Hernias inguino-crurales


Antonio García Domínguez, Melody García Domínguez, Alejandra Utrilla Fornals, Lara Aparicio Juez, Paula Omedas Bonafonte, Carmen Jimeno Griñó, Francisco Javier García Alarcón, María Marín Ibáñez, Mariella Olivari Montoya y María José Anoro Casbas

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A menudo muchos pacientes acuden al Servicio de Urgencias refiriendo presentar un “bulto” en la ingle que aparece tras la realización de determinados esfuerzos y que después desaparece, ya sea de forma espontánea o porque el propio paciente ha conseguido reintroducirlo. Esta descripción es compatible con las hernias de la región inguino-crural.

La hernia es la protrusión de un saco, que contiene un asa intestinal, revestido de peritoneo a través de la capa musculoaponeurótica de la pared abdominal, debido a la presencia de puntos débiles en dicha pared.
Desde un punto de vista anatómico, podemos clasificar las hernias de la siguiente forma:
1) Hernias inguinales indirectas o laterales: son aquellas en las que el saco herniario sale lateralmente a los vasos epigástricos a través del orificio inguinal profundo, introduciéndose en el conducto inguinal junto con el resto de los componentes del mismo. Dichas hernias pueden progresar hasta llegar al escroto, denominándose hernias inguino-escrotales).
2) Hernias inguinales directas o mediales: son aquellas en las que el saco herniario sale medialmente a los vasos epigástricos a través del denominado triángulo de Hesselbach debido a una debilidad de la pared posterior (fascia transversalis). Por tanto, este tipo de hernias son independientes del anillo inguinal profundo y del conducto inguinal.
3) Hernias crurales o femorales: son aquellas en las que el saco herniario sale a través del orificio o anillo crural, situado por debajo del ligamento inguinal.
Las hernias de la región inguino-crural son uno de los motivos de consulta más frecuentes en el Servicio de Urgencias. Existen importantes diferencias en la frecuencia y distribución por sexo de ambos tipos de hernias, siendo las hernias inguinales mucho más frecuentes que las crurales. Haciendo referencia al sexo, la prevalencia de la hernia inguinal es mucho mayor en los hombres, debido a la existencia de una cierta vulnerabilidad anatómica de esta región. Sin embargo, la hernia crural es más predominante en mujeres.
Los factores involucrados en la hernia inguinal, son la elevación de la presión intraabdominal y la debilidad de los músculos abdominales adquirida con la edad. Por otra parte, la causa de las hernias crurales es todavía desconocida, viéndose favorecida por el incremento de la presión intraabdominal y la atrofia que sufre el tejido del canal femoral debido a la edad.
Dentro de los factores que predisponen al desarrollo de las hernias, se incluyen factores generales (como edad, sedentarismo, embarazos múltiples, cirugías previas…) y todas aquellas circunstancias que aumentan la presión intraabdominal (como la obesidad, patologías pulmonares crónicas que impliquen un aumento en la frecuencia de tos, estreñimiento…).
El diagnóstico de las hernias inguino-crurales se basa habitualmente en la historia clínica (el paciente refiere presentar un bulto en la ingle que aumenta con los esfuerzos y se reduce espontáneamente, manualmente o con el decúbito [al tumbarse]) y en la exploración física (donde se palpa una tumoración en la región inguinal cuando se le pide al paciente que realice un determinado esfuerzo). Si existen dudas diagnósticas, puede estar indicada la realización de una prueba de imagen que nos ayude a confirmar el diagnóstico, como por ejemplo, una ecografía.

¿Qué síntomas NO deberían preocuparme si tengo una hernia?

Si he sido diagnosticado de una hernia, debo saber que la hernia puede salir hacia afuera con la realización de determinados esfuerzos. Por eso se les recomienda a los pacientes que si van a realizar esfuerzos (como levantar grandes pesos, toser, estornudar, etc.) se coloquen la mano en la zona de la hernia para evitar que ésta salga. Con esta simple medida, evitamos el riesgo de que la hernia salga y no pueda volver a introducirse en la cavidad abdominal. Por tanto, si la hernia es capaz de salir y entrar de la cavidad abdominal sin ningún tipo de resistencia, significa que la hernia no está complicada y, por tanto, no hay riesgo de sufrimiento intestinal.

¿Qué síntomas deberían preocuparme y hacerme acudir al Servicio de Urgencias?

Si tras la realización de un determinado esfuerzo, usted experimenta que la hernia “se ha quedado fuera y la zona adyacente comienza a ponerse dura, roja/violácea, caliente y comienza con dolor abdominal, malestar general y fiebre, debe de acudir de inmediato al Servicio de Urgencias, ya que existe el riesgo de que el asa intestinal presente en dicha hernia este sufriendo una situación de isquemia y, por tanto, sufrimiento intestinal.

El tratamiento de las hernias inguino-crurales, ya sea de forma programada o de forma urgente, es la cirugía. El tratamiento quirúrgico de elección actualmente es la denominada Hernioplastia, que consiste en la colocación de una malla de polipropileno fijada con puntos de material irreabsorbible, lo que consigue reforzar la pared abdominal y evitar la reaparición de la hernia.

AUTORES

Antonio García Domínguez. Médico Interno Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Severo Ochoa.Leganés. Madrid
Melody García Domínguez. Médica Interno Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital San Jorge. Huesca
Alejandra Utrilla Fornals. Médica Interno Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital San Jorge. Huesca
Lara Aparicio Juez. Médica Interno Residente Servicio Urología. Hospital San Jorge. Huesca
Paula Omedas Bonafonte. Médica Interno Residente Servicio Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Carmen Jimeno Griñó. Médica Interno Residente Servicio Medicina Interna. Hospital San Jorge. Huesca
Francisco Javier García Alarcón. Médico de Servicio de Urología. Hospital San Jorge de Huesca
María Marín Ibáñez. Enfermera del Servicio Medicina Intensiva. Hospital  San Jorge de Huesca
Mariella Olivari Montoya. Enfermera del Servicio de especialidades médicas. Hospital San Jorge de Huesca
María José Anoro Casbas. Supervisora de Enfermería. Servicio de especialidades médicas. Hospital San Jorge de Huesca