Ginecomastia en el varón


Jara Carrera Banzo. F.E.A. Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario San Jorge. Huesca. María Guarga Montori. F.E.A. Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario San Jorge. Huesca

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La ginecomastia consiste en una proliferación benigna y palpable de la glándula mamaria en el varón, que se extiende fuera del área del pezón. En ocasiones se asocia a sensibilidad de la piel de la mama, que suele ser otro motivo de consulta o preocupación.

Existen diversas causas de ginecomastia, pero la fisiopatología de la misma siempre entraña un aumento en la proporción de la actividad de los estrógenos sobre los andrógenos en el tejido mamario.

Es importante distinguir esta entidad de la pseudoginecomastia (incremento del tejido graso de la mama o lipomastia) y de la presencia de tumores mamarios (benignos o malignos). A la exploración física, en la ginecomastia verdadera, se palpará una cresta de tejido glandular generalmente simétrica con el complejo areola-pezón. Este aumento de tamaño del tejido mamario suele ser detectable a la palpación cuando supera los 0’5 cm de diámetro, tiene forma simétrica, suele ser doloroso o molesto a la palpación y lo más habitual es que sea bilateral (aunque en ocasiones una mama puede aumentar de tamaño semanas o meses antes que la contralateral).

Según las curvas de normalidad de diferentes estudios, el tejido glandular mamario <2 cm debe considerarse un hallazgo normal, mientras que el aumento palpable >2 cm será descrito como ginecomastia.

En la pseudoginecomastia, durante la palpación no suele encontrarse resistencia hasta llegar al pezón, es decir no se encuentra un límite definido bajo el complejo-areola pezón que delimite el límite del tejido mamario con el tejido celular subcutáneo circundante (ante la duda pueden utilizarse áreas de comparación de grasa corporal como los flancos abdominales o el pliegue axilar).

Los tumores malignos mamarios suelen ser masas unilaterales de nueva aparición o crecimiento rápido, no dolorosas, duras y fijas a la piel o planos profundos y suelen palparse excéntricas respecto al complejo areola-pezón. En ocasiones se asocian a retracción o lesiones cutáneas y/o adenopatías axilares.

Presentación clínica

Habitualmente la ginecomastia se descubre de manera incidental a la autoexploración. Comúnmente los adolescentes experimentan ginecomastia dolorosa y sensible, mientras que, en los adultos, en caso de asociarse a dolor, éste no suele ser intenso y la mayoría son asintomáticas. Más frecuente es la presencia de diversos grados de sensibilidad mamaria y en los pezones, al rozar estos contra la ropa.

La anamnesis cobra especial importancia en el diagnóstico de la ginecomastia, ya que es habitual que sea secundaria a la toma de medicamentos (esteroides anabolizantes extensamente utilizados para el aumento de masa muscular, algunos antihipertensivos, benzodiacepinas, etc.) así como al abuso de drogas como el alcohol o las anfetaminas.

Entre las causas no extrínsecas de ginecomastia verdadera se encuentran las siguientes entidades:

  • Hipogonadismo primario o secundario
  • Resistencia a los andrógenos o aumento de la actividad extraglandular de la aromatasa
  • Hipertiroidismo
  • Neoplasias: suprarrenales, testiculares (tumores de Sertoli-Leydig) o tumores hipofisarios secretores de prolactina

La ginecomastia idiopática es relativamente frecuente. En varones adolescentes el agrandamiento de las mamas casi siempre se debe a una ginecomastia puberal que se resolverá espontáneamente en la mayoría de los casos.

Pruebas complementarias

  • No está indicada la realización rutinaria de pruebas de imagen mamaria a menos que se sospeche malignidad. Los hallazgos radiológicos de la ginecomastia se describen como una “densidad en forma de abanico que emana del pezón y se mezcla gradualmente con la grasa circundante”. Tanto la mamografía como la ecografía tienen buena sensibilidad y especificidad para la detección del cáncer de mama, sin embargo, resulta difícil realizar una mamografía a varones con ginecomastia menor a 4 cm.
  • Será fundamental para el diagnóstico diferencial la determinación de parámetros bioquímicos como testosterona libre, así como otras hormonas (LH, estradiol o hCG).
  • Ante la sospecha de origen neoplásico deberemos realizar otras pruebas de imagen: ecografía testicular, tomografía de tórax y/o abdomen.

La mejoría de la ginecomastia tras interrumpir el uso de una sustancia o bien sustituir el fármaco sospechoso durante uno o varios meses suele ser habitual. Sin embargo, esto solamente sugiere, pero no prueba, que el compuesto en cuestión fuera el responsable. Por tanto, en la mayoría de ocasiones será imprescindible realizar diagnóstico diferencial completo hasta descartar otras posibles causas.

El resto de patologías causantes de ginecomastia requerirán el abordaje terapéutico específico de la entidad.