Actualmente estamos viviendo en una sociedad donde las terapias alternativas se usan como complemento a los tratamientos tradicionales. Esto no quiere decir que sustituyen a los tratamientos médicos sino que en muchas ocasiones funcionan ayudando a otros profesionales a lograr las metas de una manera más rápida.
La Terapia Visual comenzó en EEUU hace más de 70 años. Durante todo este tiempo se han ido realizando trabajos de investigación y publicaciones científicas mostrando el éxito y la eficacia de la Terapia Visual en distintas disfunciones visuales.
En este artículo me gustaría exponer y explicar en qué consiste la Terapia o Entrenamiento Visual.
¿Qué es la Terapia Visual?
La Terapia Visual es un programa de tratamiento que se realiza de manera individualizada y personal para mejorar o eliminar disfunciones visuales como pueden ser problemas de enfoque, de coordinación de los ojos, ojos vagos, estrabismos o problemas de aprendizaje. El propósito es enseñar al paciente a utilizar sus ojos y controlar su sistema visual ante cualquier desequilibrio funcional.
Para recomendar un programa de Terapia Visual se requiere realizar una evaluación visual completa, el cual consiste en:
- Medida de la agudeza visual.
- Examen de la capacidad de flexibilidad de enfoque que es la habilidad para pasar de lejos a cerca, y viceversa, sin fatiga, lo cual puede provocar borrosidad.
- Valoración de los movimientos oculares para determinar si hay algún músculo afectado o una mala eficacia que afecte a la lectura.
- Evaluación de la visión binocular para determinar si existe algún problema en la coordinación de los ejes visuales que cause dolores de cabeza, stress visual, o doble visión.
- Examen de la fusión sensorial para valorar si la persona está usando los 2 ojos al mismo tiempo o suprime y no puede ver las imágenes en 3-D.
¿Cuándo se aconseja la Terapia Visual?
La mayoría de las quejas visuales se pueden corregir fácilmente con gafas o lentes de contacto, pero existen algunos problemas visuales que requieren de un tratamiento adicional para solucionar el problema. Los síntomas más comunes son:
- Problemas de convergencia donde el paciente tiene dificultad para leer de una manera prolongada, presentando fatiga o “dolor de ojos”, incluso llevando su corrección para cerca. En algunos casos pueden llegar a tener visión doble.
- Problemas de miopías progresivas donde el aumento de la miopía sale fuera de la norma general (0.25 dioptrías por año) y llega un momento que con su graduación tampoco ven bien.
- Problemas de ojo vago donde el uso exclusivo de un parche no ha logrado alcanzar la visión deseada. La terapia visual enseña al paciente a estimular y forzar ese ojo hasta conseguir visión binocular sin regresiones.
- Problemas para comprender, procesar y organizar la información que entra por la ruta visual provocando dificultades de aprendizaje. En el caso de los estrabismos, es una terapia complementaria al tratamiento oftalmológico, ayudando a mejorar los resultados quirúrgicos o a estabilizar la desviación.
¿En qué consiste y qué duración tiene?
La Terapia visual consiste en una serie de ejercicios visuales que se realizan de manera controlada y supervisada, por un optometrista funcional especializado, para mejorar la eficacia y la automaticidad del sistema visual.
La duración depende del tipo de problema que presente el paciente, comprendiendo un mínimo de 16 sesiones hasta 30 sesiones en los casos más complejos. Normalmente el paciente acude a la consulta una vez a la semana y luego en casa realiza los ejercicios pautados durante la sesión. Al terminar el programa, se recomiendan una serie de técnicas para mantener las habilidades aprendidas y llegar a automatizarlas. De esta manera evitamos regresiones.
La Terapia Visual, es por tanto, una herramienta muy valiosa que se debe considerar como un tratamiento complementario a otras ayudas ópticas como gafas o lentes de contacto para mejorar la eficacia y comodidad visual del paciente.
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