El divertículo de Zenker o faringoesofágico es el divertículo esofágico más frecuente, fue descrito inicialmente en 1769 por el cirujano inglés Ludlow, sin embargo, en 1874 el cirujano alemán Zenker publicó una revisión de 22 casos y se le otorgó su nombre.
Su prevalencia en la población general es baja entre el 0,01 y el 0,11% y se presenta con mayor frecuencia en hombres ancianos. Es debido a una protusión de la mucosa y submucosa hipofaríngeas a través de una zona relativamente débil de la pared posterior de la faringe denominada el triángulo de Killian, situado entre el músculo constrictor inferior de la faringe y el músculo cricofaríngeo. Se sitúa en el tercio superior, en la unión faringoesofágica posterior y se trata de un falso divertículo ya que su pared no tiene capa muscular longitudinal.
La fisiopatología es desconocida, aunque es debido fundamentalmente al aumento de la pulsión o presión interna ejercida sobre la pared muscular posterior de la hipofaringe durante la deglución, la cual presenta una resistencia menor debido a cambios estructurales que se producen, como degeneración de las fibras musculares, sustitución por tejido adiposo, fibrosis y necrosis. La presión aplicada crónicamente a las paredes de la hipofaringe causa herniación progresiva de la mucosa a través del triángulo de Killian. Al crecer el divertículo comienza a llenarse de alimento y esto causa la sintomatología.
Halitosis, disfagia, regurgitación…
Respecto a la clínica suele ser inicialmente asintomática o cursar con una sintomatología leve en forma de faringitis crónica. Lo más típico es la regurgitación no ácida y la disfagia. También puede dar lugar a otros síntomas como halitosis, ronquera, compresión del esófago o una masa laterocervical supraclavicular izquierda tras la deglución que puede ser vaciada por compresión. Algunos pacientes perciben la presencia de una masa o una burbuja en el cuello y es frecuente la pérdida de peso.
Puede dar lugar a complicaciones, siendo la más severa la neumonía por aspiración. Otras complicaciones menos frecuentes son la ulceración, hemorragia, perforación, síndrome de Bernard-Horner, disfonía por irritación del nervio recurrente o fístulas traqueales.
Respecto al diagnóstico se prefiere la radiología con bario a la endoscopia, por riesgo de perforación, que demuestra la presencia del divertículo que se desplaza hacia uno de los lados en el cuello, con más frecuencia, al izquierdo. Cuando el divertículo es grande puede observarse un nivel hidroaéreo en el cuello, o detectarse con un ultrasonido.
En caso de cursar de forma asintomática no requiere tratamiento.
La estrategia para el tratamiento de los divertículos faríngeos ha evolucionado en los últimos años, siendo el tratamiento de elección el quirúrgico. Se han propuesto 2 vías de acceso diferentes: la cirugía abierta (miotomía del cricofaríngeo y diverticulectomía o diverticulopexia) o la cirugía endoscópica transoral. Cuando el divertículo es menor de 2 cm suele ser suficiente con una miotomía. Las complicaciones más frecuentes asociadas con la cirugía del divertículo de Zenker son: mediastinitis, lesión de nervio recurrente con parálisis de cuerda vocal, fístula, estenosis esofágica y recurrencia o persistencia de la bolsa.
Recientemente se están aplicando nuevos tratamientos mínimamente invasivos con resultados excelentes que disminuyen de forma significativa la morbimortalidad.
AUTORES
Carmen Jimeno Griñó. Residente Medicina Interna. Hospital San Jorge. Huesca
Paula Omedas Bonafonte. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Melody García Domínguez. Residente Cirugía General. Hospital San Jorge. Huesca
Lara Aparicio Juez. Residente Urología. Hospital San Jorge. Huesca
María Marín Ibañez. Enfermera del Servicio Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Mariela Olivari Montoya. Enfermera especialidades médicas. Hospital San Jorge .Huesca
María José Anoro Casbas. Supervisora enfermería especialidades médicas. Hospital San Jorge. Huesca
Antonio García Domínguez. Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Severo Ochoa. Leganés. Madrid
Alejandra Utrilla Fornals. Médico Interno Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital San Jorge (Huesca)
Francisco Javier García Alarcón. Médico de Servicio de Urología. Hospital San Jorge de Huesca
Pilar Jimeno Griñó. Médico FEA Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital de la Vega Lorenzo Guirao. Cieza. Murcia