El magnesio está presente en todas las células de nuestro cuerpo, desempeñando un papel imprescindible en más de 300 reacciones bioquímicas, entre las que encontramos: la regulación de la función muscular y nerviosa, la formación de proteínas, la producción de energía y la síntesis de ADN. Por todo ello podemos afirmar que el magnesio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Los valores normales de magnesio en sangre se encuentran entre 1.3 y 2.1 miliequivalentes por litro (mEq/L). Niveles por debajo de este rango pueden provocar síntomas como: fatiga, debilidad muscular, espasmos, irritabilidad y problemas cardíacos.
La evidencia actual muestra que la falta de magnesio en la dieta puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades crónicas como son: enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión y osteoporosis. Por el lado contrario, los estudios también revelan que el consumo adecuado de magnesio puede ayudar a reducir la inflamación, mejorar la función cognitiva y prevenir la depresión.
Afortunadamente para nosotros, el magnesio se encuentra en una amplia variedad de alimentos presentes en la dieta mediterránea. Algunas fuentes de magnesio son: las verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, kale), los frutos secos (almendras, nueces, avellanas), las semillas (chia, girasol, calabaza), los cereales integrales (avena, quinoa, arroz integral) y el cacao en polvo.
Igualmente es posible suplementarnos con magnesio, los cuales se pueden encontrar en diferentes formas (comprimidos, cápsulas o polvos), que pueden ser útiles para las personas que presentan dificultades para obtener niveles óptimos de magnesio a través de la alimentación. Pero hay que recordar que cada forma tiene diferentes beneficios y consideraciones, por lo que es importante consultar siempre a un profesional de la salud antes de comenzar a tomar cualquier suplemento de magnesio o de cualquier otro tipo.
Otro aspecto a considerar es la relación que existe entre el magnesio y la actividad física, sobretodo en el ámbito de los deportistas, ya que el magnesio tiene un papel vital en la contracción muscular, la producción de energía y la síntesis de proteínas, por lo que tener niveles adecuados es decisivo para un rendimiento óptimo y una rápida recuperación física, ya que de lo contrario, la deficiencia de magnesio, puede provocar fatiga muscular, calambres y debilidad, lo que puede afectar el rendimiento deportivo.
Como conclusiones podemos decir que el magnesio es un mineral esencial para la salud y el bienestar general. Obtener niveles adecuados de magnesio en el organismo puede ayudarnos a prevenir enfermedades, mejorar el rendimiento físico y promover una mejor calidad de vida. Por lo tanto, es importante prestar atención a los niveles de magnesio en el cuerpo y asegurarnos de consumir la cantidad óptima para mantener un correcto funcionamiento de nuestro organismo.