Soy diabético y tengo que tomar corticoides ¿Debo asustarme?


Raquel Refusta Ainaga. Enfermera. Centro de Salud San José Norte. Zaragoza. Lorena Rodríguez Elena. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. Luis María Hernáiz Calvo y Alberto Guillén Bobé. Médicos Residentes Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud San José Centro. Zaragoza

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Los corticoides son unos potentes antiinflamatorios e inmunosupresores conocidos en la práctica clínica por sus grandes beneficios. Es probable que en algún momento de la vida todos los ciudadanos hayan requerido hacer uso de estos fármacos, pues son utilizados por prácticamente todas las especialidades médicas; desde enfermedades reumáticas, oncológicas o digestivas hasta asma, alergia y otros problemas broncopulmonares.

La administración de estos fármacos no debe asustarnos, sus beneficios prevalecen sobre sus perjuicios de manera habitual.
No obstante, debemos estar alerta para poder detectar algunos de sus efectos adversos más comunes, que variarán en función del tipo de corticoide, su dosis y su periodo de duración.
Un tiempo de toma corto (7-14 días) como ocurre en las crisis asmáticas puede ocasionarnos aumento de apetito e inquietud y, entre otras cosas, hiperglucemia o diabetes.
La terapia con corticoides produce un efecto destructivo sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, exacerbando la hiperglucemia en los diabéticos u ocasionando en más del 25% “diabetes esteroidea” en aquellos pacientes sin patología diabética.
Dichos efectos sobre la glucosa generan con frecuencia visitas a urgencias, ingresos hospitalarios o aumento de la estancia de los mismos.
A pesar de que no existe una solución perfecta para este problema, el control de la glucemia siempre va a ser nuestro mejor aliado.
Alcanzar la estabilidad en las cifras de glucemia durante el proceso se relaciona con una disminución de la mortalidad y de la tasa de complicaciones.
El gran problema que se encuentra en la práctica clínica es la infravaloración de la hiperglucemia inducida por corticoides, sobre todo en lo que se refiere al diagnóstico y al tratamiento.
Esto ocasiona alteraciones hemodinámicas, riesgo cardiovascular y, en definitiva, una recuperación tortuosa de la estabilidad en el paciente a tratar.
La escasa bibliografía sobre este efecto adverso de la terapia corticoidea justifica el bajo porcentaje de diagnósticos y la alta incidencia de la recurrencia a los servicios sanitarios, tanto hospitalarios como ambulatorios.
La realidad actual es que no existen guías clínicas para el manejo de la hiperglucemia inducida por el tratamiento con corticoides.
Sería necesaria una interiorización y formación por parte del personal sanitario para que desde el principio de esta terapia farmacológica se tenga en cuenta este ámbito y se instruya al paciente en signos y síntomas de alarma y modus operandi.

¿Cómo se puede diagnosticar una hiperglucemia inducida por corticoides?

Una forma de cribado sería la determinación de la hemoglobina glicosilada y glucemia basal antes del inicio del tratamiento junto con una dieta adecuada y pautar una medición de cifras de glucemia capilar sobre todo por la mañana, tras las comidas y antes de las cenas.
Será fundamental observar la aparición o exacerbación de signos y síntomas como un incremento de diuresis, disminución volumen del organismo o aparición de infecciones.
Habrá que tener en cuenta que si el corticoide se toma por la mañana y su acción es de 4-8 horas aproximadamente, se encontrarían cifras normales en ayunas pero exageradas postpandriales.
En el caso de los corticoides que se usan dos o más veces al día, o son de efecto prolongado, la hiperglucemia dura 24 horas, aunque sigue siendo predominante tras las comidas.
Se diagnosticará diabetes esteroidea si la glucemia basal supera 126 mg/dl o si en cualquier momento del día supera los 200mg/dl.
Si la medición de la glucemia capilar previa a las comidas es mayor a 140 mg/dl se pondría tratamiento, aunque esta pauta es variable.

¿Cuál es el tratamiento para la hiperglucemia causada por estos fármacos?

Datos a tener en cuenta para pautar el tratamiento frente a este problema:
Situación clínica del paciente y tolerancia a la glucosa del mismo
Tipo, dosis y frecuencia del corticoide
Con frecuencia, la insulina suele ser el tratamiento de elección ante este problema.
Es importante saber que los antidiabéticos orales, también conocidos como ADOS, no son eficaces frente a la hiperglucemia inducida por corticoides.
Sólo se pautarían junto con dieta específica en el caso de hiperglucemias leves (menos de 200 mg/dl) en aquellos pacientes que son diabéticos pero están muy bien controlados o no tengan ninguna patología diabética previa.
Es predecible que ante la pauta de corticoides a dosis elevadas se pueda desencadenar una hiperglucemia grave, con niveles de 300 mg/dL mantenidos, provocando descompensación electrolítica tras pérdida de volumen por incremento masivo de diuresis.
En estas situaciones se deberían tomar medidas para prevenirlo, como es la administración de insulina iv a lo largo de las 24 horas por su rapidez de acción y su vida media corta.
En caso de tomar corticoides de acción intermedia la insulina de elección es NPH/NPL o bifásicas.
(Ver figura GLUCOCORTICOIDES)

¿Qué ocurre si soy diabético y tengo que tomar corticoides?

Las pautas más importantes a seguir en esta situación es saber que no se puede suspender el tratamiento de forma brusca, por el grave riesgo de sufrir una insuficiencia adrenal aguda o activación de la enfermedad de base.
Si eres diabético tipo I habrás de estar alerta en tus cifras de glucemia, sería aconsejable medir la glucemia con más frecuencia y ajustar tu dosis de insulina rápida, no es raro que tengas que subir esas cantidades de insulina.
En el caso de los diabéticos tipo 2 que no tengan aparato en casa, será recomendable que acudas a tu enfermera del centro de salud para que ella te revise las cifras y te oriente sobre signos y síntomas de alarma e incluso es posible que durante el tratamiento se te entregue un aparato para realizar las tomas tú mismo cuantas veces sea necesario.
En el caso de no ser diabético, habrás de prestar especial atención no sólo en tus cifras de glucemia, sino también en:
Cantidad de diuresis excesiva.
Presentar mucha sed que no sacia con la ingesta de líquido.
Disminución de peso.
Aumento del apetito…
Es recomendable que el paciente durante su tratamiento con corticoides realice una dieta hipocalórica, hipograsa, hiposódica y rica en proteínas, potasio y calcio.
(Ver figura OTROS EFECTOS ADVERSOS…)