La tos es un mecanismo natural de nuestro organismo, que defiende al árbol respiratorio de la presencia de cuerpos extraños, o de una excesiva acumulación de moco. Es un reflejo natural y es una de las formas que tiene el organismo de protegerse. La tos logra mantener las vías respiratorias despejadas, es un mecanismo de defensa para mantener los bronquios limpios.
Es un acto reflejo, aunque también puede producirse o inhibirse de forma voluntaria, que tiene las funciones de mantener la permeabilidad de las vías respiratorias, eliminar el exceso de moco, expulsar sustancias nocivas y, por tanto, evitar posibles infecciones del aparato respiratorio.
El mecanismo de la tos está regulado por un centro nervioso específico, situado en el bulbo raquídeo y se desarrolla en tres fases, que se suceden rápidamente: Inspiración o carga,
compresión y expulsión.
Finalidad de la tos
La finalidad de la tos es despejar las vías respiratorias, pero también es un síntoma de otras patologías, tanto de enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, (como son faringitis, laringitis, bronquitis, resfriados, gripe, procesos alérgicos, neumonía, tuberculosis, tumores broncopulmonares, etc.), como de procesos patológicos no respiratorios (como enfermedades cardíacas y tumores esofágicos entre otros).
Cuando tenemos tos, es fundamental identificar qué tipo de tos tenemos y así tratarla de la manera más apropiada posible. Existen tres cuestiones fundamentales que hay que resolver. ¿La tos es aguda o crónica? Aquí debemos evaluar la duración de la tos, si el síntoma es pasajero y de evolución breve –tos aguda-, o si es pertinaz y de evolución prolongada –tos crónica-. La tos aguda es aquella que comienza súbitamente y la tos crónica la que dura más de tres semanas.
¿Es de origen respiratorio? Cuando la tos es de origen respiratorio se va a caracterizar por ser más sencilla de superar, húmeda y termina con la expulsión de la expectoración.
¿Es de origen extrarrespiratorio? Aquí la podemos considerar como una tos más dificultosa y seca, que nunca termina con la expulsión de expectoración.
La tos seca
Pero la variable más importante para saber identificar qué tipo de tos tienes, es la expectoración.
La tos seca, también conocida como tos irritativa, tos improductiva o tos nerviosa, no conlleva expectoración, es decir, no se elimina mucosidad, y es una tos que irrita las vías respiratorias agravando el problema de la tos cada vez más.
Principales causas que provocan la tos seca:
• Irritación de las vías respiratorias superiores debido al resfriado común o la gripe. Es habitual que la tos seca se convierta de manera relativamente rápida en una tos con moco (también llamada productiva) con formación de flemas.
• Factores químicos o ambientales como el humo de cigarrillo, polvo, aire extremadamente seco, aire acondicionado.
• Alergias.
• Enfermedad por reflujo gástrico.
• Efecto secundario de algunos medicamentos.
Los principales síntomas de la tos seca son:
• Tos sin expectoración de mucosidad.
• Picor continuo de las vías respiratorias.
• Sonido de tos seca.
• Tos irritante que impide dormir con tranquilidad por la noche.
• Pecho despejado, sin pitidos ni congestión.
Para aliviar la tos seca, podemos recurrir a diferentes remedios y/o usar un jarabe antitusivo específico. Estos jarabes están destinados a controlar, prevenir y evitar la tos.
Actúan directamente sobre el “centro de la tos”, que es la parte del cerebro responsable de ella, impidiendo que se desencadene y eliminándola. El principio activo más común en los jarabes antitusivos suele ser el Dextrometorfano.
Congestión nasal
En el 72,8% de los casos, la tos va a acompañada de congestión nasal. La congestión nasal es una obstrucción de las fosas nasales, producida por una inflamación de las membranas que recubren la nariz debido a la dilatación de sus vasos sanguíneos, ocasionando dificultad para respirar.
Puede presentarse en caso de gripe, catarro, bronquitis, sinusitis, faringitis o alergias que afectan al aparato respiratorio, como la fiebre del heno, alergia al polen…
La tos con moco, también llamada tos productiva, tos con expectoración, es la que va acompañada de moco o flemas. El moco es un sistema de protección de la mucosa respiratoria frente a infecciones y agentes externos. Cuando se produce una infección en las vías respiratorias, las propiedades del moco se ven afectadas como medida defensiva, aumentando su viscosidad y disminuyendo su elasticidad.
El exceso de moco en las vías respiratorias puede provocar su obstrucción, y la tos es la respuesta del organismo para eliminar este exceso de mucosidad.
La tos con moco suele ser la manifestación de una infección bacteriana o viral bronquial o pulmonar, y puede aparecer después de un período de tos seca.
Los principales síntomas de la tos seca son:
• Mucosidad pegajosa.
• Sonido involuntario ronco o como un silbido cuando se respira o tose.
• Sensación de opresión, pesadez o congestión en el pecho.
• Empeoramiento de la tos: empeora por la mañana.
Los jarabes mucolíticos y expectorantes contribuyen a facilitar la expulsión del exceso de moco de la siguiente manera:
• Los mucolíticos, entre los que se incluyen la Carbocisteína y la Acetilcisteína, modifican las propiedades físico-químicas de la secreción traquobronquial para que la expectoración sea más eficaz y cómoda.
• Los expectorantes, como por ejemplo la Guaifenesina, estimulan mecanismos de expulsión del moco porque aumentan el movimiento ciliar o el reflejo tusígeno o el volumen hídrico.
En el 86% de los casos en los que aparece tos con mocos hay también congestión nasal. Ésta produce el taponamiento de las fosas nasales, dificultando enormemente la respiración al inflamarse las membranas que recubren la nariz y dilatarse los vasos sanguíneos.
Para aliviar la congestión nasal que acompaña a la tos, existen medicamentos descongestivos con principios activos como la pseudoefedrina, que facilitan la respiración.
No todos los tipos de tos requieren un diagnóstico preciso. Normalmente, la tos repentina aparece como un síntoma inofensivo debido a un resfriado. Sin embargo, si la tos continúa después de la infección de las vías respiratorias original o va acompañada de esputo intenso o sanguinolento es aconsejable acudir al médico para recibir un diagnóstico certero. Estos casos de tos podrían ocultar una enfermedad, como una inflamación de los pulmones o cáncer de pulmón que necesitan un tratamiento médico específico. En estos casos de tos, el médico buscará qué enfermedad podría causar las molestias y dará el diagnóstico correspondiente.
La tos no suele provocar emergencias médicas. Pero si los síntomas que acompañan a la tos son dolor agudo y punzante en el tórax, lesiones visibles en la zona del pecho, fuerte disnea y/o taquicardia es importante acudir al médico de inmediato.
La tos por atragantamiento o por la inhalación de cuerpos extraños también precisa de asistencia médica urgente.