Es una enfermedad autoinmune que provoca hipertiroidismo debido a la estimulación anómala de la tiroides por anticuerpos dirigidos contra el receptor de TSH (TRAb). Es la causa más frecuente de hipertiroidismo en adultos, especialmente en mujeres jóvenes. Su prevalencia es del 1-1.5%
Causa y fisiopatología
El sistema inmune produce TRAb, que activan continuamente la tiroides, provocando sobreproducción hormonal. Tiene base genética y se asocia a factores ambientales como el estrés, tabaco o exceso de yodo.
Clínica
Los síntomas incluyen pérdida de peso, palpitaciones, nerviosismo, insomnio, intolerancia al calor, sudoración, temblor fino, diarrea, debilidad muscular y bocio. Puede asociarse a oftalmopatía tiroidea y, en casos raros, a mixedema pretibial.
La oftalmopatía es la principal manifestación extratiroidea, se estima que aparece en el 30-50% de los pacientes, pero solo un 3-5% desarrollan formas graves. Es más frecuente en pacientes fumadores, en mujeres (aunque los hombres tienden a desarrollar formas más graves) y en pacientes con un hipertiroidismo mal controlado.
Tratamiento
- Sintomático: betabloqueantes (propranolol) para controlar síntomas adrenérgicos (taquicardia, temblor, hipertensión, ansiedad o sudoración).
- Antitiroideos de síntesis (ATS): metimazol o propiltiouracilo, usados durante 12-18 meses.
- Yodo radiactivo (I¹³¹): tratamiento definitivo no quirúrgico. Como contraindicaciones (embarazo o la presencia de oftalmopatía tiroidea activa).
- Cirugía (tiroidectomía): opción en bocio grande, intolerancia a ATS o malignidad sospechosa. También suele resultar en hipotiroidismo.
El hipertiroidismo no tratado puede tener consecuencias clínicas graves como, arritmias, hipertensión sistólica, debilidad muscular, amenorrea y crisis tiroidea.
Evolución
La enfermedad puede remitir, aunque hasta el 50% de los pacientes recaen tras tratamiento con ATS. El hipotiroidismo suele ser la consecuencia final, ya sea por destrucción autoinmune o por tratamiento definitivo, lo que requiere levotiroxina de por vida.
Tratamiento definitivo
Tanto el yodo radiactivo como la tiroidectomía son considerados tratamientos definitivos, al eliminar la función tiroidea. La elección depende del paciente, la presencia de oftalmopatía y otros factores clínicos.
AUTORAS:
Leticia Serrano Urzaiz. Adjunta de Endocrinologia y Nutrición del Hospital Clínico Lozano Blesa. Zaragoza.
Wendy Valeria González Sacoto. Adjunta de Endocrinologia y Nutrición del Hospital de Barbastro.
Macarena Lacarta Benítez y Carlos Moreno Gálvez. MIR de Endocrinologia y Nutrición del Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.