- La Clínica Cross cuenta con la última tecnología en programas de planificación 3D.
- La cirugía virtual previa realizada por ordenador nos dará una idea muy precisa de cual será el resultado final.
- Cada vez se operan deformidades más leves dado los buenos resultados obtenidos.
Las deformidades de la cara son relativamente frecuentes y aunque existen deformidades muy severas, estas son poco habituales. Sin embargo, son muchas las personas que presentan deformidades más leves que no ocasionan ningún problema para llevar una vida normal pero no dejan de ser un motivo de preocupación por las connotaciones sociales y/o funcionales que conllevan.
Dentro de estas deformidades menores, están las que afectan a la mandíbula que puede ser desde una ligera asimetría, la falta o exceso de proyección del mentón, hasta una crecimiento excesivo de toda la mandíbula. Lo mismo puede darse en el maxilar superior, donde puede existir una falta o el exceso de pómulos y también puede afectar a la sonrisa en los casos en los que al reír casi no se enseñan los dientes o que enseña la encía de forma exagerada. Todas estas deformidades pueden considerarse ligeras variaciones de una cara normal pero condicionan el que unas personas sean atractivas y otras puedan no parecerlo o incluso pueden condicionar la apariencia de un envejecimiento temprano (no enseñar los dientes al reír es típico de las personas ancianas). Del mismo modo cuando existe una mandíbula poco o demasiado desarrollada los dientes pueden no encajar de forma correcta lo que se traduce en diferentes problemas.
Debido a que vivimos en una sociedad cada vez más preocupada por la imagen y por supuesto también al gran avance de la cirugía maxilofacial y la anestesia, estas operaciones son muy frecuentes y cada vez son más las personas que se animan a pasar por el quirófano para resolver el problema que les preocupa.
Hace años este tipo de intervenciones eran excepcionales y con resultados no siempre deseados. La moderna cirugía ortognática (del griego “orthos” bien colocados, y “gnatos” huesos maxilares) se basa en una planificación muy precisa de estas intervenciones con cálculos de décimas de mm, de esta forma el resultado final es el esperado y muy satisfactorio para el cirujano y el paciente.
El estudio se realiza mediante las fotografías e imágenes 3D del paciente obtenidas mediante los modernos escáneres de baja radiación (CBCT). Estas pruebas se introducen en el ordenador y se estudian mediante sofisticados programas basados en tecnología 3D. Las imágenes tridimensionales sirven para determinar de una manera muy precisa como están colocados los huesos de la cara. La fotografía se superpone como una mascara y de este modo se valora como los huesos afectan a las distintas partes de la cara.
El ordenador permite realizar múltiples medidas y nos muestra las zonas de la cara que no están colocadas correctamente, comparando los datos obtenidos con los valores normales, de manera que se puede establecer de forma muy exacta cuántos milímetros debemos mover el mentón o la mandíbula para conseguir una cara atractiva.
El mismo programa nos permite modificar la posición de los huesos de la cara hasta establecer los valores normales y de este modo obtenemos la “nueva “ cara que tendremos después de la operación de un modo muy próximo.
La introducción de esta tecnología para la planificación sistemática de los casos ha conseguido acortar los tiempos de las operaciones, simplificar los procedimientos y disminuir la estancia hospitalaria de forma muy significativa, convirtiendo este tipo de operaciones en procedimientos cada vez más habituales.
Clínica Cross. T. 948 853 668
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