El síndrome del túnel del carpo


Cristina María Pueyo Ruiz. FEA Rehabilitación. HCU Lozano Blesa

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El síndrome del túnel del carpo (STC) es una patología que hace referencia a la compresión del nervio mediano a su paso por la muñeca. Este nervio discurre a través de un canal o túnel que se encuentra al nivel del talón de la mano; los límites anatómicos de este canal son en su base, los huesos que constituyen el carpo (trapecio, y escafoides en el lado externo de la mano y pisiforme, grande y ganchoso en lado interno) y el techo del canal está formado por el ligamento transverso del carpo. Por dicha zona trascurren además del nervio mediano, los tendones flexores de los dedos y las estructuras vasculares.

Cuando se produce la compresión del nervio, el paciente relata dolor y alteraciones en la sensibilidad por la cara palmar del borde externo de la mano, el dedo pulgar, el índice y el corazón, y en la mitad del dedo anular contigua al dedo corazón. El dolor suele ser de características punzantes / quemantes, con sensación de hormigueo y adormecimiento, incluso refiere torpeza en la mano y dificultades en la manipulación. Destaca también que la clínica se acentúa por la noche o al efectuar determinadas actividades.
Si la compresión del nervio es prolongada pueden llegar a atrofiarse los músculos del borde palmar externo de la mano e incluso pérdida del movimiento de los tres primeros dedos.
Existen signos y síntomas que nos hacen sospechar la existencia de este síndrome, por lo que es imprescindible la realización de una adecuada exploración e historia clínica para el diagnóstico, aunque la confirmación se establece mediante la realización de pruebas electroneurofisiológicas, que permiten conocer la intensidad de la compresión del nervio y diferenciar el tipo de lesión.
El atrapamiento del nervio mediano es la compresión nerviosa de mayor prevalencia. Su incidencia se sitúa entre el 1 y el 10% y frecuentemente, los síntomas aparecen en ambas manos. Es más prevalente en mujeres que en hombres aunque en los hombres la prevalencia aumenta con la edad.
En el 15 % de los casos, el síndrome del túnel del carpo es idiopático, es decir, que no se conoce la causa por la que se produce. En el resto de casos se asocia con lesiones traumáticas en la muñeca, artritis reumatoide, embarazo, obesidad, alteraciones tiroideas, diabetes, consumo de alcohol o tabaco y actividades laborales o lúdicas que requieran un uso repetido de la muñeca y de la flexión de los dedos.

STC y embarazo

El STC es una complicación que puede aparecer durante el embarazo. Durante éste, se produce un edema de los tejidos que forman el túnel, disminuyendo la luz del mismo y produciendo la compresión del nervio. A lo que se suma un efecto negativo en la evolución, si la embarazada presenta algún factor de riesgo de los que se relacionan con el síndrome (diabetes, obesidad, fumadora, etc.). Se ha observado que los síntomas comienzan a notarse hacia el tercer trimestre, afectando en muchas ocasiones a ambas manos y suele obtenerse una remisión espontánea en el postparto.

STC y lesión neurológica

Pacientes afectos de alguna lesión neurológica que realicen una propulsión manual de la silla de ruedas, producen una sobrecarga a nivel de la muñeca, o pacientes que tengan como secuela una parálisis en el brazo y adopten posturas en flexión dorsal forzada y mantenida de la muñeca, pueden padecer también este síndrome. Con ello se merma la limitación funcional ya existente, dificultando las actividades básicas de la vida diaria e incluso imposibilitándole el desplazamiento a estos pacientes.

STC y actividad deportiva

En el ámbito del deporte, el síndrome del túnel del carpo es común en los deportes donde se ejerce fuerza en la mano y muñeca; destacar entre ellos la escalada, pero también el balonmano, deportes de raqueta, deportes de barra como la gimnasia o la halterofilia, o el ciclismo, entre otros. Y a su vez, es más frecuente en deportistas con discapacidad, que precisen silla de ruedas para ejecución de los mismos.

STC y actividad laboral

El STC también puede ser originado o agravado por la actividad laboral. Son factores de riesgo los trabajos que requieran actividades de precisión manipulativa, trabajos alternantes de aumento o disminución de fuerza manual repetitivos, exposiciones a fuerzas adversas como vibraciones o mantenimiento continuado de ciertas posturas, como manejar un ordenador . Con todo ello el síndrome del túnel del carpo constituye una causa importante de baja laboral.

Prevención

Es necesario conocer las posibles condiciones ergonómicas adversas del paciente a la hora de la realización de la actividad laboral o de ocio; ya que la realización errónea de las mismas o la utilización inadecuada de determinadas herramientas para realizarlas, puede representar un factor de riesgo para la aparición de esta patología. Por lo tanto, una adecuada educación ergonómica para estas actividades es la parte fundamental de la prevención del síndrome y constituye también el primer pilar de tratamiento.
Cada persona de manera individual debe implicarse en esta prevención y ser responsable de su propia salud. Es conveniente que conozca las situaciones o actividades que constituyen un factor de riesgo para esta patología y aprender a realizarlas correctamente, y debe llevar un estilo de vida saludable, evitando la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol y tabaco, que como ya hemos comentado anteriormente, constituyen un factor de riesgo evitable.

Tratamiento

Dentro del abordaje terapéutico insistimos en que lo primordial es la modificación de hábitos y una educación ergonómica. Se aconseja adoptar una postura neutra de la muñeca en actividades de posición mantenida de la mano y modificar el patrón de movimiento en actividades que requieran uso repetitivo, fuerza intensa o vibración, o incluso evitar dichas actividades en la medida de lo posible.
Dentro del tratamiento rehabilitador para el síndrome del túnel del carpo pueden emplearse, según la gravedad del cuadro, técnicas de electroterapia como estimulación eléctrica transcutánea (TENS), iontoforesis o ultrasonidos. La aplicación de frio local puede, en situaciones, ayudar a aliviar el dolor al reducir la inflamación. También se recomienda la utilización de una órtesis o muñequera, incluso solo de uso nocturno, con la muñeca colocada en posición neutra, que es la posición de mayor reposo.
Son también beneficiosas las técnicas de cinesiterapia con técnicas manuales sobre el carpo y con estiramientos que relajen la musculatura flexora de la muñeca, mejorando la flexibilidad de los tendones, reduciendo la inflamación y ampliando la luz del canal del carpo, dejando más espacio para el recorrido del nervio. Si existe debilidad asociada, se pueden añadir ejercicios de fortalecimiento.

En casos de compresión severa del nervio o refractarios a tratamiento conservador, se utiliza la cirugía para la descompresión del nervio mediano, que puede ser tanto por técnica abierta como endoscópica.