La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica que afecta al metabolismo de los azúcares, siendo estos el combustible de las células y la glucosa en especial del cerebro.
Al tener Diabetes, hay una incapacidad o disminución de esta, para que la glucosa pueda entrar en la célula, quedando la glucosa libre en sangre (hiperglucemias) generando alteraciones que pueden ser entre otras de tipo neurológica, vascular y derivadas.
Alteraciones vasculares, Retinopatía diabética
Unos niveles altos de glucosa en sangre de forma prolongada generan daños vasculares en la retina, que es la capa interna del ojo encargada de trasmitir las impresiones luminosa al nervio óptico y luego este al cerebro.
Causas
La hiperglucemia prolongada puede generar obstrucción de los capilares sanguíneos que alimentan la retina, lo que impide el correcto aporte de nutrientes y de oxígeno que es necesario para la supervivencia de las células retinianas. Como resultado, el ojo intenta generar nuevos capilares sanguíneos. Derivada de estas formaciones aparece un nuevo problema, ya que estos vasos sanguíneos no son adecuados por estructura para su función y pueden generar hemorragias fácilmente.
Dependiendo de la etapa de progresión de la enfermedad, nos vamos a encontrar una serie de síntomas, desde una ausencia de estos en las etapas iniciales hasta la pérdida de visión en las fases más avanzadas.
Algunos de estos síntomas pueden ser:
-Manchas o cuerpos flotantes en la visión
– Zonas de visión más oscura o con ausencia de visión.
– Visión borrosa.
-Destellos de luz
– Dolor o enrojecimiento de los ojos
Vista la importancia de las consecuencias de la patología lo más sensato sería reducir o evitar los factores de riesgo asociados, siendo los más frecuentes la diabetes mal controlada, HTA, Hipercolesterolemia y tabaquismo.
Actuaciones para reducir el riesgo
Control diabético correcto: Los pilaras para un buen control glucémico son DIETA, EJERCICIO (aeróbico 150 minutos semanales) y CORRECTO USO DE LA MEDICACIÓN.
Controla los niveles de glucosa sanguínea. Es posible que debas controlar y registrar el nivel de glucosa sanguínea varias veces al día o con más frecuencia si estás enfermo o estresado.
Controla la presión arterial y colesterol. Puede ser de ayuda comer alimentos saludables, hacer ejercicio regularmente y evitar la obesidad .
Dejar de fumar o disminuir en la medida de lo posible, pudiendo ser de ayuda el contacto con tu médico para la deshabituación tabáquica.
Atento a cambios en la visión. Acude a un oftalmólogo si experimentas cambios súbitos en la visión o si esta se vuelve borrosa, nublada o si ves manchas o puntos.
La prevención la disminución de factores de riesgo y la detección precoz son tres partes fundamentales para evitar las enfermedades que producen graves secuelas como la retinopatía. Según estadística la retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en adultos de entre 25 y 65 años, por ello creemos que se debe tener muy en cuenta en pacientes con factores de riesgo importantes.