¿Por qué tengo migrañas?


Esmeralda Lobera Salvatierra, Almudena Cañardo Yebra, Lucía Rivarés Garasa, Óscar Sombía Novellón, Isabel Torrés Jurado, Lucía Iglesia Carnicer, Monserrat Opla Ascaso y Ana Belén Mongío Pardo

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La Migraña es un tipo de cefalea que se caracteriza por episodios frecuentes de dolor de cabeza unidos a una serie de síntomas afectivos, neurológicos, autonómicos y gastrointestinales. Se puede decir, que es un desorden del sistema nervioso, caracterizado por la aparición de episodios, típicos, recurrentes, de dolor de cabeza, los cuales usualmente se asocian a náusea, vómito, fotofobia, sonofobia, además de algunas otras molestias menos frecuentes. Será criterio diagnóstico de Migraña si cumplen al menos 2 de las siguientes características: Localización unilateral, pulsátil, intensidad moderada o importante, se agrava con la actividad física habitual y si durante la cefalea se presenta al menos uno de los siguientes síntomas: Náuseas y/o vómitos, fotofobia y/o sonofobia. Siempre y cuando no se puedan atribuir a otra enfermedad.

Las Migrañas pueden aparecer con aura, o sin aura. El aura consiste en al menos uno de los siguientes síntomas, sin que exista debilidad motora: Síntomas visuales reversibles y de carácter positivo y/o negativo, síntomas sensitivos reversibles y de carácter positivo y/o negativo, disfasia reversible. Y al menos 2 de las siguientes características: Síntomas visuales homónimos y/o síntomas sensitivos unilaterales, al menos un síntoma del aura se desarrolla gradualmente durante 5 minutos o más y/o diferentes síntomas del aura se desarrollan de forma sucesiva durante 5 minutos o más. Sería criterio diagnóstico si cada síntoma dura entre 5 y 60 minutos.

Podríamos hablar de migraña sin aura cuando suceden al menos 5 ataques, cuya duración de la cefalea de 4 a 72 horas sin tratamiento o con tratamiento ineficaz. Los episodios dolorosos de la migraña suelen empezar en la región frontal y temporal, de un lado o mitad del cráneo, y se habla de migraña crónica cuando los episodios de cefalea ocurren 15 o más días al mes, por más de tres meses, de los cuales 8 de los 15 episodios cumplen con los criterios de migraña descritos previamente. Es una enfermedad de alta prevalencia, incapacitante y en algunas ocasiones de difícil manejo. Constituye alrededor del 25% de todas las consultas ambulatorias a los servicios de salud y una alta cantidad de tales pacientes tiene migraña.

Hay estudios que refieren que las personas que padecen migrañas tienen evidente susceptibilidad genéticas,  y también susceptibles a ciertas situaciones que se convierten en factores precipitantes para las mismas. Con respecto al tratamiento, hoy en día no hay tratamiento efectivo para su curación definitiva, así que, distinguiremos el tratamiento preventivo y el tratamiento para los síntomas.

Teniendo en cuenta los factores precipitantes, en el tratamiento preventivo lo que haremos será evitar dichas situaciones para evitar la aparición de estas cefaleas. Las principales situaciones que deberemos evitar son:

1-El estrés, que es la experiencia clínica con diferente umbral de activación en una misma persona, ya que está bajo la influencia del estado somato psíquico de la persona.

2-Algunos alimentos y bebidas son referidos, ocasionalmente, por personas migrañosas como precipitantes de las crisis. Entre ellos, los licores, en especial el vino rojo y la cerveza, los quesos fuertes, el chocolate, el glutamato de sodio, el exceso de café, etc.

3-Estímulos sensoriales como, luces brillantes, sonidos intensos, olores fuertes…

4-El insomnio o hipersomnia.

5-El ejercicio físico intenso.

6-Los marcados cambios de temperatura (tanto de frío como de calor).

7-E incluso los cambios hormonales en las mujeres.

Por otro lado, debemos de tener en cuenta el tratamiento preventivo farmacológico, que se podrá prescribir cuando se cumplan una o más de las siguientes condiciones:

  • Más de 2-3 episodios al mes.
  • Intensidad de los episodios importante e invalidante.
  • Incapacidad psicológica de afrontar la crisis.
  • Tratamiento sintomático ineficaz o con importantes efectos secundarios.
  • Abuso de analgésicos debido a episodios frecuentes.
  • Migraña con aura prolongada o hemipléjica.

Se valorarán los resultados después de 2-3 meses de tratamiento.

Los fármacos utilizados son: Antidepresivos como la amitriptilina. Antagonistas de calcio como la flunarizina. Bloqueadores beta como el propanolol. Antiepilépticos como el topiromato y el ácido valproico. Antiroserotoninérgicos: como el pizotifeno y la ciproheptadina, que se utilizan en última instancia.

Para el tratamiento sintomático, el metamizol, la codeína y el paracetamol no suelen ser muy beneficiosos debido a la intensidad del dolor. Se suelen prescribir aines para el dolor leve-moderado, ergóticos, sólo utilizados en algunos pacientes o triptanes que son los responsables del dolor trigeminovascular.

En casos de migrañas crónicas, en los últimos años, se han planteado nuevos enfoques en el tratamiento de las mismas.  Actualmente, el tratamiento quirúrgico de la migraña ha progresado con la inyección de toxina botulínica mediante descompresión quirúrgica produciendo una mejoría significativa de la migraña.

AUTORES

  • Esmeralda Lobera Salvatierra. Enfermera de Urgencias. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Almudena Cañardo Yebra. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Lucía Rivarés Garasa. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Óscar Sombía Novellón. Enfermero de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Isabel Torrés Jurado. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Lucía Iglesia Carnicer. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Monserrat Opla Ascaso. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.
  • Ana Belén Mongío Pardo. Enfermera de Especialidades Médicas. Hospital Universitario San Jorge. Huesca.