Estrés y corazón

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Creo recordar que desde siempre me ha apasionado el cerebro humano, por lo menos desde que era estudiante de EGB, antes de ejercer la cardiología en Pamplona.

El cerebro es un órgano imprescindible para dirigir a todos los órganos del cuerpo sin que nosotros seamos conscientes (sistema nervioso autónomo), pero que también permite que podamos pensar, tomar consciencia de quienes somos, controlar algunos órganos de forma activa (por ejemplo la respiración) y entre otras muchas cosas responder al estrés al que podamos estar sometidos.

Cerebro y corazón

Al cerebro lo veo como si fuese un ordenador muy complejo; con muchas piezas y cables: con un hardware (anatomía) y un software (programación) muy bueno. El software (la programación del ordenador-cerebro) además aprende “solo” y/o de forma activa, y se actualiza de forma constante: aprendemos a hablar, aprendemos a comer, aprendemos a pensar ¡cómo manejo el estrés!
Las neuronas y los nervios, la anatomía del sistema nervioso, me los imagino como el hardware (la estructura física del ordenador).
Otro órgano que responde al estrés es el corazón. Es un órgano compuesto por básicamente músculo, tejido valvular y tejido “eléctrico”. Se contrae de forma autónoma (de forma inconsciente) pero todo lo que pasa a nuestro alrededor le afecta a través del sistema nervioso (el famoso estrés). Si vemos mientras caminamos por Pamplona un tigre salvaje delante nuestro, el corazón se pondrá a latir muy deprisa de forma automática. Esto es debido entre otras cosas a la liberación de una hormona que se llama adrenalina. Esta reacción es natural y prepara a nuestro cuerpo (no solo al corazón) para reaccionar de una forma rápida ante una situación poco favorable como la que hemos descrito, aunque si la respuesta es demasiado intensa puede llegar a paralizarnos.
Hoy en día no vemos tigres (un estrés enorme de forma repentina) por la calle en Pamplona, pero si estamos sometidos a demasiados “mini-tigres” durante todo el día (pequeño focos de estrés): me levanto, llego tarde al trabajo, tengo que sacar adelante un proyecto, voy en coche y tengo que estar atento, me llegan dos mensajes por redes sociales al teléfono, estoy pendiente de internet, escucho la noticias que no suelen ser positivas, y todo esto en un mundo lleno de prisas. Si este ataque de “mini-tigres” es constante y mantenido a lo largo del tiempo (muchos pequeños focos de estrés) puede llegar a estropear a nuestro ordenador y provocar ansiedad. La respuesta natural al estrés dejará de funcionar bien por exceso de uso y pueden aparece síntomas de ansiedad: sobrecarga de pequeños estímulos de estrés mantenidos en el tiempo. Esto nos pasa a casi toda la población occidental.

La adrenalina

En resumen solemos estar sometidos en mayor o menor medida a cierto estrés, debido a muchos factores externos e internos y esto provoca una liberación mantenida y perjudicial de varias hormonas (como la adrenalina) que hacen que estemos todo el día en una tensión mayor de la que es recomendable. Además este estrés-ansiedad (pequeños ataques de “mini-tigres” de forma constante) no es bueno para nuestro organismo y en particular es perjudicial para el corazón y para nuestras arterias. Es algo demostrado científicamente. Qué podemos hacer frente a nuestro estilo de vida occidental tan perjudicial para nuestro corazón: solemos comer mal, no solemos hacer ejercicios, seguimos fumando, vivimos estresados, estamos “empantallados”, no leemos… Mi respuesta es clara pararse a pensar, o mejor dicho pararse. Sino pensamos en cómo vivimos y en cómo nos gustaría vivir nunca cambiaremos. Y eso solo se hace pensando y teniendo un plan de acción para prevenir la enfermedad coronaria.

Seis consejos sencillos: 1- No fumes. 2- Come saludablemente. 3- Haz ejercicio. 4- Reduce el estrés. 5- Mantén tu pedo ideal. 6- Conoce tus niveles de colesterol, azúcar y presión arterial.
Lógicamente hay que ir al detalle y, en ocasiones, si hay demasiado estrés hay que acudir a un buen profesional.
Si estamos demasiado agobiados, no dormimos bien, estamos todo el día enfadados, irritables… mi consejo es que hay que acudir a un buen psicólogo o psiquiatra que nos ayude.

Cambiar el estilo de vida

Es importante saber que en la consulta de cardiología hay que tener en cuenta todos estos factores que hemos descrito a la hora de comunicarnos con el enfermo. Por eso insisto mucho a los pacientes que acuden a mi consulta en que se olviden del tiempo para contarme sus problemas, que traten de estar relajados (ir a un cardiólogo produce en general estrés). Además, los factores psicológicos son importantes, no solo porque son más frecuentes en los pacientes con enfermedad cardiaca (ya han sufrido el ataque de un “tigre salvaje”), sino también porque afecta al bienestar físico y psíquico, al estilo del vida (generalmente una persona con ansiedad lleva una vida desordenada) y porque si no se habla de ello en la consulta (sino le explicamos al paciente que es el estrés y como se trata), favorece que el paciente tome peor la medicación (no esta motivado), no siga las revisiones en la consulta y sea más difícil que cambie su estilo de vida.
Por último, os propongo ver un vídeo de Valentín Fuster que os puede ayudar (un cardiólogo impresionante): “Las ocho claves para vivir mejor”. https://www.youtube.com/watch?v=lIlMtl0g7KM
1. Tiempo para reflexionar.
2. Cuál es tu talento.
3. Trasmitir positividad.
4. Tutoría.
5. Actitud positiva.
6. Aceptar quien eres.
7. Autenticidad.
8. Altruismo.