La neurociencia cognitiva ha dirigido -en los últimos años- una gran parte de su esfuerzo investigador al estudio teórico-experimental del dominio neurocognitivo cognición social.
¿Qué es la cognición social?
Si bien el concepto cognición social no encuentra en la literatura científica una definición unívoca y definitiva, podemos aproximarnos a este dominio mediante la presentación de sus características más significativas: (a) habilidad humana innata (se investiga la posibilidad de que también se presente matizada en otras especies) que emerge durante el neurodesarrollo y requiere la exposición a la interacción social; (b) apunta a diferentes áreas multidisciplinares al expresarse como un proceso neurobiológico, psicológico y social; (c) recoge múltiples operaciones mentales; (d) estas operaciones se concretan en la percepción, interpretación y generación de diversas respuestas ante las intenciones, disposiciones y conductas de las personas con las que interactuamos en el nicho social; y (e) esta capacidad para percibir, entender y regular información social puede dirigirse tanto hacia “los otros” como hacia el estado mental propio.
Procesos implicados en la cognición social
Los modelos neurocientíficos subrayan cuatro procesos neurocognitivos que posibilitan el desarrollo adaptativo de la cognición social:
1. Teoría de la Mente (mentalización): habilidad metacognitiva (pensar sobre el pensamiento) que permite atribuir -mediante inferencia- estados mentales a otra persona (intenciones, pensamientos, creencias, deseos, etc.) y predecir su comportamiento futuro plus actuar conforme a esta información.
2. Procesamiento Emocional: capacidad para reconocer, entender, expresar y gestionar-regular las emociones propias y ajenas de forma adaptativa.
3. Estilo Atribucional: proceso psicológico que permite a una persona atribuir causalidad -factores internos o externos- a los acontecimientos sociales que le suceden con independencia de su valencia (positivo o negativo).
4. Percepción Social: función que viabiliza tanto el procesamiento del contexto social como la adquisición del conocimiento social lo que facilita la identificación e interpretación de las claves sociales (roles, reglas, fiabilidad…) que influyen en la percepción de los demás.
Cognición social y psicopatología
En los últimos años, la investigación en neurociencia cognitiva ha logrado resultados de notable relevancia teórico-empírica que relacionan déficits en cognición social (percepción de estímulos sociales, atribución de estados mentales, identificación y regulación emocional, etc.) con trastornos mentales graves.
Las entidades psicopatológicas más estudiadas son: espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, trastornos del neurodesarrollo (significativamente el trastorno del espectro autista), trastorno bipolar, trastornos de la personalidad (especialmente, los perfiles antisocial y límite) y los trastornos por abuso de sustancias.