La claudicación es un síntoma que se caracteriza por dolor en los músculos de las piernas que aparece al realizar ejercicio y que mejora tras el reposo.
Diferentes patologías pueden producir claudicación pero la causa más frecuente es la enfermedad arterial periférica. Esta enfermedad ocurre por un estrechamiento de los vasos sanguíneos que produce a su vez una disminución del flujo sanguíneo.
Síntomas
Los pacientes refieren un dolor que aparece en los músculos de una o las dos piernas, generalmente con sensación de calambre o fatiga, que aparece de manera progresiva con el ejercicio y mejora con el reposo. Según la localización y la severidad de la lesión también puede producir dolor en el muslo o en el glúteo. La intensidad del dolor varía entre personas, puede ser desde leve hasta muy incapacitante.
Diagnóstico
Se basa en los síntomas descritos previamente así como en la exploración física. El médico puede solicitar una serie de pruebas si lo precisa.
• Índice tobillo/brazo: mide la relación entre la presión en reposo del tobillo comparado con la presión en reposo del brazo. Se utiliza para confirmar el diagnóstico cuando este índice es menor de 0,9.
• Pruebas de imagen:
• Ecografía: es una prueba no invasiva que sirve para evaluar el flujo, la localización y la gravedad del estrechamiento de los vasos sanguíneos.
• Tomografía computarizada, resonancia magnética y angiografía: suelen utilizarse cuando los síntomas son poco habituales o el paciente no mejora a pesar del tratamiento.
Tratamiento
El tratamiento de la claudicación es escalonado en función de la gravedad y la evolución de la enfermedad:
• Cambios en el estilo de vida:
• Abandono del hábito tabáquico, dieta mediterránea y baja en sal, control estricto de la tensión arterial y de la diabetes.
• Ejercicio: múltiples estudios han demostrado que es un tratamiento eficaz y seguro para los pacientes con claudicación. Este puede producir una mejora de la distancia y el tiempo recorrido sin dolor de hasta un 177%. A continuación unas serie de pautas sobre qué tipo y cómo realizar el ejercicio:
• Ejercicio aeróbico: por ejemplo caminar. Se recomienda 3 veces por semana, inicialmente durante unos 30-40 minutos y de manera progresiva hasta alcanzar los 60 minutos. Es interesante realizar ejercicio aeróbico de tipo intermitente en el que se alternan periodos de actividad de intensidad moderada/alta (puedo hablar pero no cantar cuando camino) con periodos de descanso. En el caso de los pacientes con claudicación es importante que tengan cierto grado de dolor (moderado) en las piernas cuando entrenan ya que esto va a suponer una mayor mejora.
• Ejercicio de fuerza: por ejemplo ejercicios con pesas que impliquen 6 grandes grupos musculares. Se recomienda realizar 2-3 veces por semana, unas 2-3 series de 8-12 repeticiones a una intensidad moderada y sin llegar nunca al agotamiento.
• Medicamentos: como las estatinas, para disminuir los niveles de colesterol o el naftidrofuril que ayuda a que los pacientes consigan caminar mayores distancias.
• Revascularización: en el caso en que la claudicación sea muy limitante y los pacientes no mejoren ni con el cambio de estilo de vida ni con la medicación. Existen dos tipos de técnicas:
• Angioplastia: se realiza mediante cateterismo y consiste en hinchar un pequeño balón y posteriormente colocar un stent en la zona de estrechamiento del vaso sanguíneo.
• Cirugía bypass: se realiza un puente que evita la zona estrecha del vaso sanguíneo. Para ello, se suelen utilizar venas de otras partes del cuerpo.
AUTORES
Sophie Gorostiaga Maurer. FEA Medicina Física y Rehabilitación del HUN.
Lizar Zabala Díaz. FEA Cardiologia del HUN.
Iban Plaza Izurieta, Claudia Villanueva Larumbe y Elena Roldán Arcelus. FEA Medicina Física y Rehabilitación del HUN.
Leyre Oliver Ruiz. MIR Medicina Física y Rehabilitación del HUN