El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres, y como ya se ha señalado en un artículo anterior, un problema de salud importante entre las mujeres navarras.
La forma más eficaz de controlar una enfermedad es evitar su aparición, sin embargo, a pesar de la multitud de estudios realizados, los factores de riesgo clásicos explicarían menos del 50% de los casos observados. Por el contrario, el cáncer de mama es una entidad susceptible de cribado: constituye un problema de salud importante, se conoce su historia natural, se dispone de métodos diagnósticos que permiten detectar la enfermedad en fases iniciales y su tratamiento es más efectivo cuando se diagnostica en un estadio precoz.
En numerosos estudios se ha demostrado que la realización de mamografías periódicas conduce a una disminución del riesgo de morir por esta enfermedad. Esta disminución se estima en alrededor del 30% en el grupo de más de 50 años. El cribado poblacional por debajo de esa edad exige la realización de nuevos estudios que demuestren su efectividad.
El primer programa poblacional de detección precoz de cáncer de mama en España se inició en Navarra en 1990. Desde entonces todas las comunidades han ido poniéndolos en marcha, habiéndose alcanzado ya un 100% de cobertura.
Todos los programas incluyen el grupo de edad de 50 a 64 años. Algunos también incluyen a mujeres entre 45 y 49 años. La edad máxima objetivo va extendiéndose progresivamente hasta los 69 años. La prueba básica de cribado es la mamografía. Todos los programas coinciden en la periodicidad del cribado, cada dos años, independientemente de los factores de riesgo. Únicamente se recomienda un control más frecuente si existen criterios radiológicos de carácter individual que la indiquen.
Programa de detección precoz de cáncer de mama en Navarra
El Programa de Prevención de Cáncer de Mama de Navarra se inició, a efectos de realización de exploraciones, el 3 de marzo de 1990. En agosto del año 2010 ha comenzado su vuelta numero 11, que finalizará en julio del año 2012. El Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama se desarrolla según las siguientes bases:
Población objetivo: mujeres residentes en Navarra de edades comprendidas entre 45 y 69 años. En este momento están incluidas alrededor de 90.000 mujeres. Todas ellas reciben una carta de invitación personal con el día y hora reservada para realizar su correspondiente revisión.
Test de cribado: A todas las mujeres se les hacen dos mamografías por mama. Cuando el resultado de su lectura no es concluyente se les vuelve a citar para realizar pruebas complementarias (nuevas mamografías y/o ecografía). Si después existe sospecha de tumor maligno, la mujer se envía a los hospitales de referencia (Hospital de Navarra y Hospital Virgen del Camino) para completar el proceso diagnóstico y terapéutico.
Intervalo entre exploraciones: Con carácter general se establece en 2 años, aunque a un subgrupo de mujeres se les recomienda una revisión al año.
El programa, está integrado en el Instituto de Salud Pública. Desde ese centro se realizan todas las actividades de dirección, gestión y evaluación del programa. En el mismo centro se ubica una Unidad de Detección con dos mamógrafos, donde se exploran las mujeres que residen en Pamplona y comarca. El resto lo hacen en una Unidad Móvil que va recorriendo toda Navarra.
La Unidad Móvil tiene un importancia vital para acercar el servicio a la población y para conseguir una accesibilidad total. Además Navarra es una provincia con una población bastante dispersa, especialmente en la zona norte, por lo que un autobús lanzadera realiza los traslados de las mujeres desde cada una de sus localidades de residencia hasta el lugar de instalación de la Unidad Móvil, habitualmente Centros de Salud.
Resultados del proceso
Cuando se diseñó este programa, uno de los aspectos fundamentales que se consideró fue el de la participación, y en consecuencia se trabajó para conseguir que la mayoría de las mujeres acudieran a la cita. La sensibilización, no solo de las mujeres objetivo sino de toda la población, mediante grandes campañas de publicidad y la organización del servicio teniendo en cuenta la accesibilidad al mismo, fueron determinantes para conseguir que las mujeres realizaran esa primera exploración. Así lo manifestaron ellas mismas en los primeros estudios de opinión que se realizaron.
En estos años más de 150.000 mujeres han sido invitadas al menos una vez y ya desde la primera vuelta se obtuvieron participaciones por encima del 85%, cifra que con pequeñas oscilaciones se han mantenido durante los 20 años de desarrollo del programa.
Pero además es necesario que las exploraciones se realicen en el intervalo recomendado y que las mujeres se adhieran al mismo, es decir, que vuelvan en las sucesivas invitaciones. La adherencia en el programa de Navarra siempre ha superado el 95%; la realización de mamografías ya es un hábito entre la población femenina de Navarra.
A lo largo de estos años se han realizado más de 500.000 exploraciones. La lectura del test de cribado permite descartar la sospecha del tumor en más del 90% de los casos; menos de un 1% requieren completar el estudio en los hospitales de referencia.
En el 95% de los casos se obtiene un resultado negativo; la mujer vuelve a ser citada a los 2 años para realizarse una nueva exploración. Aproximadamente un 4,5% de las mujeres son citadas al año para una revisión intermedia. En 4,5 de cada mil mujeres exploradas se confirma un tumor maligno.
Impacto del programa
Se observa una clara diferencia entre los tumores que se diagnosticaban antes y después de la puesta en marcha del programa. Incluso los cánceres detectados fuera de programa presentan unas características mucho más favorables que las de los diagnosticados con anterioridad al mismo, lo que pone de manifiesto el cambio global que se produce en el manejo clínico de una patología cuando se establece un programa de tipo poblacional (20% frente a 5% de tumores intraductales, 60% frente a 35% son invasivos menores de 2 centímetros, más del 70% no tienen invasión ganglionar etc. )
A corto plazo, esta modificación en el estadio de diagnóstico se traduce en un aumento de supervivencia, como así ha ocurrido en Navarra. La supervivencia relativa a 5 años ha pasado de 70% en los tumores diagnosticados en el quinquenio 1985-1989 a algo más del 85% en los del periodo 1995-1999 (más del 90% si solo se consideran los diagnosticados por programa). La tendencia de la mortalidad por cáncer de mama era ascendente hasta 1993-95, en donde se alcanzó la tasa máxima, para comenzar un descenso en los años siguientes. El porcentaje de descenso entre el periodo 2002- 2004 y el previo a la introducción del programa, 1987-1989, fue de un 36%. En el grupo de edad de 50 a 69 años la tasa observada en el periodo 2002-2004 es un 52% menor.
El cáncer de mama no se puede evitar pero sí controlarlo detectándolo precozmente. Las mujeres navarras así lo han entendido y con su participación en el programa a lo largo de todos estos años son las que han hecho que realmente sea cierto lo que desde el principio se consideró como el slogan del programa: Prevenir es curar.