Implantes dentales subperiósticos, alternativa segura y predecible para grandes atrofias

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Los avances en implantología dental intentan ofrecer soluciones más rápidas y predecibles a la pérdida de dientes. Los especialistas sabemos que los pacientes prefieren intervenciones que no sean muy traumáticas, y que les restauren los dientes en el menor tiempo posible.

Por eso, junto a los tratamientos más habituales que comportan la integración de implantes en el hueso y un proceso previo de reconstrucción ósea, surgen otras técnicas que permiten devolver la sonrisa mediante procedimientos menos invasivos y que, a la larga, resultan igual de eficaces.
Es el caso de los implantes subperiósticos, una técnica que, en realidad, tiene muchos años, pero que se ha reinventado gracias a la tecnología digital y los avances en materiales protésicos. Este tipo de implantes solucionan grandes atrofias maxilares o mandibulares en las zonas anatómicas donde habitualmente hay dificultades para colocar implantes, como el seno maxilar o el entorno del nervio mandibular.

Con el mismo propósito se utilizan también los implantes zigomáticos, que por su mayor longitud pueden anclarse en el pómulo y no necesitan una reconstrucción ósea previa. Los subperiósticos, debido a sus características, tampoco necesitan la restauración de hueso.

Qué es un implante subperióstico

Un implante subperióstico es una placa de osteosíntesis, de material similar a cualquier prótesis que se coloca en la estructura craneofacial. Se coloca debajo del periostio, la membrana que recubre al hueso en el maxilar y la mandíbula.

Lleva unos anclajes para insertar posteriormente las coronas y se atornilla en la superficie ósea, por lo que no necesita una gran densidad, a diferencia de un implante ordinario. Una vez colocada, la placa quedará oculta debajo del tejido de la encía.
A partir de la información que se obtiene de la boca mediante escáneres y con el apoyo de software de planificación dental, se crean placas personalizadas para resolver con exactitud la patología individual.

Cuando recurrimos a los implantes subperiósticos, podemos llegar a limitar la intervención a una sola sesión, en la que se colocarán los implantes y los dientes definitivos. Esto puede suponer un gran alivio para el paciente.

No les afecta la enfermedad periimplantaria

Por sus características, al no ir insertados en el hueso, no estarán afectados por la enfermedad periimplantaria, la más habitual de los implantes convencionales. Pueden surgir otras incidencias, como fracturas, aflojamientos de los tornillos o problemas en el tejido que los envuelve.

No obstante, como se trata de una técnica nueva o renovada, aún no ha pasado un tiempo suficiente para que la comunidad médica pueda dar datos válidos sobre su evolución. Por nuestra parte, creemos que es predecible y segura, y confiamos en ella porque estamos obteniendo excelentes resultados y muchos pacientes satisfechos.