progresiva de la secreción insulínica junto con una resistencia a su acción. Actualmente se calcula una prevalencia entre 8-12% de la población, con clara tendencia a un aumento progresivo. Se estima que un 6% de la población ( según el estudio di@betes de 2012) tiene diabetes no diagnosticada.
• Otros tipos específicos de diabetes mellitus: incluye diabetes debidos a defectos genéticos de la función de la célula beta y defectos genéticos en la acción de la insulina. También aquellas formas de diabetes que se asocian a enfermedad del páncreas exocrino y las que son consecuencia de otras enfermedades endocrinas o inducidas por fármacos
• Diabetes Gestacional: es la diabetes que se diagnostica por primera vez en el embarazo, independientemente del tratamiento que precisa y de su persistencia o no tras el parto.
¿Se puede prevenir la diabetes?
En el caso de la diabetes tipo 1, la complejidad de la respuesta inmune y el desconocimiento de posibles factores que inducen esta respuesta ha hecho que los distintos ensayos clínicos con terapias inmunosupresoras o inmunomoduladoras no hayan tenido resultados positivos ó han tenido resultados muy parciales. No obstante, en la actualidad se están llevando a cabo diversos proyectos internacionales con inversión económica importante, destinados a investigar en la etiopatogenia y la prevención de la DM1.
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de DM tipo 2 clásicamente se ha considerado: la obesidad, la dieta, el sedentarismo o inactividad física. Por ello, una intervención dirigida a disminuir el peso, la adherencia a la dieta mediterránea, junto con un aumento de la actividad física disminuirá el riesgo de la enfermedad. Es especialmente importante tenerlo en cuenta en aquellas personas de más riesgo como son las personas con antecedentes familiares de primer grado, mujeres con antecedente de diabetes gestacional o síndrome del ovario poliquístico, y aquellos que tienen otros factores de riesgo cardiovascular como hipertensión o colesterol elevado.