La importancia de los primeros auxilios


Isabel Moreno Lucente. FEA Medicina Interna. Unidad Crónicos Complejos. Hospital Obispo Polanco. Teruel. Carlos Gimillo Monterde. Graduado Universitario Enfermería. Unidad Crónicos Complejos. Hospital Obispo Polanco. Teruel.

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Cuando hablamos de Primeros Auxilios nos referimos a la atención y tratamiento inmediato que se presta a una persona que ha sido herida o ha enfermado repentinamente hasta la llegada de asistencia especializada; siendo los objetivos de estas primeras actuaciones:
  • Salvar la vida de la persona.
  • Evitar nuevas lesiones.
  • No aumentar la gravedad de las ya existentes.
  • Pedir ayuda.

¿Qué es una Parada Cardiorrespiratoria? y ¿qué hago?

Una parada cardiorrespiratoria, en ocasiones también llamada paro cardiaco, es la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la actividad del corazón y de la respiración normal.

Si presencia a alguien que se encuentra inconsciente lo prioritario es pedir ayuda, normalmente la secuencia de eventos sería la siguiente:

Lo primero que debemos valorar ante una posible situación de parada cardiorrespiratoria es la consciencia: pregunte a la víctima (con voz fuerte) cómo se encuentre y busque signos de vida. A posteriori, de manera muy rápida, en un simple golpe de vista deberemos valorar si la persona respira o no, y si esa respiración es aparentemente normal (babea, jadea…).

Ante sospecha de parada cardiorrespiratoria siempre es mejor actuar que no quedarnos cortos, por lo que en caso de duda iniciaremos siempre la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar). Para ello deberemos colocar ambas manos en el centro del pecho (sobre la parte inferior del esternón) y comprimir con una frecuencia de unas 100 compresiones por minuto. Es útil recordar el ritmo de la canción “Staying Alive” o incluso de “La Macarena” para saber que las estamos realizando al ritmo preciso.

La RCP se realiza por ciclos de 30:2 (30 compresiones torácicas y 2 ventilaciones), siendo especialmente efectiva cuando hay más de un reanimador y cuando estos se encuentran entrenados. En el caso de no estar entrenados, o de no disponer de sistemas de barrera para realizar la ventilación con seguridad, lo prioritario es siempre el masaje cardiaco.

En el caso de que pudiéramos ventilar al paciente lo ideal sería siguiendo las siguientes directrices:

  1. Abrir la vía aérea. Maniobra frente mentón.
  2. Retirar material sólido (solo si es visible a simple vista, nunca deberemos hacer un barrido en el interior de la boca de un inconsciente).
  3. Asegurarnos de que realizamos un correcto sellado, mediante cualquier técnica: Boca – boca, Boca – nariz, boca – boca nariz (especialmente útil en lactantes).
  4. Realizar 2 ventilaciones. En cuanto a la ventilación es importante recordar:
    1. Que no debemos hiperventilar a la víctima.
    2. Que deben ser de 1 segundo de duración.
    3. Que deben elevar el tórax de la persona de manera visible.

Y si presencio un atragantamiento ¿cómo actúo?

Un atragantamiento se produce cuando un objeto extraño se introduce en las vías respiratorias obstaculizando el paso del aire total o parcialmente hacia los pulmones.

Algunos signos que deberían hacernos sospechar un atragantamiento serían:

  1. La víctima se lleva las manos a la garganta.
  2. No puede hablar.
  3. No puede toser.
  4. Gran dificultad respiratoria.
  5. Se pone amoratado.
  6. Pierde el conocimiento.

Cuando presenciemos un atragantamiento y la persona se encuentre consciente intentaremos que el objeto ingerido salga al exterior mediante la maniobra de Heimlich. Esta maniobra se realiza con la víctima de pie de espaldas a nosotros:

  • Daremos 5 golpes secos en la espalda.
  • Realizaremos 5 compresiones abdominales (en el caso en que no se haya producido la desobstrucción), rodeando a la persona por la cintura y apoyando ambas manos enlazadas sobre la boca del estómago.

En caso de que la víctima se encuentre inconsciente iniciaremos inmediatamente la RCP.