La Peyronie


Silvia Lorén Blas. MIR MfyC. 2º año Centro de Salud Arrabal. Zaragoza. Francisco Javier Gómez Marcos. MIR MfyC. 2ºaño Centro de Salud La Jota. Zaragoza. Marina Vera Colás. MIR MfyC. 2º año Centro de Salud Arrabal. Zaragoza

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Caso clínico: Varón de 41, casado y padre de 3 hijos, sin antecedentes médicos de interés, vasectomizado hace 10 años, con cuadro clínico de un año de evolución, caracterizado por dolor durante la erección y las relaciones sexuales, asociado a palpación de zonas induradas en el pene, sin otros signos ni síntomas de interés. Acude a la consulta, por observar alteración morfológica del pene.

En la exploración, se palpan zonas induradas, por lo que se decide realizar una ecografía, que confirma la existencia de imágenes sugestivas de placas calcificadas, en cuerpo cavernoso izquierdo, compatible con enfermedad de La Peyronie.

Procedimiento diagnóstico

Una historia y exploración física meticulosas, son fundamentales para el diagnóstico. Se hace imprescindible documentar la morfología, longitud y el grado de curvatura del pene .
La ecografía ayudará a documentar el tamaño de las placas, controlar su evolución y mediante la técnica doppler se valorará la vascularización del pene, a la vez que se podrá hacer diagnóstico diferencial con ENFERMEDAD DE MONDOR o tromboflebitis superficial, cuadro agudo/subagudo de dolor tipo pulsátil, tumefacción peneana y también con LINFANGITIS PENEANA ESCLEROSANTE, cuadro agudo, caracterizado por aparición de cordón subcutáneo tipo serpenginoso, correspondiente a vasos linfáticos dilatados.
Se debe evaluar la función eréctil con un cuestionario, el IIEF-5, ya que es importante para determinar el tratamiento, junto al impacto psicológico de la enfermedad, que puede ser muy importante.

Revisión

La enfermedad de la Peyronie, es un trastorno del tejido conectivo que afecta a la túnica albugínea del pene, que aparece como placas calcificadas subcutáneas, que provocan dolor durante la erección, acompañadas de incurvación peneana y que en algunas ocasiones y/o fases avanzadas, provoca disfunción eréctil.
Existen escasos datos epidemiológicos, por la tendencia a ocultarla. Múltiples hipótesis intentan explicarla, pero en la actualidad toma fuerza, la que se basa en una mala respuesta a la resolución de proceso inflamatorio que se produce a nivel de la túnica albugínea, como respuesta a los microtraumatismos durante las relaciones sexuales, asociado a predispoción individual.
El proceso normal de reparación, comienza con el depósito de fibrina que induce proliferación de los fibroblasto y producción de colágeno, pero la escasa vascularización de la albugínea, dificulta la retirada de la fibrina y la llegada de nueva fibrina por el traumatismo repetido, hace que esta se vaya acumulando, con la consiguiente formación de una cicatriz con exceso de colágeno, con fibras elásticas desordenadas y pérdida de elasticidad, característica de la placa de la enfermedad de La Peyronie.

Tratamiento

En este paciente, por el breve tiempo de evolución, la no estabilización de la placa, la leve distorsión morfológica, sin disfunción eréctil, se opta por iniciar vía oral Pentoxifilina 400mg/12 horas, asociada a vitamina E 400mg/24h, ya que han demostrado leve reducción del tamaño de la placa, con pocos efectos secundarios, aunque los estudios todavía no son concluyentes.
En la actualidad2 lo más utilizado y con excelentes resultados, en incurvaciones moderadas-severas (<30º), son las infiltraciones de colagenasa intralesionales.
Y para casos avanzados, donde la placa ya se ha estabilizado y/o que impliquen disfunción eréctil, está indicada la cirugía, mediante técnica de plicatura, excisión o prótesis.
En la actualidad, se están investigando varios tratamientos no farmacológicos, pero la evidencia sobre su eficacia y posibles efectos secundarios es escasa. Entre ellos, se encuentran el uso de ondas de choque para destruir el tejido cicatricial, terapias de tracción peneana y radioterapia.

Resumen

Al ser un diagnóstico basado en la clínica, exploración física y ecografía, el médico de familia, puede realizar un abordaje prácticamente completo del paciente, en el diagnóstico, evolución y tratamiento, puesto que hasta etapas avanzadas y en ausencia de complicaciones, no se hace necesaria la intervención por parte de urología.
(Ver Bibliografía: zonahospitalaria.com)