La endometritis crónica se produce cuando el revestimiento mucoso del endometrio está inflamado. Pese a que se trata de una patología generalmente asintomática, se ha constatado mayor prevalencia en pacientes infértiles.
¿Cuáles son sus causas?
A diferencia de la endometritis aguda, debida generalmente a una infección por chlamydia o gonorrea, la endometritis crónica suele estar causada por una infección polimicrobiana, entre cuyos gérmenes más frecuentes se encuentran el estreptococo, la E. Coli o el enterococo.
Aunque la etiología más frecuente es infecciosa, puede estar causada por la presencia de cuerpos extraños o pólipos uterinos. El uso de dispositivos anticonceptivos intrauterinos (DIUs) o la retención de restos placentarios, son factores que predisponen al desarrollo de endometritis crónica.
¿Endometritis crónica y endometriosis son sinónimos?
No, son patologías distintas aunque ambas de origen endometrial, y de ahí su denominación. La endometriosis se debe al crecimiento de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina mientras que la endometritis se debe a una inflamación del revestimiento mucoso del útero. El único aspecto común entre ambas es que se asocian a infertilidad y problemas reproductivos (abortos de repetición y fallos recurrentes de implantación).
¿Qué síntomas presentan las mujeres con endometritis crónica?
La mayoría de las ocasiones cursa de manera asintomática o en forma de problemas reproductivos. No obstante, algunas pacientes pueden presentar: distensión abdominal, sangrados vaginales intermenstruales o dolor en la parte baja del abdomen.
¿Cómo se diagnostica la endometritis crónica?
-Cultivos bacterianos cervicales: para descartar la presencia de enfermedades de transmisión sexual.
-Histeroscopia diagnóstica: permite detectar ciertos signos altamente sugestivos de endometritis crónica, como micropólipos. Permite la toma de biopsias endometriales.
-Biopsia endometrial: es el método de diagnóstico definitivo. Es un procedimiento incómodo para la mujer, por lo que debe realizarse ante sospecha fundada de esta patología. Consiste en tomar una pequeña muestra del revestimiento uterino en busca de patógenos y células plasmáticas, un tipo de células de la sangre que provocan la inflamación de los tejidos y que presentan el marcador CD 138.
¿Cómo se trata?
El tratamiento es sencillo y exitoso en la mayoría de las ocasiones. Se basa en la administración de antibióticos orales durante 10-14 días. Una vez finalizado el tratamiento se realiza una biopsia endometrial para comprobar curación. En las mujeres que han sufrido fallo de implantación a causa de la endometritis crónica, el tratamiento contra esta patología mejora las tasas de éxito de la gestación. Coadyuvante al tratamiento antibiótico, y una vez finalizado el mismo, se recomienda la administración de probióticos para mejorar la carga de Lactobacillus en la vagina y el útero.
AUTORA
Isabel Fernández Gracia.Facultativa Especialista de Ginecología y Obstetricia. Hospital de Barbastro. Huesca