Las técnicas conductuales empleadas en el tratamiento de la incontinencia urinaria reducen la perdida de orina en la mayoría de los individuos, no tienen efectos secundarios conocidos y pueden emplearse junto a otros tratamientos en caso necesario.
Clasificación
- TÉCNICAS CUIDADOR – DEPENDIENTE: para personas con alteraciones graves a nivel motor, cognitivo o ambos.
- Vaciamiento programado: esta técnica pretende regular los vaciamientos de orina de forma temporizada, incluyéndolos en la rutina diaria de la persona. De este modo, el paciente se adelanta a la micción no deseada gracias a un esquema predecible de vaciado de la vejiga. Se debe dar refuerzo positivo ante las conductas de vaciamiento adecuadas. Su inconveniente es el cansancio del cuidador, ya que debe estar pendiente cada 2-4 horas. Los tipos de incontinencia en los que más se recomienda esta técnica son en la incontinencia de urgencias y en la funcional.
- Doble vaciamiento: en las incontinencias que cursan con volumen residual mayor de 100 ml, esta técnica permite reducir la frecuencia del vaciamiento. Para ello, el paciente varón se mantendrá de pie y la mujer sentada unos minutos tras la micción, intentando realizar una nueva micción que consiga vaciar un mayor volumen de orina.
- Entrenamiento del hábito: esta técnica se recomienda cuando el paciente puede mantener un ritmo natural de vaciamiento, pero presenta resistencia a los cambios, siendo necesario reforzar el hábito de micción.
- Refuerzo de la continencia: se recomienda en los pacientes que son capaces de realizar a demanda de ayuda a la micción de forma verbal, gestos o señales. Se debe alabar al paciente cuando este permanece seco y cuando realiza la demanda de ayuda a la micción.
- EDUCACIONAL – REHABILITADORA: en individuos con adecuado estado cognitivo y motor.
- Entrenamiento vesical: se pretende aumentar el tiempo entre las micciones, restableciendo un patrón miccional normal en los individuos que realizan micciones de forma muy frecuente. La frecuencia a conseguir depende de cada paciente. Para determinarla es útil realizar un diario miccional.
- Terapia de retroalimentación: consiste en la utilización de aparatos electrónicos o mecánicos que traducen las respuestas fisiológicas en mensajes visuales o auditivos, proporcionando información al paciente sobre las mismas.
- Rehabilitación del suelo pélvico a través de los ejercicios de Kegel, los conos vaginales o las esferas vaginales o bolas chinas.
- Electroestimulación: administrar pequeños impulsos eléctricos no dolorosos, mediante electrodos en forma de agujas superficiales.
- Estimulación del tibial posterior: estimular y neuro modular el nervio tibial posterior a través de pequeños electrodos en la piel, lo que de forma retrógrada también estimulará todas las estructuras pélvicas antes descritas. Es útil en la vejiga neurógena que presenta un vaciamiento incompleto, bien por híper o hipo actividad.