La ictericia fisiológica del recién nacido, también conocida como “ictericia neonatal” o “hiperbilirrubinemia neonatal”, es un fenómeno común en los primeros días de vida de un bebé. Esta condición se caracteriza por la coloración amarillenta de la piel y le esclerótica (parte blanca de los ojos) debido a un aumento temporal en los niveles de bilirrubina en la sangre del recién nacido.
La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando el cuerpo descompone los glóbulos rojos viejos. En los adultos, el hígado procesa la bilirrubina y la elimina del cuerpo. Sin embargo, en los recién nacidos, el hígado aún no está completamente maduro, lo que puede llevar aun proceso de eliminación de bilirrubina más lento. Además, los recién nacidos tienen una mayor cantidad de glóbulos rojos, lo que también contribuyen al aumento de la bilirrubina.
La ictericia fisiológica generalmente aparece alrededor del segundo o tercer día de vida y alcanza su punto máximo alrededor del quinto día, disminuyendo gradualmente en los siguientes días. Esta ictericia suele ser inofensiva y autolimitada y en la mayoría de los casos, no requiere tratamiento médico. Sin embargo, es esencial que los médicos y los padres estén atentos a los niveles de bilirrubina, ya que, en casos raros y extremos, la acumulación excesiva de bilirrubina en el cuerpo del bebé puede ser perjudicial y causar complicaciones graves, como la encefalopatía bilirrubinica.
En resumen, la ictericia fisiológica del recién nacido es una condición común y generalmente inofensiva que afecta a muchos bebés en los primeros días de vida. Aunque en la mayoría de los casos no requiere tratamiento, es esencial que se controlen los niveles de bilirrubina.