Estimulación del bebé


Ana Carmen Valer Pelarda. Fisioterapeuta. Hospital Miguel Servet (Sector Zaragoza II). Diego Calavia Sarnago. Fisioterapeuta de AP. CS Univérsitas (AP Sector Zaragoza III). Gema Galindo Morales. Fisioterapeuta de AP. CS Delicias Sur (AP Sector Zaragoza III). Mª Mar Sancho García. Fisioterapeuta. Hospital Miguel Servet (Sector Zaragoza II)

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La información proporcionada a continuación, está destinada a padres de bebés, o a aquellos que lo van a ser en un futuro cercano, para que les sirva de ayuda en estos primeros meses.

Es muy importante que, durante este tiempo, el niño se encuentre en un ambiente en el que se estimule su desarrollo psicomotor, entendiendo éste como el conjunto de habilidades que se observan en el niño de forma continua durante toda la infancia y que corresponden tanto a la maduración de las estructuras nerviosas como al aprendizaje que el bebé hace descubriendo su cuerpo y lo que le rodea.
Desde el primer momento, es primordial EL CONTACTO piel con piel con el bebé, ya que ayuda a su regulación, a la formación e integración de su esquema corporal y a establecer un gran vínculo con sus padres.
La estimulación del niño comienza desde que nace. Un bebé aprende mediante la exploración del entorno, por eso son necesarios diferentes tipos de estímulos: visuales, auditivos, táctiles, de movimiento… La gran tarea de los padres es saber acompañar al niño en las diferentes etapas de su desarrollo.
Durante el primer mes de vida, el bebé mantiene una posición fetal similar a la que tenía cuando estaba en el útero materno. Poco a poco irá extendiendo los brazos y las piernasResaltamos tres puntos muy importantes en el desarrollo del niño estos primeros meses: favorecer el control de la cabeza, jugar bocabajo y estimular la manipulación.

Control cefálico

En los primeros días y semanas de vida, el niño mantiene la cabeza a un lado, y poco a poco va aguantando más en la línea media. En esta etapa podemos estimularle para que mantenga la cabeza recta y también trabajar los giros hacia ambos lados. Ambas cosas las realizaremos utilizando juguetes sonoros (en los que el estímulo auditivo será el desencadenante del movimiento) o con luz (en los que primará el estímulo visual).

Jugar bocabajo (Decúbito prono)

Es necesario que, desde el primer momento, varias veces al día, según tolerancia y con supervisión de los padres, se coloque al niño despierto en esta posición. En esta postura podemos también trabajar el control cefálico ofreciendo estímulos que llamen su atención. Esta fase es previa a otras como el rastreo y el gateo que le ayudarán a desarrollar un buen sistema vestibular, propioceptivo y visual.
Podemos decir que la postura bocabajo junto con un porteo bien realizado son grandes ayudas para prevenir deformidades de la cabeza.

Estimular la manipulación (agarre)

Los muñecos blanditos o de diferentes texturas estimulan el tacto y serán ofrecidos primero cerca de la mano para favorecer el agarre.
Al principio, el pulgar se encuentra alojado en la mano y los dedos están flexionados. Poco a poco se va abriendo y eso permitirá más adelante el apoyo palmar.
Alrededor de los dos meses se establece la coordinación mano – boca, en la que el niño descubrirá su mano llevándosela a la boca. Al final de los dos meses aparece la coordinación mano con mano, en la que va juntando las dos manos, y más adelante sobrepasará la mano la línea media.
Como conclusión final, decir que los padres del niño deben observar su postura y movimiento, y en el caso de que detecten que el niño adopta malas posturas mantenidas, que aparecen asimetrías en estructuras o en movimiento… deben acudir al pediatra para que lo pueda derivar a un fisioterapeuta especialista en tratamiento infantil.
Así mismo, se recomienda no abusar de dispositivos como hamacas que limitan el movimiento.

No olvides que lo mejor para tu bebé es el contacto y el movimiento. Y ahora… ¡a disfrutar de cada una de sus etapas!