El espolón calcáneo es una patología que puede cursar con un dolor intenso en el talón y que en ocasiones se irradia a la planta del pie o hacia el tendón de Aquiles. Se puede ocasionar por una acumulación de calcio, que deriva en una formación ósea por un exceso de presión en esa parte del pie.
El dolor se manifiesta habitualmente al levantarse por las mañanas o tras permanecer un rato sentado y ponernos de pie, o al comenzar a caminar o a correr.
La fascitis plantar es una inflamación aguda o crónica de la fascia plantar. La fascia plantar es una banda de tejido elástico que va desde el talón hasta el metatarso. Cumple una importante función biomecánica al caminar o al correr, absorbiendo y amortiguando el impacto que se produce cuando el pie choca contra el suelo.
Qué son las ondas de choque
Las ondas de choque son ondas acústicas hipersónicas de alta energía que generan una diferencia de presión entre los medios por los que se propaga, promoviendo la regeneración y reparación de los tejidos.
Los efectos biológicos que desarrollan son:
• Analgesia
• Efecto antiinflamatorio
• Fragmentación de depósitos cálcicos
• Noeosteogénesis
Aplicaciones de las ondas de choque
La terapia por ondas de choque radiales (RSWT) ha revolucionado el tratamiento del dolor en determinadas lesiones:
• Espolón calcáneo
• Fascitis plantar
• Tendinitis calcificante del hombro
• Síndrome subacromial del hombro
• Epicondilitis (codo de tenista)
• Síndrome doloroso del trocánter mayor (cadera)
• Tendinopatía rotuliana
• Osteocondritis de la tuberosidad tibial anterior (Osgood-Schlatter)
• Periostitis tibial
• Tendinopatía Aquílea (insercional y de tercio medio)
Tratamiento del espolón calcáneo y de la fascitis plantar
La terapia por ondas de choque radiales es un procedimiento sencillo que se realiza de forma ambulatoria en nuestro Centro. En primer lugar se explora la zona afectada con el objetivo de localizar los puntos más dolorosos, buscando la mayor precisión. A continuación, se aplican las ondas de choque a través de un gel conductor que permite su transmisión de una manera eficiente.
Se trata de un dispositivo mediante el cual el médico, utilizando una técnica con un protocolo determinado, aplicará las ondas manualmente.
Normalmente este tratamiento requiere de 3 a 5 sesiones con una semana de intervalo entre ellas.
Aproximadamente el 80% de los pacientes refieren una mejoría importante después de la segunda sesión.
En el Centro Médico Kines disponemos del equipo Swiss DolorClast, una tecnología de ESM que satisface las exigencias más altas de calidad y seguridad.