La cardiopatía isquémica (la enfermedad de las arterias del corazón, y el infarto de miocardio entre ellas), es la causa más frecuente de muerte a nivel mundial, además de tener consecuencias importantes en deterioro de calidad de vida y gasto sanitario.
Es por ello, que se necesitan estrategias de prevención para disminuir el riesgo de que ocurra un nuevo evento y la rehabilitación cardíaca es una de ellas. De hecho, los programas de rehabilitación cardíaca han demostrado mejorar la calidad de vida y disminuir la mortalidad y las hospitalizaciones. En España cada vez se están creando más Unidades y, en nuestro caso, la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario de Navarra se puso en marcha en el año 2019.
¿Qué es la rehabilitación cardíaca?
Se trata de un conjunto de intervenciones dirigidas a mejorar la evolución de la enfermedad cardiovascular, influyendo sobre la condición física, mental y social del paciente. El objetivo fundamental del programa de rehabilitación cardíaca es mejorar la calidad y la esperanza de vida mediante la educación.
¿Qué patologías se incluyen en estos programas?
Cualquier enfermedad cardíaca se beneficiaría de la rehabilitación cardíaca, pero la capacidad de las Unidades no suele permitir abarcar todas ellas. En el caso del Hospital Universitario de Navarra inicialmente se han incluido pacientes que han sufrido un infarto recientemente, aunque lo deseable sería extender a otras patologías en un futuro cercano.
¿En qué consiste?
A diferencia de lo que se puede pensar a priori, no se trata únicamente de acudir a un gimnasio a realizar ejercicio supervisado, sino que el pilar básico de estos programas es la educación. Es importante que el paciente tome consciencia de la enfermedad y mediante un programa educativo intente cambiar los hábitos de vida no cardiosaludables. Se trata de un programa multidisciplinar formado por cardiólog@s, enfermer@s, rehabilitad@res y fisioterapeutas con la colaboración de otros servicios como Nutrición y dietética, Endocrinología, Psicología, Urología…
¿De qué fases consta?
La rehabilitación consta de 3 fases:
• Fase I: Se realiza durante el ingreso. Se promueve la movilización precoz con pautas de ejercicio físico a realizar tras el alta y se dan algunos consejos sobre el control de los factores de riesgo cardiovascular.
• Fase II: Se realiza una vez el paciente es dado de alta. Para una correcta planificación de un programa de rehabilitación cardíaca se precisa la estratificación de los pacientes según su riesgo en bajo, moderado o alto riesgo. Dicha estratificación se realiza mediante la entrevista, exploración física y pruebas complementarias (una prueba de esfuerzo, ecografía…). Los pacientes estratificados como moderado y alto riesgo, deben realizar la fase II monitorizados mediante electrocardiograma y supervisados por cardiólog@ en la Unidad de Rehabilitación cardíaca del hospital. En cambio los de bajo riesgo pueden realizar programas en las Unidades de Rehabilitación, pero también programas domiciliarios o telemáticos. Durante esta fase se incluye:
• Entrenamiento físico: Se programa un entrenamiento individualizado para cada paciente, que resulta beneficioso y a su vez seguro a nivel cardiovascular. Incluye tanto ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta), como ejercicios de fuerza.
• Charlas educativas sobre los factores de riesgo cardiovascular para que cada paciente sea consciente de los cambios que debe realizar para un correcto control de los mismos. Se irán a su vez realizando cambios en la medicación hasta alcanzar el objetivo marcado para cada factor de riesgo.
• Consejo nutricional hacia una dieta cardiosaludable.
• Soporte psicológico: Es habitual que tras un infarto se presente miedo, estrés, ansiedad… que en ocasiones precisen intervención a dicho nivel. Se realizan sesiones de relajación y en pacientes que lo precisen, terapias grupales.
• Fase III: Dura el resto de la vida, y es lo más complicado de mantener. Consiste en poner en práctica todo lo aprendido en la fase II.