Hacer deportes en tiempos con temperaturas elevadas obliga a tomar ciertas precauciones. Si te gustan los deportes, ten estos consejos siempre presentes cuando realices ejercicio en época de calor.
Los calambres, agotamientos, dificultades de movimiento, y golpes de calor, comienzan generalmente en circunstancias similares, es decir cuando un deportista sale de golpe al clima caluroso, sin ajustarse gradualmente al mismo. Estos problemas pueden ser importantes, por lo que en esos casos se necesitará una atención médica de emergencia. Pero estos sucesos se pueden evitar si las personas se tomaran un tiempo para ajustarse al calor, ingirieran los líquidos adecuados, y mantuvieran una dieta adecuada de electrolitos.
Calambres por calor
Causas. Las principales causas que provocan este tipo de calambres son un inadecuado ajuste al tiempo caluroso, una gran perdida de agua a causa de la transpiración (sudoración) o una disminución en los niveles de electrolitos en la sangre, y su no adecuado reemplazo, la pérdida de líquidos sin compensar su pérdida.
Síntomas. Pueden aparecer espasmos y dolor incontrolable en los músculos de los brazos, las piernas, y/o el abdomen, acompañado todo de una fuerte sudoración.
Tratamiento. Es imprescindible beber muchos líquidos, estirando suavemente y dando masajes a los músculos acalambrados; descansar en ambiente fresco, y aplicar hielo al área con calambres.
Prevención. Se debe mantener una ingesta de líquidos adecuada, para reemplazar las pérdidas provocadas por el sudor. Para esto, 15 o 30 minutos antes del ejercicio, se debe beber 200cc. de líquido, durante el ejercicio se deben beber 100cc cada de 15 minutos, y al terminar el ejercicio se deben beber 250-500cc de agua y/ o bebidas isotónicas, usar ropas livianas y claras, como por ejemplo las mallas, y no consumir alcohol, café, bebidas con cafeína, o gaseosas para reemplazar el agua.
Agotamiento por calor
Causas. La larga exposición a ambientes muy cálidos y/o húmedo; experimentar mucha transpiración; no reemplazar adecuadamente los líquidos y los electrolitos; perder peso por entrenamientos previos y no reemplazarlos de forma correcta.
Síntomas. Los síntomas que nos podemos encontrar son piel pálida y húmeda; mucha transpiración, dolores de cabeza, mareos, poca coordinación, falta de lucidez mental, pupilas dilatadas, náuseas, vómitos, debilidad; sensación continua de sed, orinar muy poco y de color amarillo brillante.
Tratamiento. En primer lugar, se debe frenar la actividad física, descansar en un área fresca, y humedecer todo el cuerpo con una esponja con agua; se debe beber agua hasta reemplazar la pérdida de peso con aproximadamente 200 cc. de líquido por cada medio kilo perdido, y estar muy atento de los problemas de respiración o de corazón. En el caso de que la recuperación no ocurra rápidamente, será importante solicitar atención médica de inmediato.
Prevención. Se debe mantener una ingesta de líquidos adecuada, para reemplazar las pérdidas provocadas por el sudor.
Insolación
Causas. El sistema de control de la temperatura corporal deja de funcionar.
Síntomas. Piel caliente, seca y roja; falta de sudor; pulso acelerado; confusiones; mareos; pérdida de conciencia; temperaturas corporales elevadas.
Tratamiento. Se trata de una emergencia médica, por lo que es imprescindible solicitar asistencia apenas se experimenten los primeros síntomas. Durante la espera, se debe tomar abundante agua y refrescar el cuerpo ventilando el espacio en la que la persona se encuentra, poniendo el cuerpo en agua fría, o humedeciéndolo con paños húmedos o con hielos, pero nunca se debe dejar de concurrir a un centro médico; se debe también estar atento de la temperatura corporal y de los problemas de respiración o cardíacos.
Como vemos en la mayoría de los casos debemos hacer lo que nos indica el sentido común, que es adecuar el esfuerzo a nuestro estado físico, a la temperatura exterior en ese momento e ingerir siempre una cantidad adecuada de líquidos.
Uno de los consejos más importantes y siempre repetidos es evitar la exposición solar en la franja horaria en que las temperaturas son más elevadas.
Debemos reflexionar porqué realizamos el ejercicio y qué objetivo pretendemos alcanzar. Como en la mayoría de los casos el objetivo es mejorar el estado físico y emocional, no deberíamos realizar un ejercicio que pueda poner en riesgo nuestra salud por un esfuerzo desproporcionado. La realización de ejercicio físico en verano se aconseja siempre en las primeras horas de la mañana y durante el atardecer que son los momentos del día en que las temperaturas son más suaves y resulta más agradable el ejercicio.