En 2019 se estimó que en España el 35% de los menores entre 8 y 16 años tenían exceso de peso, de los cuales un 20,7% padecían sobrepeso y un 14,2% obesidad.
El sobrepeso y la obesidad infantil, junto con sus complicaciones, constituyen un importante problema de salud pública. Su prevención y tratamiento es un reto del cual hemos de formar parte toda la sociedad: familiares, profesionales sanitarios, maestros…
No debemos olvidar que cada niño es único, por lo que se tendrá que hacer una valoración y tratamiento personalizado.
Los objetivos del tratamiento variarán en función de la edad del niño, la evolución y la intensidad de la obesidad y de las complicaciones de la misma.
De forma general expondremos la valoración y las recomendaciones dietéticas y de ejercicio.
Valoración clínica
Por un lado la valoración clínica debe incluir:
• Determinación IMC (índice de masa corporal) a través de tablas de referencia validadas (Tablas del percentil del IMC infantil).
• Medición del perímetro abdominal.
• Determinación de la presión arterial (tensión arterial).
• Estudios analíticos en ayunas: glucosa, insulina basal, colesterol (colesterol total, HDL colesterol, LDL colesterol y triglicéridos) y lipoproteína a.
Estrategias dietéticas
En cuanto a las estrategias dietéticas, destacamos:
• Hacer 5/6 comidas al día, adaptando cada ingesta con la cantidad de calorías diarias totales según cada niño.
• No comer entre horas.
• Acompañar los platos con guarnición de verduras o ensalada.
• Adecuar la ingesta de agua.
• Reducir refrescos y zumos comerciales.
• Variar lo máximo posible los alimentos de cada grupo.
• Limitar las cantidades de aceite, sal y azúcar.
• Evitar embutidos y bollería industrial.
• Elegir alimentos ricos en fibra.
La programación de la dieta debe realizarse atendiendo a las necesidades especificas de cada niño procurando elegir comidas que le gusten. Nunca prohibir ningún alimento, aunque si su comida favorita es hipercalórica la reservaremos para días ocasionales, teniendo siempre en cuenta que no sobrepasen los valores nutricionales y las calorias totales de dicha ingesta.
Ejercicio regular
Por último el ejercicio realizado de forma regular es muy importante en el abordaje de la obesidad, tanto infantil como adulta, ya que incrementa el gasto energético total, aumenta la masa muscular y puede llegar a disminuir la masa visceral adiposa, por lo que es muy interesante que en estos niños fomentemos un estilo de vida no sedentario.
Los estudios concluyen que los programas de actividad física que combinan ejercicios aeróbicos y anaeróbicos son más efectivos, recomendando que estos se lleven a cabo un mínimo de 3 sesiones a la semana con una duración de 60 minutos.
En resumen, la dieta y el ejercicio físico es muy importante, y sobre todo en estos niños.