Aunque los avances médicos han propiciado que las cifras desciendan lenta y progresivamente en la última década, la muerte por enfermedades cardiovasculares sigue siendo una de las principales causas de defunción en España según el INE.
Todos los expertos coinciden en señalar la prevención como el mejor tratamiento. Mejorando nuestro estilo de vida y cumpliendo las siguientes recomendaciones podemos prevenir la aparición de la enfermedad cardiovascular o, al menos, alargar sus consecuencias.
Deporte
La práctica deportiva, evitar el sedentarismo mediante la práctica frecuente de ejercicio físico es una de las herramientas más eficaces de prevención. Eso sí, en caso de querer iniciar una práctica deportiva con regularidad es recomendable realizar una revisión cardiológica para establecer un plan adecuado de entrenamiento y diagnosticar las capacidades personales tras un estudio pormenorizado de su corazón.
Alimentación
Es necesario llevar una dieta sana y equilibrada, por eso es clave seguir las orientaciones de la pirámide alimenticia (Fundación Española del Corazón). Como directrices esenciales, hay que consumir tres o cuatro raciones de verduras y hortalizas diarias aparte de las dos o tres raciones de fruta. Además, es muy importante tomar dos cucharadas de aceite de oliva extra virgen extra cada día y tratar de convertir en esporádicas las comidas con carnes grasas, embutidos y dulces.
Sobrepeso
Hay que evitar el sobrepeso, especialmente la obesidad central -la ‘tripa’-. La grasa abdominal es perjudicial para el corazón y es bueno tener un peso adecuado para el controlar y evitar la aparición de enfermedades como la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia.
Tabaco
El tabaco es cancerígeno, provoca una aterosclerosis -acumulación de grasas y otras sustancias en las paredes de las arterias- acelerada y precoz. Afecta a otros órganos como los pulmones y su efecto, junto a otros factores de riesgo cardiovascular (hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes, prediabetes..), no es aditivo sino que es multiplicativo. Es decir, si fumas el riesgo se puede multiplicar hasta por tres y, si además tienes hipertensión, se multiplica por ocho.
Consumo alcohol
No se recomienda el consumo moderado de alcohol de manera regular y tampoco se recomienda el consumo excesivo de alcohol aunque sea de forma puntual, ya que también es malo para el corazón y, más concretamente, para el control de la tensión arterial. Se puede tomar una copa de vino tinto durante una de las comidas principales del día.
Exceso sal
La sal era un producto muy preciado como conservante de alimentos en la antigüedad, hoy la mayoría de los productos contienen sal o potenciadores de sabor. La solución radica en incrementar el consumo de alimentos frescos en lugar de los precocinados -todos llevan sal- o de las bebidas con burbujas. El consumo de sal diario recomendado, sin tener ninguna alteración cardiaca, es de dos a cuatro gramos.