Inmovilización con yeso en el tratamiento conservador de fracturas


Dra. María Pérez Mozas, Dr. David Cornejo Jiménez, Dra. Claudia Esther Villanueva Larumbe, Dra. Sara Guillén Aguinaga y Dra. Irene Aguirre Sánchez

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Las fracturas son lesiones comunes causadas por golpes o caídas, que requieren diagnóstico y tratamiento rápidos para evitar complicaciones. El tipo de tratamiento depende del hueso afectado, el tipo de fractura y la condición del paciente. Para fracturas no quirúrgicas, el yeso sigue siendo una opción efectiva.

¿Qué es un yeso y para qué se utiliza?

El yeso es un material que inmoviliza huesos y articulaciones para permitir la correcta consolidación ósea. Aunque existen materiales sintéticos más ligeros y resistentes al agua, el yeso tradicional sigue siendo el más usado y disponible en urgencias.

Proceso de colocación del yeso

1.Preparación: El médico evalúa la fractura con radiografías, revisa antecedentes y retira objetos como anillos.
2.Colocación: Se colocan capas de algodón y yeso o materiales sintéticos, moldeados para ajustarse a la extremidad. A veces, es necesario recolocar el hueso antes de poner el yeso; en esos casos, el médico puede aplicar anestesia local para reducir el dolor durante la maniobra. La posición final del yeso podría verse “torcida” para el paciente, pero en estos casos es intencional y busca maximizar la probabilidad de que el hueso se mantenga estable con el yeso (“posición de reducción”). En los casos en los que se ha necesitado manipulación de la fractura el médico suele hacer nuevas radiografías para confirmar que la alineación es ahora correcta.
3.Endurecimiento: El yeso tarda de 30 minutos a varias horas en secarse y endurecerse.

Expectativas y cuidados tras la colocación del yeso

Es común que aparezcan hematomas y que la hinchazón descienda, conforme pasan los días, hacia las zonas más bajas de la extremidad. Es importante recordar que, mientras la piel puede adaptarse a cierta hinchazón, el yeso es rígido y no se expande.

Este aspecto es especialmente relevante en los casos de yesos “cerrados” (colocados con yeso a modo circular, rodeando completamente la extremidad), pero también hay que tenerlo en cuenta el caso de las férulas y vendajes, aunque sean presumiblemente “flexibles”. Si la inflamación es excesiva y no se adoptan las medidas adecuadas para reducirla puede provocar complicaciones muy graves. Por eso, es fundamental seguir las indicaciones del médico para reducir la hinchazón y el dolor. Estas indicaciones incluyen:
• Elevación: Mantener la extremidad permanentemente elevada para reducir la hinchazón (mano más alta que codo, pie más alto que rodilla).
• Aplicación de frío: Sobre férulas o vendajes, no directamente sobre el yeso porque no es capaz de traspasar el yeso. 10-15 minutos, 3-5 veces al día, con cuidado de no mojar ni humedecer el yeso ni el vendaje.
• Movilidad de los dedos: Realizar movimientos completos (abrir y cerrar completamente los dedos) para facilitar la circulación. Puede ayudarse de la otra mano si lo necesita.
• Seguir con las indicaciones de reposo y/o descarga el tiempo recomendado: Evitar peso o esfuerzo durante el reposo de una fractura es crucial para la cicatrización. En yesos de muñeca, brazo o codo, no se debe levantar peso, manipular objetos, apoyar la mano al incorporarse ni hacer ejercicio. Si el yeso no incluye los dedos, se permiten ejercicios de movilidad sin peso. En yesos de pie o pierna, no se debe apoyar peso a menos que el médico lo indique. Se puede dejar el pie en el suelo al estar sentado, pero no usarlo para cargar peso de pie hasta recibir autorización médica.
• Medicación: Tomar la medicación prescrita por el médico. Es frecuente (pero no obligatorio ni conveniente en todos los casos) que se le prescriba medicación anti-inflamatoria durante los primeros días. Para fracturas en pie, tobillo o rodilla, es posible que se indique también heparina para prevenir trombos. Comente con el médico si este tratamiento es necesario.
• Identificar signos de alarma: En caso de que se presente un dolor intenso, desproporcionado y que no cede, o cambios en el color o aspecto de los dedos que puedan indicar problemas de circulación, es importante acudir rápidamente a Urgencias para una evaluación médica.

Cuidados generales del yeso

1. Mantener seco el yeso: Evitar mojar el yeso tradicional. Usar protecciones impermeables para evitar las salpicaduras accidentales.
2. No introducir objetos dentro del yeso: Hay que tener en cuenta que el yeso se mantiene, en la mayoría de los casos, durante las 6 semanas que tarda el hueso en consolidar. En algunos casos excepcionales la inmovilización se podrá retirar antes, y en otros precisará mantenerse más tiempo. Una herida por rascado, sin seguimiento ni curas, durante un tiempo tan prolongado puede causar importantes infecciones y complicaciones.
3. No manipular el yeso: Cualquier ajuste debe ser realizado por un profesional.
4. No colocar anillos ni pulseras: Aunque la extremidad parezca “desinflamada,” el uso de anillos o pulseras puede dificultar la circulación si vuelve a inflamarse. Por eso, es mejor quitarlos de inmediato tras la lesión y no volver a usarlos hasta que se retire el yeso o la inmovilización.
5. Evitar actividades de riesgo: Limitar actividades que puedan causar caídas o golpes en la extremidad inmovilizada.
6. Acudir a controles médicos: Las revisiones ayudan a confirmar que el hueso se mantiene alineado y a detectar de manera precoz las posibles complicaciones.
7. Dejar de fumar: Se ha demostrado que el tabaco tiene un importante efecto negativo en la curación de las fracturas, retrasando o incluso evitando el proceso de consolidación. También aumenta de manera relevante el riesgo de trombos.

Recomendaciones tras la retirada del yeso

• Ejercicios de movilidad: Realizar movimientos suaves, preferiblemente en agua, ayuda a recuperar progresivamente el rango de movilidad de la articulación. Inicialmente no deben ser forzados, ni utilizar pesos ni resistencias. Puede ser de utilidad también realizar ejercicios en agua templada con sales de parafina, y los baños de contraste con agua caliente (movilidad) y agua fría (reposo).
• Cuidado de la piel: Usar crema hidratante para suavizar la piel seca y evitar rascarse.
• Carga de peso progresiva: Consultar con el médico sobre cuándo y cómo apoyar la pierna afectada. No iniciar el apoyo sin autorización previa expresa.

Conclusiones

Los yesos permiten, en algunos casos seleccionados, la estabilización de la fractura para que sane en la posición que necesita.

Seguir los cuidados y recomendaciones médicas es fundamental para minimizar riesgos y favorecer una evolución satisfactoria.

AUTORES

Dra. María Pérez Mozas y Dr. David Cornejo Jiménez. FEA Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Reina Sofía. Tudela.
Dra. Claudia Esther Villanueva Larumbe. FEA Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Universitario de Navarra. Pamplona.
Dra. Sara Guillén Aguinaga. Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de San Juan. Pamplona.
Dra. Irene Aguirre Sánchez. FEA Medicina Física y Rehabilitación. Fútbol base. C.A. Osasuna. Pamplona.