Síndrome subacromial


Javier Gorriti Tarancón. Fisioterapeuta. Fernando Eguía Barbarin. Dietista-Nutricionista y Fisioterapeuta. Marta García-Granero Lacasa. Fisioterapeuta Ambulatorio Conde Oliveto de Pamplona

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El síndrome subacromial o impingment se describe como un dolor localizado en la zona anterior y lateral del hombro, que se puede extender por la zona por el brazo. A veces el dolor es tan intenso que provoca contracturas musculares en el cuello. Con frecuencia ocurre durante la noche, dificultando el descanso nocturno y provocando aumento del dolor e irritación. Durante el día el hombro se encuentra dolorido y se evita utilizarlo en las actividades diarias o en el ámbito laboral, deportivo provocando que entre en un circuito de dolor y discapacidad funcional.

Esta enfermedad es causada por un estrechamiento del espacio que hay entre la cabeza del Húmero y una parte de la Escápula llamada Acromion. En este espacio, espacio subacromial, se encuentran los tendones del manguito de los rotadores protegidos del hueso acromion por una bolsa para que se deslicen libremente.
Esta patología es la causa más frecuente de dolor de hombro, y a veces se cronifica pudiendo persistir durante meses y años. El pico de mayor inicidencia se da en personas de edad comprendida entre los 40 y 50 años.
El síndrome subacromial se puede producir por un proceso inflamatorio, una degeneración e incluso una rotura tendinosa y causa dolor y produce discapacidad y pérdida de la función.
Suele estar relacionada con ciertas actividades laborales o una actividad deportiva, sobre todo en aquellos que requieren el uso de la mano por encima del nivel de la cabeza.
El diagnóstico de esta patología se basa en un conjunto de síntomas y signos que encontramos durante la exploración (maniobras de provocación del dolor, evaluación del rango de movilidad y de la fuerza del brazo y de la escapula y también valoración del cuello).

Las pruebas de imagen

Además para establecer un diagnóstico más preciso, es necesario realizar pruebas de imagen (radiografías, ecografía y resonancia magnética).

Radiografías puede demostrar calcificaciones en el tendón, disminución del espacio subacromial debido a osteofitos, anomalías del acromion, tendinitis calcificante y fracturas.
Ecografía es un método sensible y preciso, para identificar pacientes con desgarro del manguito de los rotadores.
Resonancia magnética, nos sirve para identificar roturas y valorar el estado del tejido.

¿Cómo se presentan los síntomas?

Aunque los síntomas pueden aparecer tras un acontecimiento traumático concreto, el dolor se puede instaurar durante un período de semanas a meses.
El dolor se manifiesta al elevar el brazo lateralmente (80º a 120º) por lo que suelo provocar una disminución del rango de movimiento, pérdida de fuerza y funcionalidad.
Una de las formas más comunes de evitar el dolor en esta patología es la tendencia a rotar el brazo haciendo un arco para que los tendones dispongan de más espacio y se alivien los síntomas dolorosos.

¿Cómo se trata?

• Tratamiento conservador. Los tratamientos conservadores (tratamiento no quirúrgico: medicamentos y fisioterapia) se pueden emplear antes de llegar a la cirugía, pero si después de 6 meses de tratamiento conservador se mantienen los síntomas (dolor, limitación y disminución de la fuerza muscular) está indicado el tratamiento quirúrgico.

• Tratamiento Quirúrgico. La cirugía está indicada para las siguientes condiciones:
Dolor durante las actividades que implican movimientos por encima de la cabeza y pérdida de la movilidad funcional del hombro (de 3 a 6 meses o más) a pesar de haber sido tratada contratamiento conservador.
El tendón este muy engrosado o haya acumulaciones de calcio alrededor del tendón.

El tratamiento quirúrgico, se utiliza para:
• Aumentar el tamaño del espacio subacromial y proporcionar espacio de desplazamiento adecuado para los tendones, seguida de rehabilitación postoperatoria.
• Suturar el/los tendón/es del manguito de los rotadores y del biceps que presenten una rotura.