El ETAP (Exercise-Related Transient Abdominal Pain) comúnmente conocido como flato, es un dolor que se define como “punzada” o “puñalada”, con diferentes localizaciones y que se produce durante la realización de actividades con movimientos repetitivos y/o rotacionales del torso.
Características del flato
Se describe como un dolor de aparición súbita, tipo puñalada, y que en el 80% de las veces, su localización es vaga y difusa. Las principales localizaciones son:
• Flanco derecho 55%
• Flanco izquierdo 37%
• Periumbilical 20%
• Hipocondrio derecho 12%
• Epigastrio 11%
Factores influyentes
En los estudios existentes en la bibliografía, se objetiva que a menor edad, mayor probabilidad de sufrir flato. No hay una relación clara con el género ni con el índice de masa muscular. Se aprecia un aumento de la aparición del flato en las actividades que involucren movimientos repetitivos del torso, tanto longitudinales como rotacionales. Esto ocurre en el running, ciclismo, hípica y la natación.
La intensidad del ejercicio no es un claro factor predisponente para la aparición del flato. Un inadecuado calentamiento previo al ejercicio junto con condiciones de frío y/o humedad también aumenta la incidencia de desarrollar flato durante el ejercicio.
Otro de los factores influyentes es la ingesta sólida y líquida previa al ejercicio. Una importante ingesta sólida cercana al desarrollo de la actividad provocará más fácilmente el desarrollo del flato; de ahí la importancia de que hayan pasado al menos 2 horas, desde la última ingesta calórica. La ingesta de líquido debe de ser también controlada, así como durante la realización del ejercicio. Estados de deshidratación o hiperhidratación también favorecen el desarrollo de flato.
Etiología
Numerosas teorías se han postulado para intentar explicar que hay detrás del desarrollo del ETAP. Ninguna prevalece sobre las demás. Un posible origen pudiera deberse a una isquemia transitoria del diafragma, que al estar inervado por el nervio frénico podría provocar incluso, dolor en el hombro, pero no explicaría la localización, a veces, infraabdominal del ETAP.
La teoría, más aceptada históricamente, es que el ETAP podría producirse por el Estrés mecánico de los ligamentos que soportan las vísceras, que se produce durante el ejercicio. Esta teoría explicaría porque aumenta el flato, en los ejercicios con movimientos repetitivos del torso y en estados postpandriales. Quizás la teoría más actual, es que el ETAP se pudiera provocar por una irritación del peritoneo abdominal y visceral, que explicaría las diferentes localizaciones del flato.
Prevención y tratamiento
Muchas técnicas y estrategias han sido propuestas para prevenir el desarrollo del flato. Las principales son las siguientes:
• Evitar la ingesta de grandes volúmenes de comida y líquido por lo menos, 2 horas antes de la realización del ejercicio.
• Durante la realización del ejercicio deberán ingerirse pequeñas cantidades de líquido y se evitarán las bebidas hipertónicas.
• Cuando el flato se ha establecido, se puede mitigar realizando respiraciones profundas, presionando sobre el área afecta, realizando flexión anterior del tronco, o incluso, parar momentáneamente de realizar el ejercicio.