Conocidos coloquialmente con su acrónimo COPs o POPSs del inglés “Persistent Organic Pollutants”
Sustancias químicas orgánicas estructura molecular contienen carbono que se combina con otros elementos como bromo, (Br), cloro (Cl), azufre (S), oxigeno (O), fosforo (P)…entre otros, estás uniones les confiere distintas estructuras y características fisicoquímicas.
Pueden aparecer de forma natural en forma de biomoléculas sintetizadas por los seres vivos o derivadas de procesos de combustión, geológicos como la formación del petróleo, atmosféricos o por síntesis planetaria.
Algunos de estos COPs de origen natural son las dioxinas, furanos, PCB (bifenilos policlorados), HCB (hexaclorobenceno) se producen en erupciones volcánicas o incendios, el resto son de carácter intencionado, principalmente derivados de procesos químicos y de combustión.
De origen antropogénico “causado o producido por los humanos” se trata de sustancias químicas orgánicas de origen sintético, aunque también son coproductos de procesos de fabricación o combustión o de origen antropogénico, fabricados por el hombre con fines concretos como plaguicidas, fertilizantes, repelentes o usados en la industria como ignífugos o termosensibles, entre ellos destacan los plásticos, colorantes, fibras textiles, parafinas cloradas.
El científico suizo Paul Hermann Muller descubrió las propiedades como insecticida del DDT (diclorodifeniltricloroetano), esta sustancia se utilizó durante la segunda guerra mundial para controlar las plagas de piojos entre los soldados por lo que recibió el premio Nobel en 1948. En la década de los 40-50 del siglo XIX se apodó como “sustancia milagrosa” debido a que los estudios realizados hasta esa fecha confirmaban su inocuidad sobre los seres humanos y ofrecían grandes beneficios sobre los cultivos y el control de plagas.
No fue hasta 1962 cuando la bióloga Rachel Carson publicó el libro ”La primavera silenciosa” en el que predijo que el DDT y otras sustancias usadas como pesticidas producían cáncer y daños irreversibles en los seres vivos y el medio ambiente de manera letal ya que se perpetuaban en los seres vivos y su concentración se multiplicaba conforme avanzaba en la cadena alimentaria.
Algunos COPs que contienen cloro son capaces de producir más de 11.000 compuestos organoclorados todos ellos igualmente dañinos y peligros para los seres vivos.
Para ser clasificados como COPs deben de tener una vida media como producto químico mayor a dos meses en el agua y seis en la tierra. Poseen efectos negativos sobre la salud humana y en el medio ambiente incluso a bajas concentraciones.
Características comunes
• Persistencia en el medio ambiente
Resisten la degradación fotolítica, biológica y química, lo que les permite permanecer en el medio ambiente y/o en el interior de los organismos vivos durante largos períodos de tiempo, incluso décadas.
El organismo no posee la capacidad para romper sus moléculas y excretarse en forma de moléculas solubles en agua, contrariamente son muy solubles en grasas lo que favorece su acumulación en los seres vivos.
A mayor número de átomos de cloro o bromo en su molécula, mayor perdurabilidad y peligrosidad. La degradación de los organoclorados produce mayores daños y persistencia que la sustancia original.
• Bioacumulación
Son difíciles de metabolizar por los seres vivos por lo que tienden a acumularse, sobre todo en el tejido adiposo.
Se biomagnifican, según asciende la cadena trófica aumenta su concentración, incluso millones de veces, así que los que están más arriba en la cadena trófica presentan mayor concentración de COPs.
• Toxicidad
Son químicos muy peligrosos capaces de producir efectos tóxicos a dosis muy bajas. Estos efectos incluyen desde daños en el sistema reproductivo, endocrino, inmunológicos, neurológicos, malformaciones fetales y alteraciones del desarrollo, trastornos de comportamiento, carcinógenos entre los más destacables.
Estos trastornos varían según la vía (inhalación, ingestión o absorción por piel) y el periodo de exposición (aguda, media o crónica).
• Transporte a larga distancia
Los COPs se propagan fácilmente a través del aire, el agua o acumulados en el organismo de especies migratorias, se han encontrado rastros incluso en lugares remotos (zonas polares) donde nunca se usaron.
Las condiciones ambientales marcan el punto de partida de los COPs. El calor favorece su evaporación y el frío su condensación y posterior precipitación en el suelo en lugares lejanos. La elevada volatilidad permite que sean arrastrados por corrientes de aire o de agua. También son transportados por especies migratorias introduciéndose en la cadena alimentaria, y a su vez son transferidos a especies superiores.
El documento que marca el punto de partida es el CONVENIO DE ESTOCOLMO en 2001 con carácter multilateral, fue corroborado por 120 países y entró en vigor en agosto de 2004. Los países disponían de dos años para elaborar un plan nacional de aplicación que incluyera las directrices redactadas en dicho convenio, a pesar de este acuerdo todavía es frecuente contaminación por fugas o desechos mal controlados que liberan las toxinas al medio ambiente. Las principales líneas de actuación son:
- Prohibición de producción, uso, comercialización, exportación e importación de los COP intencionales.
- Minimización de las emisiones de COP no intencionales utilizando mejores prácticas ambientales y promoviendo el uso de productos alternativos.
- Gestión y destrucción racional de residuos y productos existentes.
- Cooperación, sensibilización y participación entre todas las partes implicadas para una aplicación real y efectiva.
En nuestro país el primer Plan Nacional de Aplicación del Convenio de Estocolmo y del Reglamento (CE) N.º 850/2004, sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) se firmó en 2005 y entró en vigor en 2007.
“Docena sucia”
En su inicio, el convenio de Estocolmo recogió 12 productos químicos, los cuales fueron llamados “la docena sucia” debido a su gran toxicidad, posteriormente han añadido 11 más a la lista.
ALDRINA, CLORDANO, DDT, DIELDRINA, ENDRINA, HEPTACLORO, MIREX, TOXAFENO, HEXACLOROBENCENO, PCB, PCDD y PCDF
El convenio de Estocolmo también creo una clasificación para la gestión y eliminación de COPs los procesos que hay que aplicar según la sustancia recogida en cada uno de ellos.
• ANEXO A Eliminación de la producción y utilización de los productos químicos.
• ANEXO B Restringir la producción y utilización de los productos químicos.
Restringir o eliminar las exportaciones e importaciones de los anexos A y B, excepto para aquellos usos permitidos en el Convenio.
• ANEXO C Reducir y eliminar definitivamente si es viable las liberaciones derivadas de fuentes antropogénicas no intencionales de los productos químicos.
AUTORES
Ana Belén Mongío Pardo, Esmeralda Lobera Salvatierra, Almudena Cañardo Yebra, Lucía Rivarés Garasa, Isabel Torrés Jurado, Lucía Iglesia Carnicer y Montserrat Opla Ascaso. Enfermeras de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca
Óscar Sambía Novellón. Enfermero de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca