En muchas ocasiones (debido a una retención urinaria o, por ejemplo, tras una intervención urológica) es necesario llevar sonda vesical. A continuación, explicamos de forma sencilla qué son estos tubos/dispositivos urinarios y pautas a tener en cuenta sobre el manejo de la misma.
¿Qué es una sonda vesical?
Una sonda vesical es un tubo flexible que permite la salida continua de la orina. Se introduce a través de la uretra hasta la vejiga.
El extremo que se introduce en la vejiga lleva incorporado un globo que mantiene la sonda fija en su interior evitando así la caída de la sonda. El otro extremo se puede conectar a una bolsa o a un tapón.
¿Es lo mismo llevarla a tapón que a bolsa?
Las sondas que se conectan a una bolsa hacen que la vejiga se vaya vaciando constantemente, de manera que siempre se encontrará vacía (se suelen utilizar tras intervenciones de vejiga o próstata o tras episodios de sangrado en la orina). Hay dos tipos de bolsas que se pueden conectar a la sonda:
- Bolsas de cama o nocturnas: tienen una capacidad de 2 litros. Se suelen usar por la noche para mayor comodidad y tienen un soporte para la cama.
- Bolsas a pierna: son más pequeñas (500ml) y van sujetas/atadas a la pierna, lo que permite llevarla debajo de la ropa facilitando al paciente realizar sus actividades diarias con normalidad.
Las sondas que se conectan a tapón hacen que la vejiga se vaya llenando de orina de manera normal, por lo que cada vez que se tengan ganas de orinar, se deberá quitar el tapón de la sonda permitiendo así la salida de la orina sin necesidad de hacer esfuerzo. Esta alternativa se suele utilizar tras retenciones agudas de orina o tras intervenciones como dilataciones de uretra.
¿Qué problemas me puede dar llevar sonda?
El sondaje vesical puede acarrear ciertos síntomas que son completamente normales y no requieren actuación urgente. Para ello, se puede tomar analgesia habitual.
- Espasmos: son episodios breves de dolor intenso en el vientre, que se irradian hacia el pene. Existe medicación para reducirlos, como la buscapina, pero la desaparición completa de estos es difícil.
- Salida de orina por fuera y alrededor de la sonda: suele ir asociado a los espasmos, pudiendo utilizar compresa o absorbente si resulta molesto.
- Orina hematúrica (teñida de sangre, similar al vino rosado): cuando ocurre es importante beber abundantes líquidos para ayudar a su aclaramiento.
- Molestias o escozor leve.
- Sensación de ganas de orinar.
Recomendaciones de uso
- Beber abundantes líquidos (2-3L) salvo en casos contraindicados.
- Lavar las manos antes y después de la manipulación de la sonda.
- Lavar la zona genital mínimo una vez al día de manera meticulosa, especialmente alrededor de la sonda, en el meato uretral.
- Cambiar la bolsa si hay escapes, si tiene olor desagradable o acumula sedimento.
- Vaciar la bolsa cuando este 2/3 llena de su capacidad. Se vaciará por la válvula de salida que tiene la bolsa por debajo.
- Evitar tirones de la sonda y que la bolsa esté demasiado tirante.
- Hay que colocar la bolsa por debajo de la altura de la vejiga para un correcto funcionamiento. Si se usa bolsas de cama, deberá colocarse a una altura por debajo de la cama.
Cuando debo acudir al médico de manera urgente
- Si la orina sale de color rojo intenso (similar al vino tinto) o con abundantes coágulos.
- Si presenta síntomas de infección urinaria: fiebre, escalofríos, salida de orina purulenta o maloliente, dolor lumbar o dolor intenso en la zona por donde sale la sonda (o cualquier dolor que no se controle con analgesia habitual).
- Si observa que deja de salir orina a través de ella.
- Caída de la sonda.
AUTORES
Lydia García Fuentes,Jaume Monllau Espuis,María Soto Palacín y Mª Jesús Gil Sanz. Servicio de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet.