Entrenamiento del suelo pélvico masculino como tratamiento de patología urológica


Santiago Ezquerro Sáenz, Clara Gareta Alquezar y Mª Jesús Gil Sanz. Servicio de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza

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El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos antigravitatorios que se encuentran en la base de la pelvis. Su función más conocida es la de retener las vísceras del abdomen y la pelvis, es decir sostener el aparato digestivo, urinario y reproductor. Así pues, es el responsable de controlar la continencia urinaria y anal.

Los hombres, al igual que las mujeres, pueden ejercitar y entrenar su suelo pélvico. Es necesario y recomendable ejercitar dicha zona anatómica ya que mejora su calidad de vida. El entrenamiento del suelo pélvico está claramente más recomendado en aquellos varones que se van a someter, o se han sometido, a un tratamiento quirúrgico pélvico (como la cirugía prostática). También existen otras indicaciones de rehabilitación y beneficios en pacientes con otros trastornos como el síndrome de dolor pélvico crónico o disfunción eréctil o problemas en la eyaculación.

¿Hay diferencias entre el suelo pélvico masculino y femenino?

El suelo pélvico masculino no tiene por qué ser más fuerte que el femenino. El tono de base de la musculatura del suelo pélvico es individual de cada persona, independientemente del sexo, y está relacionada con factores de riesgo y la edad.

Factores de riesgo debilitantes

El estreñimiento crónico es uno de los principales factores de riesgo de las disfunciones pélvicas. El embarazo, parto, postparto y menopausia también son factores que dañan el suelo pélvico femenino, produciendo atrofia y sequedad vaginal.
También, los deportes de alto impacto, como pueden ser el voleibol o el running, suelen tener una prevalencia de incontinencia de orina del 80%. Otros factores debilitantes comunes a ambos sexos son: sobrepeso u obesidad, edad, tos crónica, levantamiento frecuente de cargas o pesos, cirugías abdominales y/o perineales.
Los hombres, en particular, tienen asociado el factor de riesgo de la cirugía prostática como principal causa de incontinencia urinaria. A pesar de existir hoy en día nuevas técnicas quirúrgicas, y avance en cirugía laparoscópica y robótica, que han hecho disminuir estas secuelas de forma muy significativa.

Ejercicios para fortalecer el suelo pélvico

Los ejercicios de Kegel hacen más fuerte el suelo pélvico, y se trata de aprender a realizar contracciones de dicha musculatura. Por norma general, el fisioterapeuta personalizará el tipo de ejercicios y contracciones a realizar en función de las necesidades y capacidades de cada paciente y patología a tratar.
En los hombres, los ejercicios de Kegel consiste en realizar contracciones repetidas de la musculatura pélvica: zona del esfínter uretral, anal o ambas. Se debe sentir cómo toda la zona que corresponde al conducto urinario, es decir, la uretra, así como la zona anal y su esfínter, experimentan una especie de cierre y elevación hacia el interior de tu cuerpo.
Hay que procurar que estas contracciones voluntarias del suelo pélvico no impliquen una contracción de los glúteos ni los aductores ni musculatura abdominal.
Se aconseja realizar dos o tres series al día, de aproximadamente 8-12 contracciones por serie que debemos mantener durante unos 8 segundos cada contracción. Es importante tener en cuenta que es mejor la calidad de las contracciones que la cantidad de las mismas, por lo que comienza realizando un número de repeticiones con el que te sientas cómodo y poder realizar la técnica correctamente.

¿Qué beneficios aporta en el hombre el entrenamiento del suelo pélvico?

• Mejora la incontinencia urinaria, en el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo (escapes de orina al toser, reír, correr…).
• Previene las infecciones de próstata (prostatitis aguda).
• Mejora la calidad de las erecciones y control eyaculatorio.
• Mejora de otras patologías como la incontinencia fecal, dolor pélvico y perineal…
• Aumento del bienestar físico y emocional.