Una ergometría, comunmente conocida como prueba de esfuerzo, es una técnica diagnóstica muy frecuentemente solicitada en cardiología para el estudio de pacientes que refieran presentar episodios de dolor torácico. De este modo se busca poder evaluar la capacidad de respuesta del corazón ante el esfuerzo y detectar posibles alteraciones.
Recomendaciones para el paciente previas a la prueba
Cuando a un paciente se le solicita dicho estudio, la enfermera deberá dar las siguientes indicaciones al paciente para el día en que se realice la prueba: deberá venir en el mismo día con ropa y calzado cómodo, podrá desayunar (aunque si la prueba va a realizarse muy pronto por la mañana será mejor que el desayuno sea ligero), deberá evitar en consumo de té, café, tabaco y otros excitantes cardíacos las horas previas, deberá venir con su medicación habitual tomada (a excepción de aquellos pacientes a los que su cardiólogo les haya indicado no tomar alguna medicación), será recomendable que venga acompañado y deberá traer el consentimiento firmado.
Preparación del paciente para la prueba
La ergometría es una prueba que realiza la enfermera con ayuda de auxiliar de enfermería y en presencia de un cardiólogo.
En primer lugar se le pedirá al paciente que retire su ropa de cintura para arriba y se procederá a rasurar el pecho en caso de que sea necesario y a la colocación posterior de los electrodos. Antes de comenzar la prueba se le realizará un electrocardiograma al paciente en posición decúbito supino (tumbado boca arriba) y otro en bipedestación (de pie). Una vez impresos esos dos electrocardiogramas de referencia, colocado el manguito de la tensión y comprobado que las cifras son normales dará comienzo la prueba.
La cinta empezará a moverse muy despacio para cada cierto tiempo (variable según la capacidad física del paciente, edad u otros) incrementar no sólo su velocidad sino también su pendiente. Es muy importante que el paciente sepa que debe comunicarnos cualquier molestia que presente así como su deseo de parar. Para que la prueba sea concluyente es necesario que el paciente alcance el 85% de su frecuencia cardíaca teórica máxima, pero si durante la prueba se objetivan alteraciones en el electrocardiograma, el paciente refiere molestias torácicas o imposibilidad de seguir, o la tensión se eleva demasiado, entre otros criterios, se detendrá la cinta.
¿Qué ocurre después de la prueba?
Una vez terminado el esfuerzo, el paciente permanecerá sentado en una silla hasta que sus constantes vuelvan a la normalidad y después podrá vestirse para volver a casa en caso de que la prueba no haya reflejado alteraciones. En caso de modificaciones en el electrocardiograma o en pacientes que durante el esfuerzo hayan presentado dolor en el pecho compatible con angina, su cardiólogo podrá indicarles más pruebas, nuevos tratamientos e incluso el ingreso para ampliar el estudio.