Suicidio en España


Marta López Pérez, Asensio Martínez Pérez, Ignacio Lasierra Lavilla, Gemma Boloix Peiro, Cristina Gargallo Martínez y Miguel Sánchez Ortiz

Print Friendly, PDF & Email
La OMG introdujo en 1986 por primera vez el término de suicidio como un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por un sujeto, sabiendo o esperando su resultado letal y a través del cual pretende obtener los cambios deseados.

En la actualidad se acepta más la nueva terminología introducida en la clasificación de Silverman et al. De 2007 que define el suicidio como una muerte autoinfligida con evidencia implícita o explicita de que la persona tenía intención de provocarse la muerte.

Se trata de la décima causa de muerte en todo el mundo, en 2020, cerca de 1.5 millones de personas se suicidaron, esto supone un alto coste no solo en vidas, sino que repercute en la pérdida de estas para la sociedad, según datos del instituto Nacional de Estadística, en España se quitaron la vida en ese año 3.941 personas de las que cerca del 75% eran varones. Se trata de la primera causa de muerte no natural en España, 2,7 veces más que los accidentes de trafico y 13,6 veces más que los homicidios.

Abordaje del paciente suicida

Un elevado porcentaje de pacientes suicidas, habían consultado con anterioridad al médico de atención primaria el mes anterior, y hasta el 40% la semana previa.

En todo paciente con síntomas de depresión y/o ansiedad, hay que evaluar el riesgo suicida mediante diferentes herramientas como la Entrevista MINI o la Escala SAD PERSONS que es la más utilizada por la fácil aplicación de la escala numérica obtenida.

En la evaluación del paciente con riesgo suicida, es fundamental conocer los factores de riesgo, así como los precipitantes (enfermedades somáticas, conflictos personales, problemas financieros, pérdidas, trastorno mental…) y los protectores (resiliencia, optimismo, estabilidad emocional, descendencia, hábitos de vida saludable, creencias religiosas, integración social …), para así establecer el riesgo suicida del paciente como bajo, medio o alto y determinar la actitud terapéutica a seguir.

En el riesgo de suicidio bajo, existen pensamientos sobre quitarse la vida pero no un plan estructurado, en ese caso, se trata de dar soporte emocional, incentivando los factores protectores y derivar a Salud Mental.

En el riesgo suicida medio, persisten los pensamientos suicidas y un plan no inmediato para llevarlo a cabo, en este caso hay que ofrecer medidas alternativas y contactar con la red de soporte.

En el riesgo de suicidio alto, ya existe un plan definido (cómo, dónde y cuándo), dispone de los medios para llevarlo a cabo y con inmediatez, en este caso, hay que realizar un acompañamiento permanente, retirar los medios a su alcance y derivarlo para valoración psiquiátrica urgente.

Mitos sobre el suicidio

  • Hablar del suicido induce su ejecución. FALSO: hablarlo, reduce la angustia interna y proporciona una vía de escape que permite verbalizar la idea, ayuda a contextualizarla y resta impulsividad al acto.
  • Quien se quiere suicidar no lo dice. FALSO: hasta el 80% dieron señales de aviso en los días previos, un intento de suicidio es una petición de ayuda, no una llamada de atención.
  • El Suicidio es hereditario. FALSO: Lo que sí se puede heredar es la tendencia a padecer un trastorno mental como la depresión, pudiendo los factores ambientales y culturales de la familia actuar como factores de riesgo.
  • Todo suicida tiene problemas mentales. FALSO: si bien es cierto que las personas deprimidas tienen más riesgo de suicidio, no todos los suicidas están deprimidos
  • Solo quieren llamar la Atención. FALSO: son personas a las que ya no les quedan mecanismos de adaptación para resolver un conflicto y no ven otra alternativa, hay que permanecer a su lado, manifestando apoyo y ayuda.

AUTORES

Marta López Pérez. MIR MFyC Hospital Obispo Polanco. Teruel.

Asensio Martínez Pérez. FEA urgencias Hospital Obispo Polanco, especialista en MFyC, Teruel.

Ignacio Lasierra Lavilla. MIR Medicina interna Hospital Obispo Polanco. Teruel.

Gemma Boloix Peiro. MIR MFyC Hospital Obispo Polanco. Teruel.

Cristina Gargallo Martínez. MIR MFyC Hospital Obispo Polanco. Teruel.

Miguel Sánchez Ortiz. FEA urgencias Hospital Obispo Polanco, especialista en Geriatría, Teruel.