Recomendaciones a pacientes con trombosis venosa profunda en extremidades inferiores


Dra. Carlota López Lapuerta, Dra. Esther Abad Bernal, Dra. Esther Valero Tena, Dra. Carmen Raquel Sánchez Pérez y Dra. Isabel Yuste Serrano

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La presentación más común de la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es la trombosis venosa profunda (TVP) de la extremidad inferior.

Las trombosis venosas que se producen en el sistema venoso profundo de miembro inferior son más importantes que las del sistema venoso superficial. Esta importancia es debida a la gravedad de sus potenciales complicaciones como son: la embolia pulmonar y el síndrome postrombótico.
La vena poplítea es la que divide el sistema venoso profundo de la extremidad inferior en sistema venoso profundo distal y proximal. Los trombos localizados a nivel poplíteo o en áreas más proximales presentan mayor riesgo de producir embolia pulmonar; un 50% de las TVP proximales embolizarán, frente a un 30% de las distales. La TVP y la embolia de pulmón (EP) conforman la Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETEV). La ETEV representa la tercera causa de muerte cardiovascular después del infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular y se considera entre las principales causas de muerte intrahospitalaria.
Existen una serie de factores de riesgo heredados (trombofilias hereditarias) y factores de riesgo adquiridos o condiciones pre-existentes como son:
Los más frecuentes: Más de 48 h de inmovilidad en el mes anterior. Ingreso hospitalario en los últimos 3 meses. Enfermedad maligna. Enfermedad infecciosa en los últimos 3 meses.
Otros factores: Cirugía, trauma, Embarazo y puerperio. Anticonceptivos orales y terapia hormonal. La presencia de un catéter venoso central. Fármacos anticancerosos (tamoxifeno, talidomida). Síndrome antifosfolípido. Síndrome nefrótico. Viaje en avión. Enfermedad inflamatoria intestinal. Obesidad IMC >30
La combinación de factores adquiridos más heredados aumenta más el riesgo de Trombosis Venosa Profunda.

Recomendaciones

Durante el tratamiento de las trombosis venosas profundas de Extremidades Inferiores hay una serie de recomendaciones que ayudan a una evolución mejor, con menos secuelas fibróticas:
• Respecto al reposo: la deambulación precoz es mejor que el reposo inicial. Si el edema y el dolor son severos, se debe aplazar la deambulación en la medida en que sea tolerada y no exista condición clínica de riesgo (trombosis extensa iliofemoral, trombo móvil, inestabilidad clínica o hemodinámica).
En caso de trombosis extensa y/o Embolia Pulmonar de riesgo moderado y alto se recomienda movilización a las 48h de dosis de anticoagulación plena y con Medias de Compresión Gradual (MCG).
• La terapia compresiva debe de comenzar tan pronto como sea posible una vez iniciado el tratamiento anticoagulante. Se recomienda el uso de MCG hasta la pantorrilla. Las MCG han demostrado reducir en un 50% la incidencia del síndrome postrombótico (SPT), aunque no modifican la recurrencia de la ETEV. Las de compresión fuerte (30-40 mmHg) son las más eficaces en prevenir el SPT. Se pueden usar vendajes inicialmente hasta disminuir el edema y después colocar MCG.
• En cuanto al Sd. Postrombótico establecido, aunque las MCG han demostrado un beneficio escaso y hay pocos estudios, se sugiere su utilización en estos pacientes. Han de comenzar a usarse en la 1ª-2ª semana después del diagnóstico y mantenerlas un mínimo de 2 años. Deben colocarse antes de levantarse o, al menos, inmediatamente después de la ducha, y quitarse por la noche al acostarse o con los miembros inferiores elevados. Se deben usar todo el tiempo posible mientras el paciente esté de pie, sentado o caminando. Si no se tolerasen bien y no aparecieran síntomas ni signos de SPT se podrían retirar las medias de compresión a los 6 meses.

Medias de compresión

Como colocarse las medias de compresión a veces requiere de ayuda por parte de otra persona, pero los pasos a seguir lo hagan el propio paciente u otra persona serían:
• Primero:
• Retire de las manos anillos y pulseras que pueden dañar las medias.
– La utilización de guantes de látex o vinilo facilita la colocación de las medias.

Segundo:
1. Tras su higiene diaria séquese bien los pies antes de colocarse las medias.
2. Introduzca la mano en la media hasta localizar el talón.
3. Doble la media al revés hasta el talón.
4. Introduzca el pie hasta que el talón esté en su sitio.
5. Estire hacia arriba el cuerpo de la media de manera que se deslice por encima del talón.
6. Realice las correcciones necesarias para que el ajuste sea el adecuado y no queden
pliegues, este paso ha de hacerlo varias veces, sobre todo tras pasar el talón y la rodilla.

Las medias hay que lavarlas a mano o en la lavadora a temperaturas inferiores a 40º preferentemente dentro de una red y sin estrujarla o arrugarla para escurrir. Utilizar detergentes para ropa delicada. No emplear suavizante ni quitamanchas, ya que pueden
cerrar los poros y estropear las fibras. Secar en la secadora con un programa suave o al aire sin exponer al sol directamente. No emplee plancha, ni fuentes de calor, ya que destruyen las fibras elásticas de la media.
Deseche las medias cuando pierdan la capacidad de presión según las instrucciones del fabricante, lo que suele ocurrir entre los 3 y 6 meses dependiendo del tipo de media.

A continuación, una serie de consejos para aplicar en el día a día para personas con Insuficiencia venosa crónica, o que han presentado trombosis o tromboflebitis en extremidades inferiores para ayudar en la prevención de recidivas o síntomas crónicos por secuelas.

DEBE EVITAR:
• La vida sedentaria, la estancia prolongada de pie o sentado.
• Cruzar las piernas.
• El uso de ropa ceñida y ligaduras en la mitad inferior del cuerpo.
• El calzado con tacón alto.
• El sobrepeso, consumo de alcohol y de tabaco.
• Tomar anticonceptivos orales.
• La exposición prolongada al sol y los baños calientes.
• Golpes y rascaduras en el trayecto de las venas y rozaduras por calzado.

ES ACONSEJABLE:
• Procurar dormir con las piernas en posición ligeramente elevadas.
• Efectuar baños diarios con agua fría (10-20 segundos en cada pierna).
• Tras una cirugía: deambulación precoz en el postoperatorio, y después del alta hospitalaria, insistir en la necesidad de caminar y volver cuanto antes a las actividades normales.
• Realice movimientos giratorios de tobillos y estiramientos de piernas si permanece mucho tiempo sentado o acostado.
• Practicar ejercicios no violentos (Si en su caso fuera posible, el paciente puede practicar los siguientes deportes: natación, ciclismo, yoga.)
• Caminar como mínimo durante media hora (si bien esto puede variar según la edad del paciente).

AUTORES

Dra. Carlota López Lapuerta, Dra. Esther Abad Bernal, Dra. Esther Valero Tena y Dra. Carmen Raquel Sánchez Pérez.
Médicas. Servicio de Medicina Interna. Hospital MAZ. Zaragoza.
Dra. Isabel Yuste Serrano. Jefe de Servicio de Medicina Interna, Hospital MAZ. Zaragoza