Existen especialidades médicas con menor contacto con el paciente, y que muchas veces resultan desconocidas para la población general, una de ellas es la Anatomía Patológica. La Anatomía Patológica se define, según la Sociedad Española de Anatomía Patológica, como la ciencia médica encargada de estudiar y analizar la estructura celular para intentar explicar los porqués de las distintas enfermedades desde lo morfológico hasta lo molecular.
Explicado de otra forma, el patólogo se encarga de diagnosticar las enfermedades, poniéndoles nombre y apellidos, mediante el estudio de células y tejidos.
Estas células y tejidos son obtenidos mediante diferentes procedimientos:
• Biopsias: como las biopsias de piel realizadas por un dermatólogo; o las biopsias tomadas durante la endoscopia digestiva
• Cirugías: la exéresis de un órgano completo o parcialmente por un cirujano, ginecólogo, urólogo…
• Punciones: realizadas con una aguja directamente por el patólogo por ejemplo de una adenopatía, o ayudados con un ecógrafo por un radiólogo intervencionista, de órganos internos como el hígado.
• Citologías: las muestras también pueden obtenerse en fluidos corporales como la orina, o las muestras ginecológicas.
Todas estas muestras son procesadas por parte de técnicos de laboratorio especializados. Una vez procesadas las muestras son estudiadas en el microscopio por parte del patólogo. Gracias a los patólogos se llega a un diagnóstico concreto que ayuda a otros especialistas a un mejor tratamiento, y seguimiento.
En el estudio de las muestras se realiza el estudio macroscópico, y el estudio microscópico. Mediante el estudio macroscópico se describen las características de las muestras a simple vista, realizando una descripción detallada de: forma, color, tamaño, situación, consistencia… Una vez realizado el estudio macroscópico se realiza el procesamiento de las muestras para poder observarlos al microscopio. Este es, por tanto, el estudio microscópico. En él se pueden observan los tejidos hasta el nivel celular.
El microscopio es el instrumento indispensable en la labor del patólogo, gracias a él se realiza la visión de las estructuras celulares. El microscopio consiste en una serie de lentes que amplifican la visión, junto con un sistema de iluminación.
El desarrollo de la microscopía comenzó en el siglo XVII, gracias Anton van Leeuwenhoek, un comerciante holandés, que poco tenía que ver con la medicina; pero movido por la curiosidad, comenzó a realizar unas lentes que lograban visualizar estructuras microscópicas.
Aunque la Anatomía Patológica puede pasar desapercibida, existen patólogos famosos como Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina, por su estudio de las células nerviosas.