“…¿Cómo va todo? Espero que bien. Sólo comentarte que me ha escrito una carta el chico de Londres. La verdad es que es una carta muy emotiva. Me da las gracias y, lo más importante, me dice que todo fue fenomenal y que en estos momentos ya hace vida totalmente normal. Te lo comento para que se lo digas a todos los que participasteis en tan buen fin. Ahora a por otro!!! A ver si me toca otra vez!!! Ya sería la leche… “
Este correo, escrito por el último donante de PH (progenitores hematopoyéticos) de nuestra Comunidad (febrero 2009) lo recibí hace pocos días y nada mejor que su testimonio para presentar este artículo que pretende informar sobre los trasplantes de médula ósea (células madre o PH) provenientes de donantes no emparentados.
Su vivencia, que no duda en compartirla con los que, de una forma u otra, estuvimos con él, anima a seguir trabajando por lograr personas comprometidas con la donación. Es de justicia recordar que en este donante coincidieron dos circunstancias que viene a aumentar, si cabe, su mérito. La primera, como donante de sangre habitual, es conocido su miedo a los pinchazos. Y segunda, al mes de la extracción de PH de sangre periférica se le solicitó una segunda donación de linfocitos, que en ocasiones está indicada para consolidar el implante, pero que no suele ser habitual (es la primera vez que se realiza en nuestros donantes en 20 años de historia). Era una nueva donación a la que no vaciló en dar su consentimiento.
El resultado del esfuerzo: un joven que recupera la salud y vuelve a la vida normal y un donante que desea poder donar otra vez. ¿No es fácil sentirte útil, sentirte feliz?
En general merece la pena destacar dos importantes detalles en el análisis del contexto actual de los trasplantes de PH provenientes de donantes no relacionados (DnR)
- Los buenos resultados clínicos obtenidos en los enfermos sometidos a trasplantes de médula ósea de donante no emparentado han llevado a incrementar de forma importante sus indicaciones.
- La existencia de evidencia científica suficiente sobre la inocuidad a largo plazo de la administración de G-CSF a donantes sanos a partir de la experiencia en la donación de PHSP (Progenitores Hematopoyéticos de Sangre Periférica) en donantes relacionados, obligó a autorizar su uso también en el ámbito de los trasplantes de donantes no relacionados. En España en noviembre de 2002 la Comisión Nacional de TPH (CNT), decidió autorizar el empleo de dichos progenitores como primera opción terapéutica siempre que lo solicitara el centro de trasplante, lo aceptara el donante y se garantizaran una serie de mínimos que aseguraran un adecuado manejo del donante y su control a largo plazo.
Historia del trasplante de médula ósea
El trasplante de células madre sanguíneas no se puso en práctica hasta que, en la década de los cincuenta, tuvieron lugar descubrimientos cruciales acerca del sistema inmune, siendo el más importante el hallazgo de los antígenos de Histocompatibilidad humana (HLA).
En el año 1980 se reconoció la importancia de estos descubrimientos y se concedió el Premio Nobel a los científicos George D. Snell, Jean Dausset and Baruj Benacerraf artífices de tan decisivas investigaciones.
Para que un trasplante de células madre sea un éxito, el sistema inmune del receptor debe de aceptar las células del donante. Esto se consigue asegurándose de que los antígenos HLA de las células madre del donante son idénticos, o muy similares, a los antígenos de las células del receptor.
Un trasplante entre gemelos idénticos garantiza una completa compatibilidad HLA entre el donante y el receptor y estos fueron los primeros trasplantes que se hicieron entre humanos. No fue hasta los años sesenta, cuando se conoció más acerca de la compatibilidad HLA, cuando se comenzaron a realizar trasplantes entre hermanos que no fueran gemelos idénticos. En los años 1970, se llevaron a cabo los primeros trasplantes usando donantes HLA compatibles pero que no eran familiares del receptor. Como dos de cada tres pacientes no tienen un donante relacionado surgió la necesidad de aunar esfuerzos, a nivel internacional, para conseguir donantes compatibles entre personas voluntarias en todo el mundo. Fue el origen del nacimiento de los registros.
Creación de los registros
El concepto de registros se remonta al año 1970 cuando el profesor Dr Jon J. van Rood propuso la creación de un archivo de donantes de sangre, a los que se les realizará el estudio de los antígenos HLA, pudiendo ser empleados en las transfusiones de plaquetas y posteriormente en trasplantes de médula ósea.
Hoy en día, Bone Marrow Donors Worlwide (BMDW) es una organización que la conforman 78 registros que gestiona más de trece millones de donantes de todo el mundo y más de 385.000 unidades de cordón umbilical.
En el año 2008 el número de donantes de células madre en el registro internacional (BMDW) alcanzó la cifra de 12.405.694. El número de unidades de cordón umbilical ascendía a 339.178.
Las diferencias en el número de donantes en los diferentes registros según los Países son muy significativas.
Alemania | Francia | España | UK. | Israel | Chipre | |
Donantes de PH/MO | 3.355.359 | 162.859 | 71.818 | 759.974 | 466.472 | 108.179 |
El registro de donantes de médula ósea en España (REDMO)
La Fundación Internacional Josep Carreras para la Lucha contra la Leucemia fue fundada el 14 de julio de 1988 contemplando, entre sus objetivos, la creación de un registro de donantes voluntarios de médula ósea en nuestro país. En 1991, por acuerdo con el Ministerio de Sanidad y Consumo se crea el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO) para gestionar las búsquedas de médula ósea y coordinar el registro de los donantes de las diferentes comunidades autonómicas.
En 1992 la Consejería de Salud del Gobierno de Navarra firmó un acuerdo de colaboración con la Fundación Careras.
El laboratorio de HLA del Banco de Sangre de Navarra asumió dicha responsabilidad y así se comenzó a engrosar el registro que en la actualidad cuenta con 3.721 donantes (0.6 por cada cien habitantes).
Sería deseable extender a la población en general la importancia de esta donación, haciendo hincapié en su escaso riesgo y su demostrado beneficio.
La experiencia del año pasado a raíz de la llamada de Eduardo Domezain, joven que falleció a la espera de un trasplante, dejó bien claro que hay un número muy importante de personas que estarían dispuestas a ser donantes, pero a las cuales no les llega la información y, si les llega, a veces es insuficiente o incorrecta.
La evidencia de esta situación animó a crear la Asociación DOMENA: Asociación Eduardo Domezain de Donantes de Médula de Navarra que tiene entre sus objetivos la promoción de la donación y la asistencia a los enfermos y familiares. (www.asociaciondomena.com)
Cómo funciona el REDMO
Para ser donante de médula ósea se siguen los mismos criterios de selección que para los donantes de sangre, con la excepción de que la edad está limitada a los 55 años (18-55 años). En general, hay que tener buena salud y no haber padecido enfermedades infecciosas potencialmente transmisibles por transfusión como son: VIH, VHC, VHB, Paludismo, Sífilis… En la primera visita al/la donante potencial se le informa de forma personalizada y por escrito de todo el proceso. Si acepta ser inscrito en el registro firma el documento homologado de consentimiento (elaborado por la ONT) y se le extrae una muestra de sangre para hacer el estudio del sistema HLA.
El resultado del estudio, así como el consentimiento informado, se envían al REDMO (Barcelona), dónde quedan sus datos registrados hasta que, movilizados por una posible compatibilidad con un paciente determinado, se procede a contactar de nuevo con él/a implicado/ a para realizar los análisis complementarios pertinentes.
Sólo cuando queda demostrada la compatibilidad entre el/la donante y el/la receptor/a, se plantea el proceso de la donación.
¿En que consiste la donación?
El proceso, en el 95% de los casos, consiste en la movilización de células madre a sangre periférica, mediante la inyección subcutánea de factores de crecimiento cuatro días antes de la donación. Posteriormente te procede a la extracción de las mismas utilizando una máquina de aféresis.
La máquina extrae pequeños volúmenes de sangre, recoge las células madre y devuelve al donante el plasma y el resto de células sanguíneas. El proceso dura entre 4 o 5 horas.
En un 4-5% de los casos, se requiere la donación de células madre provenientes de médula ósea. El proceso requiere anestesia general y la extracción se realiza en quirófano. A las 24 horas el donante es dado de alta.
De todo el proceso se debe de dar información puntual y personal a todo donante interesado.
¿Por qué ser donante de médula ósea?
Analizada la situación actual del trasplante de PH hay que implicar a la sociedad en este tipo de donación, incrementando la información y estimulando la promoción.
Las personas presentan una excelente disponibilidad ante la posibilidad de ayudar a un semejante, lo hemos comprobado, pero hay que llegar a ellas.
Se ha estimado, en un estudio sociológico realizado bajo el auspicio de ADONA, que el número de ciudadanos dispuestos a ser donantes de médula ósea en nuestra comunidad serían más de 40.000.
Esta cifra debería constituir un reto para toda la sociedad en su conjunto.
Ahora que cada vez se oye hablar más de la inteligencia emocional, de la relación directa entre el grado de felicidad y el compromiso con los demás, debemos de dirigir los esfuerzos a transmitir este mensaje de solidaridad. ¡Recordar que sin donantes no hay trasplantes! “ La donación es un gesto totalmente altruista, considerado como el mayor acto de bondad 30 entre los seres humanos” (OMS).