La composición del cuerpo de los seres humano es en un sesenta por ciento agua. El cerebro tiene una proporción del setenta por ciento, mientras que en la sangre es del ochenta, y en los pulmones llega hasta el noventa. Porcentajes que nos hacen ver la importancia que debemos dar a este compuesto químico inorgánico formado por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
El agua es fundamental para la vida, sin ella no se podría sobrevivir más de 3-5 días. Esto se debe a que el agua desempeña diversas funciones en el cuerpo:
• Gracias al agua se construyen todas las células y fluidos corporales (aproximadamente el setenta por ciento de nuestro peso es agua).
• Interviene como: medio de reacción, como disolvente y como reactivo.
• Se encarga de transportar los nutrientes.
• Asiste a la eliminación de los residuos corporales mediante la orina.
• Ayuda a controlar la temperatura corporal a través de la evaporación del sudor.
• Regula la presión sanguínea.
Por todo ello, mantener un equilibrio hídrico corporal correcto va a ser imprescindible en nuestra vida. Ya que si ingerimos poca agua durante un período largo de tiempo perderemos este equilibrio, inclinando la balanza hacia la aparición de diversas patologías, como son: problemas digestivos, diabetes, sobrepeso, problemas en la piel, colesterol alto, fatiga, entre otros.
Aunque también hay que tener en cuenta que igual de perjudicial es beber mucha agua. Un exceso de ingesta puede provocarnos: insomnio, sudoración excesiva, desequilibrios de las sales del organismo, dilución de la sangre provocando hiponatremia (baja concentración de sodio en sangre), dolores de cabeza por aumento de la presión arterial, etcétera.
Teniendo en cuenta todo la anterior, podemos afirmar que un adecuado aporte de agua en nuestro organismo es vital. El problema radica en que hacer una recomendación general del agua necesaria diariamente en nuestra dieta es extremadamente difícil, ya que las recomendaciones deben ser individuales para la situación fisiológica de cada persona en el momento determinado. En líneas generales, sabiendo que tenemos que tener presentes otros factores, la recomendación general para la población sana y adulta será de 30 mL/kg peso/día.