La pérdida de los dientes
1 de cada 4 personas mayores de 65 años no tiene ningún diente y un alto porcentaje del resto lleva algún tipo de prótesis removible. Eso significa que la mayoría de las personas mayores de 65 años llevan algún tipo de aparato “de quita y pon” para reponer los dientes perdidos. En muchos casos los aparatos removibles suplen bastante bien la falta de dientes pero para muchas personas la dentadura postiza se convierte en una mala solución que impide poder realizar con normalidad funciones tan básicas como comer, hablar o sonreír.
Es muy frecuente que las personas mayores vivan resignadas con prótesis mal ajustadas que son incapaces de manejar simplemente porque piensan que no se puede hacer otra cosa.
Problemas con la “dentadura postiza” inferior
La “dentadura postiza” inferior normalmente es la que peor se tolera debido a que el hueso que le sirve de apoyo poco a poco se va perdiendo y llega un momento en que no es posible inmovilizarla, provoca molestias al “clavarse” en la encía y dificulta enormemente masticar incluso alimentos blandos. Los adhesivos o las almohadillas no sirven y se hace difícil incluso mantener una conversación sin que se note el movimiento de la prótesis. No es raro que las personas mayores que llevan muchos años con una prótesis removible desarrollen movimientos anormales de los labios en un intento desesperado de sujetar la prótesis mientras hablan o comen.
Estas personas acuden con frecuencia y desesperación a sus dentistas buscando una solución milagrosa que fije la prótesis al hueso, pero todos los intentos de ajustar la dentadura suelen acabar en fracasos.
¿Existe alguna solución? En estos casos existe una solución bastante simple mediante una pequeña intervención. La colocación de 2 implantes dentales con anestesia local en la zona más anterior de la mandíbula sirven como sujeción para inmovilizar la dentadura. En la mayoría de los casos es incluso posible utilizar cirugía guiada por ordenador que consiste en colocar los implantes dentales mediante unas guías que se fabrican por ordenador y que permiten no tener que realizar ningún corte en la encía sin apenas inflamación y prácticamente indoloro.
Problemas con la “dentadura postiza” superior
La prótesis superior normalmente se tolera mucho mejor que la inferior ya que al tener mayor superficie se produce un efecto ventosa con el paladar por lo que se inmoviliza más fácilmente.
Después de varios años y debido a la pérdida de hueso es normal que la prótesis comience a moverse y que pierda algo de sujeción. En estos casos algo tan simple como realizar un rebase o repetir la prótesis puede solucionar el problema. Los adhesivos y las almohadillas pueden ayudar a llevar la “dentadura” con comodidad.
Sin embargo, en algunas ocasiones se produce una gran pérdida de hueso y, del mismo modo que la prótesis inferior, no se consigue inmovilizar la ”dentadura” de forma adecuada .
Soluciones
En estos casos la falta de hueso suele ser extrema y puede dificultar la colocación de los implantes convencionales pero existen otras soluciones como implantes cortos, la cirugía guiada por ordenador o los implantes cigomáticos que permiten a personas incluso de avanzada edad volver a comer, sonreír o hablar sin tener que preocuparse de sus prótesis dentales.